Autora: ¡Hola! Aviso que todavía estoy de exámenes, pero como he tenido un par de días """ libres""" (y un huevo de pato, libre, libre, estaré en Semana Santa. Y tampoco, porque algo inventarán, lo sé) he aprovechado para ver si esto avanzaba. De nuevo no me gusta demasiado cómo ha quedado, pero en fin.
••••••••♦••••••••El Precio de la Venganza. Capítulo 14: Nuevo curso.
Unos insistentes toques en la puerta los interrumpieron. Ángel no terminaba de tener muy claro si eso lo alegró, pues sabía que su jefe no habría dudado en tomarlo aun en su estado físico actual, o si lo decepcionó, ya que una parte de él mismo también deseaba un encuentro entre el cuerpo del alemán y el suyo.
— Adelante, Richard. —Eberhard no se molestó en alejarse de él, ni cuando el nombrado entró en el despacho, y cuando habló, su aliento volvió a chocar contra la nuca de Ángel, perturbándolo de una muy agradable manera.
— Eberhard. —El alemán se apartó entonces de Ángel, y regresó a su sillón con una sonrisa que cambió al instante a una mueca interrogativa al mirar a su mano derecha, Richard, que le devolvía la mirada, observando también de vez en cuando al chico, porque para Richard él todavía y a pesar de sus casi 30 años era más un chico que un hombre, que se sentaba con la espalda recta frente a su jefe y que no se había ni tan siquiera girado para mirarlo. Parecía que el recién llegado estuviese evaluando si era seguro y podía hablar libremente frente a él. El juez asintió.— Todo solucionado.
Richard Brehme, había sido y era la mano derecha y persona de confianza de Eberhard Nachnamen prácticamente desde sus días de universidad, donde ambos habían estudiado y se graduaron juntos. Lo sabía absolutamente todo sobre él, los temas más turbios y escamosos en los que estaba o había estado involucrado, y era lo más cercano a un amigo que el alemán tenía, porque después de todo, Eberhard no podía confiar ni en su misma sombra, pero Richard parecía tener un puesto mucho más elevado en su vida.
Aunque su estatura no era tanta como la de su jefe, que superaba el metro noventa, era bastante alto. Eso, sumado a sus ojos casi totalmente negros, de mirada dura, y cabello castaño oscuro, casi negro, lo hacían lucir lo suficientemente intimidante como para que el resto de trabajadores de su bufete, e incluso los de otros bufetes, solo se atreviesen a observarlo desde lejos, al igual que a Eberhard, a una distancia de seguridad.
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El precio de la venganza [EN CORRECCIÓN] [Homoerótico/Gay/Yaoi]
Mystery / Thriller¿Qué harías si tu vida deja de ser tu vida? Si te arrebatasen todo lo que tienes y ni tan siquiera la muerte se mostrase misericordiosa para llevarte con ella. Si en tu corazón ya solo hay espacio para el dolor, la oscuridad... y la venganza. Así es...