𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 | ❝me dijeron que doy mala suerte❞
Donde Felix es un adorable híbrido de gato negro y tiene miedo de darle mala suerte a su lindo dueño, Changbin.
adaptación autorizada. créditos
correspondientes a ; @Junchi95
muchas gracia...
Los híbridos detuvieron su juego de golpe, las orejas de Jeongin y Seungmin se movieron con inseguridad, Felix alzó las suyas al ver el cambio de comportamiento de sus amigos, tardó un poco más en sentir lo que tenía a los otros dos alterados.
Una sensación de tristeza hizo a su pecho temblar por dentro.
Frunció su ceño mientras acariciaba sobre su corazón, allí donde sentía esa compresión y que sabía que no le era propia; que era de alguien más, cerca de él, que estaba sufriendo.
Jeongin hizo un notable puchero, miró al tigre, quien tenía el ceño fruncido.
— Hyunnie hyung está llorando— murmuró el conejo, frotó sus ojitos—. Quiero llorar también, Minmin...
El híbrido de tigre arrojó la pelota tas de sí, acercándose a Jeongin rápidamente, el menor abrazó su cuello, escondiendo su rostro en su hombro, bastó para que Seungmin lo alzara un poco para que el conejo abrazara su cintura con las piernas, de levantó completamente, frotando la espalda de Jeongin.
— Está bien, Innie, no llores ahora— murmuró—. Tenemos que hacer sentir bien a Hyunnie, no es momento para llorar.
Jeongin asintió, aún abrazado con fuerza a su novio.
Ambos, así de juntos, salieron de la sala de juegos, rumbo al cuarto de Hyunjin, allí donde la fea sensación de sentía con más fuerza.
Felix los siguió por curiosidad, y en parte porque sentía algo incómodo en su pecho, que sabía que se trataba de su Changbin.
Seungmin se asomó un poco por la puerta, esperó unos segundos antes de entrar.
Felix tardó un poco más en asomarse, sin entrar.
El gatito escuchó la ligera risa de Changbin y se asomó un poco hacia el interior, notando que ahora Jeongin estaba sentado sobre el regazo de Hyunjin, abrazándolo y dejando besos de un lado de su rostro, mientras del otro estaba Seungmin, quien también abrazaba a su humano y dejaba besos de su lado.
Felix sonrió por lo lindo y extraño que se veía aquello, pero era amor al fin y al cabo, el amor de aquellos tres.
Fue cuestión de segundos para que Changbin abarcara su visión.
— Dejémoslos un rato, Lix— dijo el castaño con suavidad, colocando sus manos en la cintura del pelinegro, haciendo que las mejillas de Felix se pusieran rojas, el felino asintió, retrocedió y Changbin cerró la puerta detrás de él.
Felix notó los ojos enrojecidos de Changbin.
— Changbinie, ¿Estabas llorando?
El castaño negó.
— Pero casi— murmuró, abrazando a Felix con suavidad, encajando sus cuerpos perfectamente.
— ¿P-Por qué? — murmuró Felix, la sensación en su pecho se había ido, ahora quería ronronear por tan lindo abrazo, pero no podía ignorar el hecho de que Changbin había estado a punto de llorar.
— No importa, Lixie— Changbin negó—. Te amo mucho, ¿Sabes?
— Yo también te amo, Changbin— concordó, y el castaño rio con alegría, haciendo sonreír al felino.
— No podría soportar que te pasara algo malo, Felix. No dejaré que te pase nada.
Felix no entendió a que venían esas palabras, pero no dijo nada, se frotó un poco en el cuello de Changbin, ronroneando más fuerte.
