P E R S U A S I V E

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Tempest podía tener una asistencia impecable en el colegio, pero como todos, existe un contraste. No había punto medio, o era el blanco o el negro, no existía el gris en su mundo—por lo menos en esa manera—.

Afortunadamente era mejor reconocida por sus logros, por su avance académico y su dinero. Una gran fortuna se extendía tras ella—incluso más que Malfoy—pero eso poco le importaba.

Si bien ya tenía dieciséis, quizá los estereotipos era llegar virgen al altar. La castaña prefería retar aquello, o bueno, solo ser ella.

Ahora bien,—vamos al contraste académico.—Ella era la mejor, siempre lo sería. Meticulosa, ambiciosa e inteligente.

Ella podría ser una estudiante brillante, con las mejores notas, respetada por todos, inclusive por los maestros, se había ganado la confianza de estos últimos mencionados, pero fuera de eso, ella imponía, ella había nacido para ser líder no un peón; tal como cada mujer de su familia.

Su familia había tomado una buena reputación, de entre los 28 sagrados fueron puestos, pero como antes dicho, Elennor había nacido para destacar.

Como el lema familiar.

Recorrió hasta el segundo pasillo hacia su habitación.—A qué no sabes quién ha preguntado por ti.—se escuchó.

Dio un respingo ante el acto, su mano llegó a su varita hasta que se dio cuenta de quién era.—¡Corie, un día me matarás del susto!.—chilló la castaña.

—Así tendrás la conciencia.—bromeó.—En fin, a lo que vine, escuché que Riddle le preguntó a Nott sobre ti, ¿acaso ustedes...?.

—No es que me interese.

—Mhm, puede ser, pero debe ser increíble en la cama, bueno, no es que me interese tampoco pero debe ser bueno contigo si lo intentas.

—Por las barbas de Merlín, sólo deja esos comentarios.—bufó.—Lo único que me interesa ahora es quiénes estarán en la reunión de Slughorn este fin de semana. ¿Estás ahí?.

La rubia negó y luego pareció pensar un poco,—No, pero supongo que puedes preguntarle a ya sabes tú.

Rodó los ojos, hace tiempo, meses, incluso años que no charlaba con él. Todo por el repentino cambio a la soledad.—Sabes que la línea es fina.

La ojiazul soltó un suspiro pesado.—En fin, lo intenté.—su voz se hizo más suave, siempre habían sido ellos tres, desde que Elennor sufrió la muerte de sus padres se había alejado de todos, y de él, Malfoy, por supuesto, se alejó del mundo, encerrada en su propio bucle.

Por qué entonces, solo había una razón para eso, para sus años en que su mente dominó su corazón y la capa de la oscuridad la consumió.

Ella se estaba preparando para dominar lo que alguna vez la destruyó.

Si tan solo supieras Elennor.

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“Sacrificios que hay que pagar”
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Siempre hay un lado oscuro.

En todo.

Y en Elennor su lado oscuro era su punto débil.