CAPITULO 24. Amigos

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Era la hora del almuerzo del día siguiente, todo mundo estaba esparcido y el ruido alcanzaba a hacer eco en el gran salón de la cafetería, pero entre aquel desorden Yamato miró hacía la mesa de los de último grado y cruzó miradas con Kakashi. Desde la distancia le sonrió, lo que provocó el sonrojo del peliplata. Aquel gesto había puesto tan nervioso a Kakashi  que inmediatamente desvió la mirada y se enfocó en comer de su almuerzo de manera torpe. 

-Pero que manera más tonta de sonreír -pensó Kakashi un poco enojado, parecía un niño pequeño. Le molestaba aquella actitud segura y simple que Yamato tenía y no entendía cómo es que eso lograba distraerlo bastante. 

Yamato, quien lo observaba a lo lejos, aquellos movimientos exagerados del peliplata le causaban algo de gracia y ternura. Quería acercarse a él en ese momento, pero no sabía como. A pesar de que en varias ocasiones había estado en aquella mesa, ahora y después de lo que había pasado el día anterior, se sentía nervioso. Básicamente ambos habían aceptado salir, pero, ¿cómo deberían ser las cosas ahora?

Estaba a punto de pararse de su mesa, pero unos chicos de su salón de clases lo detuvieron y taparon la imagen del peliplata que tenía al frente. 

-¡Oye Yamato! Hoy iremos  a tomar algo después de clases ¿vas?

-Lo siento chicos...no podré acompañarlos... -contestó Yamato nervioso

-¿¡Ahhhg! ¡¿Qué dices?! Ya te teníamos contemplado...muchas chicas iban a ir solo por ti... -dijeron los chicos desilusionados.

Yamato solo rió. Iruka, quien también estaba cerca, al escuchar la respuesta de Yamato solo chasqueó los dientes a modo de fastidio y se cruzó de brazos. Le parecía estúpido que su amigo estuviese conviviendo demasiado con los de último año  y aunque Yamato no lo hubiese mencionado, él sabía que lo más seguro es que saldría con ellos. Pero no le dijo nada, no tenía caso tratar de convencer a alguien que ya había tomado una decisión y más si se trataba de Yamato, al menos conocía muy bien esa parte de él, era bastante determinado. 

...

Había llegado la hora de salida y el grupo de Kakashi comenzaba a salir del salón. 

-Hoy pagarás la primera ronda Anko.. -dijo Ebisu en voz alta mientras se colocaba la mochila al hombro. 

-Por tu culpa perdimos tiempo yendo hasta allá -comentó Asuma.

-¡Cállate idiota! Tu ni siquiera llegaste -le gritó Anko a Asuma.

El grupito peleaba ya que el día anterior, Anko había mencionado una promoción en el bar de Ichiraku, sin embargo, aquella promoción era válida para el siguiente día, osea hoy. Anko solo había dicho aquello de broma solo para ayudar a Yamato, pero nunca imaginó que la promoción existiera, así que ahora tenía que pagar su mentira de cierta forma. 

Todos los chicos salían del salón, como siempre, Anko iba liderando. Se detuvo en seco en medio del marco de puerta. Ahí estaba nuevamente, Yamato se encontraba parado enfrente, en el pasillo. 

-¡Woahh! ¡Ya-ma-to kun! ¡Aquí estás de nuevo! -dijo Gai con la misma emoción de siempre, chocando puños con él y luego rodeándolo del cuello para recargarse a un costado de su hombro.

Yamato sonrió nervioso. Anko lo miraba muy seria, quedándose de pie en el mismo lugar, dejando que los que la seguían la rodearan para salir.

-¡Oh Yamato! ¿Qué haces de nuevo por aquí? -preguntó Ebisu en cuanto lo vio.

En ese momento, Yamato dejó su risa y su rostro se puso más serio, pero no parecía tener el aura oscura del día anterior,  al contrario, se veía muy tranquilo.

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