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Changbin arrojó el condón al cesto del baño, insultando con todas las palabras que conocía, se lavó las manos con furia, y por más que sabía que debía regresar al cuarto con su gatito quería calmarse primero, al menos un poco.

Continuó insultando y caminando en círculos en el poco espacio del baño, tiraba sus cabellos y se frotaba el rostro, pero todo parecía inútil para bajar sus humos.

— Miau.

El castaño se volteó rápidamente hacia la puerta del baño, donde Felix se asomaba desde afuera, escondiendo la mirada inferior de su cuerpo de la vista de Changbin, porque seguía desnudo.

Changbin tardó unos segundos en reaccionar, se acercó a él, Felix sentía que Changbin estaba molesto por algo, sus gatunos ojos lo miraron con miedo.

Changbin lo notó, le dedicó una sonrisa bastante forzada, acarició su mejilla con suavidad, no se las iba a agarrar con su novio, su voz sonó tranquila.

— Lo siento, Lix— murmuró—. ¿Quieres que te limpie?

Felix miró a su cuerpo, manchado con su propio semen.

Sin esperar permiso, Changbin tomó su cintura, llevándolo hacia el baño, Felix miró con cierto pánico la ducha, pero su novio lo sentó sobre la tapa del retrete.

El castaño tomó una toalla pequeña y la humedeció en el lavamanos, antes de pasarla sobre el pálido abdomen del híbrido, su miembro y parte de sus muslos.

— ¿Hice algo? — preguntó Felix y Changbin lo miró con confusión —. Estás enojado.

Changbin negó.

— No estoy enojado contigo, Lix, no hiciste nada, amor, ¿Sí? — Changbin lo miró con tranquilidad, Felix asintió levemente.

— ¿Podemos ir a la cama? — preguntó, su voz sonó tímida.

— ¿Quieres mimitos? — ofreció.

Felix asintió, Changbin rió con ternura, beso unas cuantas veces su rostro y luego profundizar en sus labios.

Tal como pidió Felix, volvieron a la cama, con el híbrido acostado sobre el pecho de Changbin, permanecieron desnudos, piel con piel, en una cómoda y dulce intimidad.

Pasaron los minutos, y gracias a esa calidez y a los mimos que dejaba Changbin en su espalda y su cabello, se quedó dormido.

Para eso Changbin ya no sentía el enojo que había tenido rato antes, desvió su mirada hacia la mesa de luz divisando su celular.

Estiró el brazo hacia allá, sosteniendo a Felix con el otro para no alejarlo de sí, hasta que alcanzó el celular, el híbrido se removió y Changbin tuvo miedo de haberlo despertado, pero el pelinegro sólo se frotó un poco en su pecho y volvió a ronronear bajo cuando volvió a dormirse.

Changbin suspiró con alivio, no quería molestarlo.

Desbloqueó su teléfono y llamó a su mejor amigo.

— Changbin, ¿Ahora qué?

— ¿Qué te parece Yongsun si es mujer y Taehyun si es varón?

Hyunjin se mantuvo largos segundos de silencio, en los que Changbin esperó sin decir nada, con la vista en el techo del cuarto.

— La putísima madre que- — Hyunjin bufó— ¡¿Es que no sabes ponerte un puto condón?!

— Hyun, vas a despertar a mi gatito.

— Tu gatito y padre de tus hijos, Seo Changbin— Hyunjin suspiró pesadamente—. ¿Sabes que los gatos pueden tener de dos a cinco crías en una sola gestación?

— ¿Qué quieres decir?

— Y hay casos donde tienen más— añadió—. ¿Cómo te ves con cinco niños corriendo por todo tu puto departamento?

Changbin frunció el ceño, la imagen fugaz de cinco pequeños Felixs corriendo por toda su casa, maullando y llamándolo por atención lo hizo negar.

— Se rompió el condón, Hyun— murmuró.

— En serio eres la persona con menos suerte del mundo, Changbin.

— ¿Qué hago?

— Reza, reza mucho.

— Hyun, en serio.

— Bien... Bin, primero, ¿Qué tanto le entró?

— Eres un puerco.

— Soy directo, responde.

— Pues... No lo sé, Hyun, quizás lo suficiente, quizás no... Pero nunca se sabe, ¿Y si fué suficiente?

Si fue lo suficiente puedes ir con el veterinario y le darán una inyección a Felix para que no tenga crías— dijo, Changbin asintió, por más que su amigo no lo veía—. Si no fue suficiente te darás cuenta... Pues Felix seguirá en celo y tendrá ganas de que lo folles, sencillo. ¿Cómo está él ahora?

— Dormido— respondió—. Pero estaba muy tranquilo.

La calentura se puede calmar un rato después de tener sexo... Si cuando se despierta sigue sin tener ganas, te acompaño a comprar pañales, Bin.

— Maldita sea— murmuró el castaño.

Por no revisar lo que usas, jódete.

Changbin colgó, sin querer seguir hablando con quién no lo ayudaba a estar más tranquilo.

Miró a Felix, dormido sobre él, sus labios entre abiertos, aún marcados por lo que los había lastimado rato antes, respiraba tranquilo y sentía su aliento sobre su piel.

Las largas y oscuras pestañas tocaban sus pálidos pómulos, que aún guardaban un tono rosado.

Se veía tan sereno.

Changbin acarició su cabello y una de sus orejitas, fueron cuestión de segundos para Felix ronroneara.

Changbin sonrió un poco.

— No fue tú culpa— murmuró, casi susurrando—. Si quedas en cinta no será tu culpa, el error fue mío... Y seré responsable por lo que pase, gatito.

 Y seré responsable por lo que pase, gatito

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Bad Luck ›› changlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora