Capítulo 13

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Kongpob's POV

Me sentía un poco avergonzado por las cosas que le había dicho a P'Arthit la noche anterior. Aunque él tuviera buena carga de la culpa, yo debía recordar que las últimas semanas para él nunca ocurrieron, yo no era la persona con la que compartió charlas agradables durante el regreso a casa, o sea, nuestra relación seguía siendo fría y sin sentido.

Me acerqué a la habitación de Arthit. Por la mañana había hecho una parada en una librería para comprarle los primeros cinco tomos de un manga que me había dicho que quería leer desde hacia tiempo, así que se los conseguí.

Suspiré profundamente y tomé la manija de la puerta para deslizarla y entrar, Arthit me dirigió una mirada de reojo y volvió a perderse en la lectura de un libro del cual no alcanzaba a ver el título.

—P'Arthit. —Le llamé, y él dio un asentimiento con la cabeza, dejándome claro que me estaba escuchando. —Te traje esto... —Musité, colocando los tomos del manga a un lado de su cama, él les dirigió una mirada y esbozó una suave sonrisa al reconocerlos.

—¿Sabías que quería leerlo?

—Ah... —Lo miré un poco y asentí, supongo que decirle esto no le hará ningún mal a su memoria. —Sí, hace poco me dijiste que llevabas mucho tiempo queriendo leerlo, pero no habías tenido oportunidad.

—¿Te dije eso?

—Sí, pero es obvio que no recuerdas y...

—Gracias, Kongpob.

—No, yo... Lo siento por lo de anoche.

—Está bien. —Arthit negó varias veces con la cabeza para restarle importancia.

—¿Cómo se siente tu cuerpo? —Pregunté, sentándome en la silla a lado de su cama, quería cambiar de tema y aprovechar que me estaba hablando por fin.

—Jodido. —Ambos reímos un poco. —Pero... ¿cómo ocurrió el accidente exactamente, Kongpob?

Rayos, ni siquiera yo sabía cómo había ocurrido exactamente, tampoco sabía qué le habían dicho a Arthit.

—¿No te han dicho?

—No, mamá no me quiere preocupar...

—Entonces es mejor que todo vaya a su tiempo, P'Arthit. No fuerces a tu memoria, es solo una pérdida parcial.

—Supongo...

Asentí con la cabeza y vi mi reloj de mano: 8:00 pm. Normalmente Lena llegaba a esta hora para cuidar de Arthit y, vaya, parece que mi pensamiento la invocó, pues apenas habían pasado unos segundos desde que veía mi reloj, cuando la puerta de la habitación se deslizó para dejar ver la esbelta y alta figura femenina de Lena.

—Lena. —Arthit le sonrió y ella le correspondió el gesto.

"Cierto, ellos se quieren, ellos se quieren, ellos se quieren".

Repetía como un mantra en mi cabeza y solté un suspiro antes de desviar la mirada hacia Arthit y volver a hablar.

—P', esta noche no me quedaré, tu mamá y Aris también se irán a casa para descansar otra noche, Lena y Aran se quedarán con ustedes, así que... —Le mencioné, levantándome del asiento donde estaba.

—Yo estaré aquí, Arthit. —Lena dijo e intentando ocultar mi rostro hice una mueca de fastidio.

Lena ingresó a la habitación por completo, dejó su bolso en la silla donde yo estuve anteriormente sentado y suspiré, tal vez por centésima vez en el día.

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