Capítulo 12

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Kongpob's POV

—¿Disfrutas el manga, P'? —Le pregunté a Arthit mientras me sentaba en el sofá de su habitación, me sentía nervioso, sin saber realmente cómo empezar una conversación y eliminar el ambiente tenso que se había creado entre nosotros.

—Un. —Arthit asintió, de nuevo con solo una afirmación seca.

¿Cómo se suponía que hablaría con este hombre? Aran ya se había ido a la habitación de su padre, Aris y K'Mari ya se habían ido y a mí me habían abandonado totalmente con este tipo.

Decidí quedarme callado hasta que un suave toque en la puerta me distrajo. Volteé mi mirada y Lena ingresó, traía en sus manos un pequeño ramo de flores y una bolsa de papel, posiblemente con algún tipo de comida.

La vi con atención. Lena era atractiva por donde se le viera, su actitud era mediocre, pero la mujer era hermosa, lo tenía que admitir.

Rodeé un poco los ojos y me recargué en el respaldo del sofá dispuesto a convertirme en una estatua inmóvil y silenciosa, no quería que Lena me dijera nada; no estaba de ánimos para eso.

—Lena. —Arthit dejó el manga a lado de su cama y esbozó una suave sonrisa mientras la veía.

—Hola, P'Arthit. Vine a traerte esto para que comas algo. Espero que te encuentres bien.

—Lo estoy y muchas gracias. —Sus ojos se achicaron por la sonrisa que le dedicaba a la mujer, de inmediato una punzada llegó directo a mi pecho.

—¿Te molesta si me quedo contigo un momento?

—No, claro que no. Puedes estar aquí. ¿Estabas con Aran o apenas irás con él?

—¿Aran? No... no. —Lena comenzó a tartamudear. La escuché intentar cambiar el tema de forma desesperada.

Continué viendo las expresiones de ambos, claro, como el masoquista que era no me importaba estar recibiendo punzada dolorosa tras punzada dolorosa directo a mi pecho mientras mis ojos los seguían.

"Maldita sea, Kong."

Algo dentro de mí me exigía salir de ahí, pero otra parte —la más fuerte— me mantenía con el trasero pegado al sillón. 

Continuaron una amena plática durante unos minutos, los ojos de Arthit tenían un extraño brillo mientras hablaba con Lena y de pronto, flashbacks tras flashbacks llegaron a mi memoria.

¿Cómo es que nunca nos habíamos percatado de la mirada que Arthit le dirigía a Lena?

Estuve dos años enteros observando a Arthit y nunca fui capaz de darme cuenta de eso, ¿de verdad, Kong?

"Eres tonto, de verdad."

Escuchaba sus suaves risas como eco en mi cabeza y sin poder soportarlo me levanté de improvisto. Arthit y Lena me dirigieron una mirada extrañada y solo negué con la cabeza para que no pensaran de más.

—Yo... Iré a fumar. —Busqué una excusa tonta y salí rápidamente de la habitación.

Suspiré profundamente mientras caminaba por el pasillo hasta la zona para fumadores, ni siquiera fumaba, pero aproveché el lugar solitario para tumbarme en una de las sillas.

Mi cabeza continuaba trabajando, tratando de entender por fin todo el enrollo.

Entonces, Arthit sí estaba enamorado de Lena. Arthit sí la había visto con otros ojos durante mucho tiempo y Lena terminó por corresponderle. No había nada detrás, no había trucos, no había mentiras, ni engaños. Arthit de verdad quería a esa mujer.

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