No sentía frío ni calor, no estaba triste y mucho menos feliz, tan solo tenía esa presión en el pecho que no me dejaba descansar ni un segundo del día. Estaba totalmente vacía, perdida y sin ánimos de continuar un solo día más... hasta que lo conocí...
¡Hola, qué tal queridos lectores curiosos de mundos creativos que abundan dentro de esta red social de literatura! Para mí es un placer regresar a la historia que me hizo descubrir que este hobbie de redactar era lo mío, una de las pocas cosas que he podido tener presente durante muchos años, pero que me tomé un largo descanso por un cruel bloqueo creativo en el que sentí que nada de lo que redactara era lo suficientemente bueno como para publicar, esto por culpa de mi exigencia del perfeccionismo.
Actualmente me siento más preparada, un poco más experimentada conforme a casos de la vida real que yo sabía a mis dieciseis años –dos años después de que había finalizado esta novela– que necesitaba aprender más de lo que era vivir, salir a la calle y ser testigo de lo que sucede fuera de casa donde la protección de los padres te bloquean de la realidad en muchos aspectos. Esto no para mal, sí no con el deseo de querer protegernos.
Por ello, ahora que tengo vintiuno –que tampoco es que tú digas, uy, una anciana experimentada– he comprendido mejor algunos aspectos que a mis personajes les hacía falta, sabía que necesitaban más vida y más desarrollo por lo que pacientemente esperé y me dejé ser, siempre abierta a aprender y a correr riesgos con tal de yo misma crecer y ser más capaz para narrar historias de violencia, abusos y consumos inrresponsables.
Así que finalmente me he animado. He comenzado con una adaptación de esta historia llamada "CHRISTO. Vidas Destruidas", la cual podrás encontrar en mi perfil. Sientete en libertad sí deseas conocer la humilde primera edición de esta historia y conocer su base, o pasarte directamente a su versión mejorada, pero antes de ello, dejame ponerte sobreaviso de que sí lees primero esta novela, al pasar a la segunda te recomiendo que lo hagas de forma abierta porque en definitiva muchas cosas cambian, pero que se sigue respetando de cierta manera la escencia de los personajes, solo que en esta ocasión más profundizados y basados con un poco más de lógica y moral.
Aquí en "ETHAN" leerás lo que una adolescente de catorce años escribió.
En "CHRISTO. Vidas Destruidas" la versión de una mujer que ha llegado a sus veintes.
Ambas versiones tienen lo suyo y no desprestigio mi primera novela, porque es normal que a esa edad no tuviera idea de muchas cosas. Esto es solo para ponerte sobreaviso.
Sin más, espero disfrutes de esta lectura que desde su momento hasta la actualidad hice con mucho cariño y llena de ilusión por sentirme escritora.
Te mando un fuerte abrazo. Nos estamos leyendo.
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