Los recuerdos duelen

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Sin poder evitarlo, Valentina vio como Juliana salió prácticamente corriendo de la habitación, suspiro pesadamente, sabía que no debió ser así de insistente con la doctora pero no pudo evitar esa punzada de celos y enojo que se le instalo en el centro del pecho cuando vio ese anillo en su dedo anular, ella no tenía el derecho de recriminarle nada, no tenía el derecho de hacerle una escena de celos, no tenía el derecho de exigirle respuestas, ella había perdido ese privilegio el día que decidió salir por completo de la vida de Juliana, el día más duro de su vida, optando por una decisión demasiado complicada, una decisión que cargaría con ella por el resto de su vida.

Valentina intento levantarse de la cama nuevamente pero el dolor que sentía en la espalda no la dejo, resoplo frustrada, le hubiera encantando ir tras Juliana y pedirle disculpas por su comportamiento, ella no era así pero nada la había preparado para ver a Juliana después de casi diez años sin verla. Valentina miro hacia la entrada cuando la puerta se abrió, tuvo esperanza de que fuera Juliana pero no fue así. Jacobo ingreso a la habitación.

- Doctora Carvajal, vi que la Doctora Valdez salió de aquí pero no me contesto cuando la llame ¿Está todo bien?

- Sí – Valentina con un poco de dificultad se sentó en la cama – está todo bien y por favor, llámeme Valentina.

- ¿La doctora Valdez la reviso?

- Pues, recién me despierto – Valentina no sabía si decir la verdad o no, así que opto por decirle que no sabía – así que no lo sé. ¿habrá visto mis lentes?

- Pues – Jacobo se acercó a la mesa de luz y tomo los lentes que estaban allí – si son estos creo que deberá comprarse unos nuevos.

- Demonios – Valentina hizo una mueca con los labios

- Sí quiere – Jacobo saco una pequeña libreta donde escribió algo y luego le puso un sello – con esto se acerca a oftalmología y le darán la receta para unos lentes nuevos. – Valentina asintió

- Gracias. ¿Sabe cuándo me voy a poder ir?

- Debo hablar con la doctora Valdez para ver que observaciones tuvo.

- Podría... - Valentina se llevó una mano a la cabeza – checarme usted, realmente me quiero ir a casa. Por favor.

- Claro.

Jacobo se tomó su tiempo para examinar a Valentina, en mirar las placas que le habían sacado cuando llego, si bien el traumatismo que sufrió fue leve, él hubiera preferido que se quedara al menos ese día pero gracias a la insistencia de la Doctora Carvajal, él le dio el alta, haciéndole prometer que se quedaría en cama por lo menos los próximos dos días.

Lo primero que hizo Valentina fue cambiarse la bata, por suerte su ropa solo había sido rasgada un poco, llevaba puesto unos vaqueros color negro, camiseta y chamarra del mismo color, cuando agarro su casco frunció el ceño, se había dañado bastante, debería cambiarlo si o si, igual su moto no la iba a poder sacar del departamento de transito hasta que el doctor le dé el alta para manejar.

Lo segundo que hizo fue ir a oftalmología, realmente necesitaba lentes nuevos, odiaba con todo su ser usar lentes de contacto. Mientras se dirigía al servicio miro hacia todos lados pero no pudo dar con Juliana, aunque tampoco sabía si la quería ver de nuevo, esos sentimientos realmente eran molestos. Más que nada porque al verla se sintió otra vez como si tuviera dieciséis y aquella morena se había atrevido a besarla, porque al pasar de los años se había vuelto alguien tan importante en su vida, porque al respirar cerca de ella pudo comprobar que el aroma de su piel sigue siendo el mismo, porque por más que lo intente los recuerdos duelen y mucho.

Antes de ir al departamento que había rentado tan solo una semana atrás, le dijo al taxista que la esperara en la óptica, encargo los nuevos lentes y retomo el recorrido hasta su casa, pago el viaje e ingreso al departamento. Lo primero que hizo al llegar fue tomar un baño, luego se puso la pijama y busco en el cajón de la mesa de noche un par de lentes viejos, que tenía como un repuesto. Se acostó y cerró los ojos pero lo único que le venía a la mente eran esos preciosos ojos cafés que en su adolescencia la habían cautivado desde el primer momento en que los vio.

¿Ya es demasiado tarde? I Juliantina Adaptación I TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora