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Recostados en la oscuridad, Changbin sentía el cálido cuerpo de Felix acomodado sobre el propio, dejaba suaves caricias con sus dedos entre los cabellos y las orejas del híbrido, y el tranquilo ronroneo hacía que sintiera su pecho vibrar.

Mirando al techo sobre sus cabezas, Changbin sonrió mínimamente, por lo lindo que se sentía estar así con su gatito.

— Changbinie— escuchó, bajo, hizo un sonido afirmativo para darle entender que lo escuchaba—. Hueles a otra persona.

Su sonrisa se borró, su corazón latió un poco más fuerte por los nervios, Felix lo pudo escuchar perfectamente, pues tenía una oreja sobre el pecho de Changbin.

El gatito se separó, mirando a su humano desde a abajo, notó los ojos nerviosos de Changbin.

— No hueles a Hyunjin, ni a Minmin o a Innie...— vió a Felix arrugar su nariz, haciéndolo lucir adorable—. Desde hace días que hueles así.

Changbin suspiró.

— Lixie, quizás deba hablarte de algo— dijo el castaño, tomó a Felix por los brazos para quitárselo de encima, dejándolo a un lado, se sentó en la cama, esperó a que el gatito hiciera lo mismo.

Los ojitos asustados de Felix lo hacían sentir mal.

— Felix... Desde hace un tiempo yo... estaba viendo a alguien— confesó.

Felix frunció el ceño.

— ¿Qué significa eso? — preguntó.

— Pues... Antes de comenzar a "salir" con alguien, la gente se conoce y tienen citas y todo... Eso es "verse con alguien", es como... Un intento para ver si pueden llegar a ser una pareja.

Felix se quedó en silencio unos segundos, sus orejitas comenzaron a bajar, quedando escondidas entre su cabello.

Ambos sintieron su corazón romperse, a causa del otro.

— Pero no, Lix— Changbin comenzó a negar, se acercó a él para tomar sus mejillas alzando su rostro, vió lágrimas en sus ojos—. No funcionó, hoy... Nos vimos por última vez y peleamos... — negó, sus palabras no podían borrar las lágrimas—. Dejamos todo.

— ¿Tenías novio, Bi-Bin?

El castaño negó, un nudo se formó en su garganta por escuchar la voz rota de Felix.

— No, no llegamos a ser nada, Lix, sólo nos veíamos y-

— ¿Le dabas besos? — Lo interrumpió el gatito— ¿Le da-dabas besos como los que me d-das a mí, Changbin? — lágrima comenzaron a rodar por sus mejillas, pequeños hipidos lo interrumpieron.

Changbin quiso que la tierra lo tragaba.

— Sí lo besaba, Felix — confesó, no le mentiría, el cuerpo del híbrido tembló por el llanto—. Pero no como te beso a ti, Lixie, no era lo mismo, no lo es-

Felix sollozo, Changbin sólo atinó a abrazarlo, aunque el gatito intentó despegarse, el humano lo sostenía con firmeza.

— ¿L-Lo a-amabas? — balbuceó Felix, ya rendido en luchar, escondía su rostro en el hombro de Changbin— ¿L-Le de-decías "T-Te amo" c-como a mí?

Changbin negó, notó la cola de Felix moviéndose con furia debajo de las sábanas.

— Nunca lo amé, Lix, no lo amo— dijo—. Me di cuenta que sólo puedo amarte a ti, gatito— dejó de hablar esperando que el híbrido dijera algo, ante sólo escuchar llanto, continuó—. Por eso peleamos, no lo amaba, no valía la pena. No vale lo que tú, gatito.

Pasaron tortuosos segundos de silencio, hasta que Felix controló su llanto y logró enterrar los lastimeros maullidos que querían surgir de su pecho.

— Entonces, ¿Por qué lo veías? — preguntó, dejando a Changbin con vergüenza de decirlo.

— Me di cuenta muy tarde, bebé— murmuró—. Y... Con él hacía cosas que... No haría contigo, Felix.

Sus orejitas se movieron con nervios, no entendía.

Se alejó con lentitud, Changbin aflojó su abrazo, viendo el rostro rojizo de Felix por el llanto, sintió su corazón partirse con esa imagen, intentó limpiar sus lágrimas pero Felix apartó su mano.

— ¿Qué cosas? — preguntó, su ceño fruncido y la mirada casi asesina que le dedicaban lo hacían sentir extraño—. Besos y los "Te amo"... Los mimos y-y dormir juntos...— Felix sollozó con enojo.

Estaba enojado con Changbin por hacer todo lo que hacía con él con otra persona, y también estaba enojado con ese desconocido por exactamente lo mismo.

Su cola volvía a moverse con furia.

— ¿Qué más quieres? — murmuró, tragándose el llanto.

Changbin quiso consolarlo, con todo su corazón y su alma, no quería que llorara, no quería que sufriera; pero era su culpa, Changbin merecía todo lo que sufría por hacerle mal a su gatito.

Pero era Felix quién no merecía sufrir de ese modo.

— Cosas que no puedo hacerte, Lix— respondió, sus ojos lloraban h su voz sonaba forzada, pero se mantenía tranquilo—. N-No puedo corromperte, gatito.

Felix quería irse, intentó retroceder para salir de la cama, del cuarto, de la casa, en ese momento quería subirse a un árbol altísimo y quedarse sólo.

Changbin tomó sus manos y lo detuvo.

— ¿Recuerdas lo que pasó en la casa de Hyunjin? — Murmuró— ¿Lo que te hice?

Los ojitos de Felix parecieron buscar en su memoria, porque se movieron ligeramente, hasta encontrar el momento en que Changbin había llegado tarde, oliendo muy raro y muy mal, y lo había tratado de formas que nunca antes había conocido.

Asintió.

— Hacíamos cosas así, Lix— dijo—. No puedo hacerte eso, no de nuevo.

Felix volvió a temblar por el llanto, no controló sus lágrimas, y volvió a llorar.

Se sentía mal, dañado, incompleto, y algo roto, y sólo lloró, maullidos lastimeros salieron de su pecho.

Changbin lo abrazó, acariciando su cabeza, dejándolo que llorara y maullara de forma desgarradora sobre su pecho.

Changbin lo abrazó, acariciando su cabeza, dejándolo que llorara y maullara de forma desgarradora sobre su pecho

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Bad Luck ›› changlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora