Capítulo 5. La primera impresión siempre importa

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¿Boda por accidente? Pregúntale a la ley de Murphy

Capítulo 5. La primera impresión siempre importa

Thor despertó temprano, sintiendo la calidez de otro cuerpo recostado a su lado, Loki por supuesto. El azabache aún permanecía dormido, suspirando entre sueños, lo cual Thor encontraba completamente adorable. La noche anterior había sido plena, pasional y placentera. Perfecta.

El rubio se inclinó a darle un beso pequeño en la frente del bello durmiente, levantándose para revisar su teléfono. Cero notificaciones. Era lógico después de haber cortado cualquier tipo de contacto con su familia y antigua vida en Noruega; a decir verdad, no había tenido la oportunidad de preocuparse por ese asunto, pues el hecho de sobrevivir por su cuenta lo mantenía ocupado la mayoría del tiempo. A veces extrañaba la vida de comodidades que le ofrecían, pero él prefería salir de esa rutina ricachona; desde joven supo que su vocación no era liderar una empresa, era aventurarse y conocer el mundo. Era un intrépido.

Aunque ahora mismo esos planes podrían cambiar. Mirando a Loki dormido se preguntaba si el hecho de sentar cabeza era una señal para cambiar su destino, o si el ojiverde era la respuesta que buscaba sobre la estabilidad y tener lazos, sobre pertenecer a algún sitio en lugar de sentirse un completo extraño.

Acarició un mechón de cabello oscuro que le rozaba su frente y sonrió para sí mismo. Había sido un comienzo muy inusual su relación, pero durante esos días había dejado que las cosas siguieran su rumbo. Además, estaba tranquilo con respecto a su identidad; Loki no conocía su pasado en Noruega, no estarían juntos por conveniencia.

Volvió a recostarse abrazando de nuevo a Loki. Ah, no había mejor sensación que su suave piel contra su pecho desnudo. Podría quedarse así por horas.

—Mmh, qué suave —dijo para sí mismo, mientras hundía su rostro en el cabello del ojiverde.

—¿En serio?

—Sí, tu cabello es tan suave. Podría olerlo todo el día

—Ok, pero llevo una semana sin lavarlo. A mi edad no puedo darme el lujo de arrancar el poco cabello fuerte que tengo

—¿A tu edad? —preguntó Thor confundido, abriendo los ojos.

Frente a él vislumbró la imagen de la adorable ama de llaves, Berta, de pie junto a la cabecera de la cama.

—¡¿EH?! ¡BERTA!

De la sorpresa, el rubio no midió las dimensiones y terminó en el suelo, levantándose con las orejas rojas por la pena de estar desnudo frente a la mucama. El golpe despertó al señorito Laufeyson, quien se estiró con naturalidad, a pesar de estar desnudo también.

—Uhm... Oh, buenos días Berta

—Buenos días, joven Loki —respondió con tranquilidad la mujer mientras tomaba la ropa de los dos.

—¡¿Qué crees que haces?! ¡¿Qué estás haciendo aquí?! —gritó desesperado y avergonzado el nórdico, cubriéndose con las sábanas de vuelta en la cama.

—Oh, Thor ahí estás. Buenos días, cariño —saludó Loki, gateando hasta donde estaba el otro para sentarse sobre su regazo. —Berta solo hace su trabajo: limpiar

El mayor, ya rojo amapola, hiperventiló con la imagen de su pareja sentado sobre él, lo cual no hubiera representado un problema, de no ser porque aún seguían desnudos, y de paso estaban en una pose comprometedora frente a una mujer mayor... ¿Ya había mencionado que estaban DESNUDOS?

—Ho-Hola, Loki —saludó muerto de pena. —¿No puedes pedirle que se retire un momento en lo que nos cambiamos?

—No será necesario que lo susurre, joven Thor. Tengo el oído superdesarrollado —contestó Berta, girándose para mostrar una frazada delgada. —Disculpen, ¿van a necesitar esta frazada o la pongo a lavar también? Tiene una mancha seca, como si alguien hubiera orinado... ¿Acaso su pareja se orinó señorito Loki?

¿Boda por accidente? Pregúntale a la ley de Murphy [THORKI: +18] || COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora