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— Hyunjinnie... Hyunjinnie~~

El nombrado se quejó y abrió sus ojos mínimamente para ver, escuchó a Seungmin sorber su nariz y vió el brillo de las lágrimas en sus mejillas.

— Minmin... — se sentó en la cama y llevó sus manos a sus mejillas, limpió sus lágrimas con sus pulgares hasta que el tigre se acercó a él para abrazarlo, Hyunjin rodeó su cintura con sus brazos y comenzó a dejar caricias en su espalda—. ¿Qué pasa, pequeño?

— E-Estoy triste p-por Je-jeonginnie— habló interrumpido por su llanto.

— Seungmin, él está bien, sólo está algo enfermo, vas a ver qué en una semana va a andar saltando por allí como si nada.

El tigre no dijo nada, y se dejó consolar mientras lloraba unas últimas lágrimas.

— No puedo dormir... — dijo Min—. Estoy muy preocupado...

— Él estará bien, Minnie, ya te lo dije. ¿Quieres que vaya a buscarlo y durmamos los tres?

Seungmin asintió.

— Muy bien, bebé, a ver, déjame ir con él— Seungmin se separó del abrazo y Hyunjin se levantó de la cama para ir hasta la habitación de sus híbridos.

No sabía por qué les había comprado camas a ellos dos si al final terminaban durmiendo los tres juntos, y en este caso, Jeongin también descansaba en su cama pero como precaución de no contagiar a los demás.

El conejo temblaba debajo de las sabanas, sus mejillas estaban rojas y su ceño estaba fruncido.

Hyunjin posó sus labios sobre su frente, sintiendo el calor de su fiebre.

— Pobre bebé— murmuró, acariciando su cabello y sus orejas.

Jeongin parpadeó lentamente y su vista tardó en enfocarse en su humano, quien sonreía.

— Hyunnie hyung— su voz sonó quejosa, sonrió sólo para él a pesar de que el dolor le daba razones para no hacerlo.

— Jeonginie, ¿Quieres ir a dormir con nosotros?

— ¿No los voy a enfermar?

— No, bebé— dijo, aunque no estaba seguro de eso.

Jeongin sonrió ampliamente al saber que no les haría mal, corrió las sábanas de su cuerpo y se sentó en la cama, dejó un rápido beso en los labios de Hyunjin y el humano lo miró con sorpresa, su conejito era muy tímido con los besos y casi nunca era él quien los daba.

— Puedo darles besitos y no los voy a enfermar— dijo con alegría.

Hyunjin rió con ternura, acarició sus orejas con amor.

— Claro que no, bebé— dijo, notó que estaba sudoroso, y que seguramente era por la fiebre—. ¿Te sientes mal?

Jeongin asintió, su sonrisa decayó.

— Pero mejor que ayer.

— Me alegro, Innie, ¿Puedes ducharte con algo de agua fría, amor? Te ayudará.

— ¿Me acompañas? — pidió el conejo.

Hyunjin asintió.

— Está bien, dulzura.

— ¿Puedo ir yo también? — la voz de Seungmin sonó suave a sus espaldas.

— No entran tres personas en la ducha, Min...

El tigre hizo un puchero.

— Yo quiero que vaya...— se quejó Jeongin, haciendo lo mismo que el otro.

— Oh, no, no, no se pongan los dos en mi contra— Hyunjin miró los brillantes ojitos de Jeongin y luego a los suplicantes de Seungmin, se sintió acorralado—. Aish, bien, vamos los tres.

El baño fue más que un caos, y Hyunjin tuvo que limpiar el suelo por todo lo que habían empapado el lugar, mientras, sus dos pequeños iban a cambiarse.

Terminó y suspiró, dejando el limpiador allí para guardarlo en otro momento y se dirigió a su cuarto con cansancio.

Sus dos novios estaban echados en la enorme cama que compartían, le habían dejado el lugar del medio, como siempre, para que los dos pudieran compartirlo.

Sonrió con ternura al verlos dormidos, y se metió en la cama sintiéndose perfecto con aquellos dos.

Dejó un beso en la frente de cada uno y se acomodó en el centro, apenas fueron segundos de paz hasta que Seungmin lo abrazó por la espalda como solía hacer siempre y él acomodó un brazo sobre Jeongin, sin querer agobiarlo mucho con su calor corporal ya que tenía suficiente con la fiebre, que había bajado algo con el baño y dormía con más tranquilidad.

Y fue una noche como las otras, siendo ellos tres y estando perfectamente felices.

Lamento no ir más rápido pero cuando creces tienes responsabilidades lamentablemente  

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Bad Luck ›› changlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora