Nueva vida
Toni era la típica chica Neoyorquina, viviendo en medio del caos; un padre dedicado y amoroso, una madre alejada y una vida solitaria.
Hija única de padres divorciados y un típico ratón de Biblioteca. Pero su vida había cambiado rotundamente de la noche a la mañana, o eso era lo que pensaba, pues aún tenía mucho por descubrir.
Al parecer ahora tenía madrastra. Sí, madrastra.
Una mujer alta, de ojos azules claros como el mar y una hermosa y perfectamente peinada melena rubia. Su padre la conoció en una de sus típicas reuniones anuales de abogados un año atrás, aparentemente, amor a primera vista. Pues al poco tiempo ya estaban conviviendo como una familia, de esas típicas de telenovelas: los rubios guapos y adinerados.
Elizabeth tenía una mansión en Riverdale, un pequeño pueblo pesquero en Maine donde se dedicaba a manejar un despacho de abogados y cabe decir que el único, así que era una mujer con buenos ingresos.
Ahí estaban los tres, en la terraza de un lujoso restaurante en las calles de Manhattan. Comida italiana, la favorita de Toni.
Un Jughead y una Betty sonrientes dirigiéndose miradas cómplices y luego dirigiéndolas a ella. La morena lo sabía, conocía las tácticas de su padre y ahora de su nueva esposa para soltar una bomba. Sabía que algo les estaba rondando desde hace tiempo y era la hora de que ella lo supiera.
- Toni cariño - el hombre se removió nervioso en su asiento.
- ¡Vamos papá, suéltalo! - habló mitad nerviosa, mitad divertida. Jughead frunció el ceño y la morena sólo rio nerviosa - oh, ¡vamos! Restaurante italiano, miradas fugaces, "Toni cariño". Por favor, el monólogo de siempre para darme una noticia que seguro cambiará mi vida ¡de nuevo! - se irritó.
- ¡Hey tranquila! - Betty tomó su mano - Jughead y yo tenemos una noticia que darte y de verdad lo que más queremos es que esto sea algo bueno para ti - Toni asintió como señal de que continuara. Betty miró al hombre en busca de apoyo.
- Le pedí a Betty matrimonio - Toni soltó a la mujer sin apartar su mirada de ella. La rubia estaba completamente callada esperando su reacción.
La morena se puso de pie y se lanzó en medio de los dos sin importarle donde estaban. Los abrazó con fuerza y después se separó sin quitarles la mirada en ningún momento.
- ¡Eso es una gran noticia papá! - ambos sintieron como un peso se levantaba de sus hombros, ya habían superado la parte que menos les preocupaba - ¡me alegra muchísimo! - se volvió a sentar en frente de ellos. Cuando los vio sonrientes, pero en silencio, suspiró. Había algo más - ¿Qué pasa?
- Toni. Decidí que nos mudaríamos junto a Betty a Riverdale. Ella tiene su propio despacho y tú y yo podemos comenzar de cero en un lugar más tranquilo - sí, ese discurso se lo dio dos años atrás en California y 5 más hacía atrás cuando se divorció de su madre y decidieron que se quedaría con él - sé que es agotador, pero esta vez será diferente - aseguró. Toni se cruzó de brazos y se recostó en el espaldar de su asiento.
- Ya. La verdad no me importa, esta vez no hice amigos y nada me retiene aquí - se cuadró de hombros. La pareja sonrió, relajándose por completo.
- Pensé que sería más difícil - habló el hombre haciendo sonreír a la rubia.
- Sé que te va a gustar Riverdale - el ánimo Betty - también hay ríos y una hermosa plaza, además... - se acercó para hablar más bajo - hay chicos guapos - le guiñó un ojo.
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Mi dulce Toni // Choni
FanfictionToni era la típica chica Neoyorkina viviendo en medio del caos; un padre dedicado y amoroso, una madre alejada y una vida solitaria. Hija única de padres divorciados y un típico raton de biblioteca. Pero su vida había cambiado rotundamente de la no...