¿Ya es demasiado tarde? I Juliantina Adaptación I Terminada

¿Es en serio?

Luego de ese momento de tensión vivido en donde Juliana no sabía dónde esconderse, solo deseaba que la tierra la tragara. Se disculpó con sus padres y fue detrás de Sonia cuando esta salió de la casa ya que Juliana no le había respondido a su pregunta, lo que la morena quería evitar, era tener una discusión delante de sus padres. La morena se subió al auto y manejo lentamente pidiéndole a Sonia que se subiera, ya que la mujer había comenzado a caminar ignorando completamente a su prometida.

- Sonia, cariño... sube. – un trueno hizo detener el paso de Sonia pero luego continúo caminando. – Cariño, está a punto de llover, sube... vamos a casa. – Juliana acelero un poco quedando a unos metros de su prometida, se bajó del auto y la enfrento, tomándola por los hombros haciendo que frenara sus pasos. – por favor, hablemos en casa. Te contare todo, te lo explicare pero por favor, sube al auto, vamos a casa, por favor. – Sonia solo asintió y se subió al auto.

El corto camino hasta su casa fue en completo silencio, Sonia miraba por la ventanilla y Juliana prefirió no hablarle en ese momento, la morena era consciente de que había manejado mal las cosas, sabía que le tenía que haber dicho que Valentina había vuelto, el problema fue que ni ella misma supo cómo controlar la situación, la rubia le nublaba la razón, le anulaba los pensamientos, Juliana dejaba de ser ella cuando Valentina estaba alrededor o mejor dicho, volvía a ser ella cuando Valentina estaba cerca.

La tensión se sentía en el aire, mucho más en el espacio reducido que les brindaba el ascensor, nunca en sus vidas el tramo de los cuatro pisos se les había hecho tan eterno. Sonia fue la primera en salir, abrió la puerta del departamento, dejó sus cosas sobre la mesa y se giró para enfrentar a Juliana cuando ésta ingreso.

- Lana, basta. – la regaño la morena, ya que Lana, estaba saltando por todos lados demandando algo de atención.- ve a la habitación, anda.

- Te escucho, Juliana. – le dijo Sonia, su rostro estaba serio pero Juliana podía notar que no era enojo lo que sus ojos mostraban, sino decepción.

- Vamos a sentarnos.

- No quiero sentarme. ¿Por qué no me dijiste que había vuelto?

- No lo sé. 

- ¿No lo sabes? ¿Es lo único que me vas a decir? ¡¿Que no lo sabes?!

- Quería evitar que esto sucediera. – Juliana suspiro – el primer día que la vi pensé que solo iba a ser esa vez y ...

- ¿Hace cuánto? – la morena arrugó la frente - ¿Hace cuánto volvió?

- Poco más de dos meses

- ¡¿Dos meses?! – Juliana dio un respingo cuando Sonia gritó, era la primera vez que la escuchaba gritar.- ¿Qué esperabas para contármelo? ¿Darte cuenta de que no sentías nada por ella?

- ¿Qué? No, cariño.

- ¡No me llames así! – Juliana se intentó acercar pero Sonia la freno – debí darme cuenta antes, por alguna razón actuabas tan extraña. ¿Por qué no me lo contaste, Juliana?

- Te juro que el día que la vi, pensé que iba a ser solo esa vez y se volvería a ir, la atendí en el hospital porque había tenido un accidente, a los días Jacobo me comunicó que ella iba a trabajar conmigo en el caso de Samy y cuando me quise dar cuenta había pasado todo este tiempo y... y...

- ¿Todavía sientes cosas por ella? – Juliana arrugó la frente – Contéstame – la morena abrió la boca pero ninguna palabra salió de ella - ¡Mierda, Juliana! ¡Contéstame! – ojos de Sonia comenzaron a llenarse de lágrimas

- ¡No! – mintió – no. No. – repetía más para sí misma que para su prometida.

- Vas a dejar el caso.