CAPITULO 25

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ZOÉ

Pude convencer de Ethan para que nos fuéramos del instituto.
Me sentía como si alguien me vigilara a pesar de estar en ese pequeño callejón entre esos dos edificio donde difícilmente alguien podía vernos.

Ethan me obligó a no gritar o hacer un escándalo.

Parecía como si me estuviera secuestrando y me estaba dando demasiado pánico y estrés pero me la pasé respirando de una manera silenciosa para poder tranquilizarme y pasar mis dedos sobre la herida de mi mejilla para distraer mi miedo de este hombre.
Al pasar por la entrada del instituto el guardia miró de pies a cabeza a Ethan con el ceño fruncido y este solo se dejó la capucha puesta sin mirar mucho del guardia. El guardia pareció no serle algo de importancia por lo que nos dejó ir.

Cuando pensé en ese momento que ese guardia podría ser mi ayuda simplemente fue otro idiota que no le importa lo que me pase. Suspiré, me mantuve a una distancia de Ethan sin llevarle la mirada en ningún momento hasta que puso una mano en mi pecho y hacerme parar. Sin notarlo, habíamos llegado a un parque que estaba sin muchas personas presentes para ver de una posible violación o asesino.
Comenzó a caminar hasta llegar debajo de un árbol, se tiró con toda la confianza en el césped quedando acostado con las manos en su nuca y mantener sus ojos grises cerrados.

–Siéntate, será mejor que me cuentes todo– dijo él en su típico tono ronco y desinteresado sin abrir los ojos con la cabeza recta al cielo que es cubierto por las hojas de ese gran árbol verde de tallo marrón oscuro, casi negro.

–No ocupo decirte nada– sin pensarlo me senté a su lado pero a una distancia considerable para estar alejada de él. Soltó un fuerte bufido sentándose en el césped, tomar mi brazo y jalarme un poco –No querrás empezar teñida– dijo entre dientes, sin poca paciencia molestándose –Te traje aquí para que dijeras todo así que hazlo antes que me enoje– me soltó de manera brusco. Frunzo el ceño indignada y molesta pero intento no renegar, unas simples palabras y lo pusieron en ese estado –Estudios– balbucee.

–¿Qué?– dijo él con una ceja alzada y cruzarse de brazos mirándome, recargando su espalda en el tallo del gran árbol –¿Solo dirás eso?– gruñó entre dientes –Será mejor que te expliques– refunfuñó.

Abrazo mis piernas y suspiro –No asistí por mis estudios ¿Okay?– dije molesta, lo miré por encima de mi hombro molesta –Bajé demasiado de calificación por estar perdiendo el tiempo en ese gimnasio, mis padres se enteraron y tuve que centrarme mas en mis estudios para que no me devolvieran a casa– mentí pero hablo en el tono serio de siempre por lo que no dudo que se lo esté tragando –Y lo de la pelirroja, tuve unos cuantos problemas con una compañera, llegamos aun trato y pues me quedé como su guardaespaldas– me levanto del pasto sacudiendo de la tierra y de los pequeños trozos de césped en mi ropa dejando en claro que terminé.

–¿Es enserio?– dijo con un tono ronco y algo molesto –Me esperaba mas de ti mocosa– gruñó levantándose del suelo metiendo las manos a los bolsillos de su sudadera pero antes con una mano acomodarse la capucha –Pero si es eso...– parece muy convencido por el tono ya tranquilo en su voz y su cuerpo estar sin las defensas como siempre suele estar la mayoría del tiempo –Vale, está bien– murmuró comenzando a caminar e irse.

Si que es un príncipe...– hablé en mi español de una manera sarcástica y molesta junto en un tono muy bajo por si tenia suerte en que ese tipo lograra escucharme aunque es imposible, camina muy rápido por lo que está lejos ya de mi.

Espero y nunca se entere de mis mentiras.
Aunque no tiene la manera de enterarse ya que él nunca está con personas a mi alrededor que sepan lo que me pasa, además de Alec y Angélica pero Alec no sabe nada de mi y Angélica aborrece de Ethan así que no hay de que preocuparse por suerte.

( ( . . . ) )

De camino a la escuela pasé por una librería para comprarme algo con que entretenerme por un tiempo ya que últimamente tengo mucho tiempo libre además del tiempo que me roba Aline para ser su guardaespaldas ( trabajo que odio con todo, quisiera cambiarme de escuela para no soportarla mas pero hay algo que me obliga a quedarme y nunca irme ).
Al final terminé comprándome una saga que es lectura pesada y se que tardaré un tiempo en terminarme los tres libros ya que no me alcanzaba para la saga completa, tenia que sobrevivir con el poco dinero que mis padres me mandaban, tengo el dinero de la beca pero me aseguro de usar ese dinero solamente para la escuela y tal vez para algo importante.

Al poner los libros sobre el mostrador miro de un sujeto de cuerpo grande, fornido con aspecto rudo y con cara de muy pocos amigos, me limito mas a sacar el dinero de mi pantalón esperando que este diga la cantidad de dinero pero se queda callado. Levanto la mirada preparada para reclamar el porqué tanta atención en mi hasta que el toma primero la palabra –Zoé Torres– murmuró en un tono ronco haciendo los libros de un lado.

Frunzo el ceño mirando del sujeto confundida clavando mi mirada en su mirada profundamente fría azulada, no doy señales para hablar porque no quiero hacerlo y él lo nota –Soy al chico quien dejaste en ridículo en el gimnasio por lo de la puerta– dijo entre dientes, noté el tono de rabia en su voz y suspiré dejando el dinero en el mostrador –¿Podrías solo cobrarme los libros? Debo irme– traté de hablar tranquila, de la nada comienzo a sentir un dolor en mi mejilla derecha, donde me golpeó Aline con su gran cantidad de anillos –Solo...– dijo el chico pasando los libros sobre el lector electromecánico para marcar los libros en la computadora –Quiero decir que mañana son las pruebas, pelearan todos...– comenzó a meter los libros en una bolsa de plástico decorada con un montón de palabras cursivas y en el centro por ambos lados una pluma negra con destellos blancos –Quiero que asistas– dijo serio, tomando el dinero guardándolo en la caja registradora y darme un ticket.

Fruncí aun mas el ceño y extender mi mano para tomar la bolsa junto con el ticket y el cambio –¿Para que me quieres ahí? Yo no peleo, solo entreno– miré al sujeto directamente a los ojos y este arqueó ambas cejas, llevar su mano debajo del mostrador sacando unos separadores de un solo tono de color pero con uno de los extremos la cabeza de un animal con orejas, uno era completamente negro de ojos amarillos y otro de un gris creo que de un tono un poco blanco con largas orejas; al parecer un puma y un conejo.

–Quisiera ver como Ethan vuelve a darte una paliza– dice entre dientes con una pequeña sonrisa en el rostro –Pero mejor aun...– se acercó lo suficiente a mi como para sentir su aliento chocar contra mi rostro, un aliento a mentol fuerte pero que al olerlo es excitante y peligroso –Quiero ser yo quien te de tu merecido...pequeña– se alejó de mi y se puso derecho detrás del mostrador fulminándome con una mirada fría pero no como la de Ethan que me ocasiona terribles escalofríos –Que tengas un buen día, disfruta de tu lectura– me guiñó un ojo sin dejar su rostro serio y con las manos detrás de su espalda.

Sentí como mis manos temblaron un poco, tomé la bolsa con mas fuerza y me fui a pasos rápidos de ahí.

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PERFIL: CHRISHARUKO

ETHAN IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora