Capítulo 15

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Antes de dejar el nido

La mañana siguiente de aquel maravilloso Domingo, había sido perfecta para Cheryl. Al despertar, se encontró con la escena más linda que una mujer podría desear. A su lado, estaba Toni apaciblemente dormida, boca abajo y sobre su espalda, un pequeño cuerpecito reposaba. Byron se había colado en su habitación en algún momento de la madrugada y ahí estaba con su patito de peluche y el pulgar en la boca. Se veían tan hermosos, que no pudo evitar tomar una foto; se giró y cogió su celular de la mesita de noche. Aquello lo tenía que grabar. Les sacó varias fotografías y después volvió a su posición. Se quedó ahí, observándolos dormir por un rato más, hasta que vio a Toni abrir lentamente los ojos, sin hacer un solo movimiento.

- ¿Lleva mucho tiempo ahí? - su voz salió ronca.

- No lo sé... Supongo que se pasó a la madrugada - Toni entonces sonrió.

- Estoy atrapada - hizo un mohín, haciendo reír a la pelirroja.

- Parece que el pequeño príncipe encontró comodidad en tu espalda mi amor, y no lo culpo - se acercó y le regaló un pequeño beso en los labios. El movimiento en el colchón hizo que el pequeño se despertara refunfuñando - ah, mira. Buenos días remolón - Cheryl le regaló un beso sobre la cabeza.

- Tengo hambre - ambas mujeres se echaron a reír con aquello.

- Vamos a desayunar - la pelirroja salió de la cama y tomó en brazos al pequeño, bajo la mirada de Toni - ¿no vienes?

- Ya bajo, solo me pongo algo y voy - Cheryl asintió y salió de la habitación junto a Byron.

Unos minutos más tarde, Toni se unió a los demás en el comedor. Tomaron algo ligero ya que pasarían el día por fuera. Decidieron hacer un picnic en un hermoso lago, a 15 minutos de la casa de Maggie. La tarde fue amena, tranquila y llena de risas.

Explicarle a Byron que debían irse, fue lo más difícil. El pequeño en un comienzo hizo un millón de preguntas y hasta pidió que lo llevaran con ellas; sin embargo, lograron convencerlo de que sería algo temporal y que en un par de semanas Maggie iría a visitarlas. El lunes al medio día regresaron a Riverdale. Aquel día era libre, ya que era festivo, así que no tenían mucho afán por llegar. Unas horas más tardes, el coche se estacionó en la casa de su hermana.

- ¡Hola peque! - Jughead prácticamente le saltó encima a su hija.

- Papá... Me ahogas - el pelinegro la soltó y ambos sonrieron.

- Hola Cheryl - se acercó a la pelirroja y también la abrazó.

- Hola suegrito - le pinchó, ganándose una mirada de pocos amigos.

- Cheryl, déjalo... - la rubia se hizo notar, mientras salía de la cocina - ¿cómo están? ¿Qué tal el vuelo y la estadía? - la pelirroja se acercó y le dio un beso, haciendo lo mismo con su pancita.

- Bien, Maggie es otra - Toni asintió sonriente - y al parecer, tenemos un hijo - Jughead y Betty las miraron con el ceño fruncido.

- ¿Un hijo? - interrogó el pelinegro. Toni asintió, sacó su celular y les mostró algunas fotos de Byron, que le tomaron durante los paseos.

- Se llama Byron, papá - dijo sonriente la rubia - Maggie se está haciendo cargo de él; bueno, es su mamá adoptiva.

- ¿Cómo es eso? - los cuatro se dirigieron al salón y se pusieron cómodos.

- Bueno, Byron es huérfano hermanita - habló la pelirroja - sus padres murieron un año atrás y había caído en una casa de acogida donde lo maltrataban. Maggie es ayudante en un hospital y ahí fue donde con ayuda de una amiga logró obtener la custodia del pequeño - Jughead y Betty estaban asombrados; en especial Jughead. No recordaba a Maggie tan caritativa, bueno; no fue la peor mujer del mundo, fue buena y atenta, sin embargo, siempre vivió por los lujos y el criticar. Pero en el fondo, aquello lo agradecía - Byron no le dice mamá, le dice tía.

Mi dulce Toni // ChoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora