Capítulo 22. Que quede claro

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Los cuerpos de ambos entraron al salón. Yamato recargó a Kakashi contra la pared, justo a un lado de la puerta, la cual deslizó enseguida para cerrarla. 

Yamato tenía un brazo estirado, recargado sobre la pared, a un costado del peliplata, mientras el otro lo mantenía suelto, terminando de cerrar la puerta. Después le sonrió a Kakashi, con esos ojos entrecerrados que lo hacían lucir angelical, aunque el peliplata los sintiera como estar en la trampa de un demonio. 

-¿Enserio pensaste que salía con ese chico? -preguntó Yamato  sin quitar la sonrisa, en realidad solo quería escuchar a Kakashi decir que estaba celoso. Estaba disfrutando bastante del nerviosismo del peliplata que percibía en las expresiones del contorno de sus ojos, tan alertas. 

Kakashi se dio cuenta de que el castaño estaba divirtiéndose, le parecía exagerada su manera de acercarse y de confiar demasiado en su fuerza. Esa sonrisa era como golpear su ego como una persona que era mayor que el castaño, no podía quedarse ahí parado como si fuera incapaz de hacer algo. A pesar de que su cuerpo no respondía como él lo deseaba, intentó quitar el brazo de Yamato que tenía a un costado suyo, pero antes de que pudiera completar su movimiento el castaño lo agarró de la muñeca con fuerza y la llevó contra la pared, dejando en una posición más incómoda al peliplata. Yamato acercó su rostro al de Kakashi, esta vez abriendo los ojos lentamente, pero sin que aquella sonrisa maliciosa desapareciera. 

-¿Y bien? -le preguntó el castaño, exigiéndole una respuesta al peliplata.

 Kakashi se dio por vencido, estando de esa manera sabía que no podía derrotar en fuerza a Yamato, así que desvió la mirada, era incapaz de responder a eso mirándolo a los ojos, era demasiado vergonzoso. 

-Si... -respondió finalmente el peliplata.

Yamato dejó de sujetarlo, dio un paso atrás y soltó una pequeña risa que intentaba esconder con una de sus manos. Eso había sido suficiente para que estuviera seguro de que Kakashi sentía algo por él. 

Mientras el peliplata reacomodaba su cuerpo, Yamato volvió a recordar la vez en que lo tenía debajo suyo, recostado en su cama, con el rostro sonrojado y tratando de esconderlo entre uno de sus brazos. Esa noche se había detenido porque se vio reflejado en él, aquella primera vez en que estuvo con Kinoe también hizo lo mismo. Él tenía esa misma cara que dejaba ver sus más sinceros sentimientos y pensó en que Kakashi también estuviese sintiendo lo mismo en ese momento. Por eso se detuvo, porque no quería que el peliplata creara un vinculo emocional con él, cuando solo se trataba de pasar una noche.  Pero para sorpresa de Yamato, los días que le siguieron a ese, no podría dejar de pensar en el peliplata.

Después de lo que Asuma le había dicho, aceptó que él también sentía algo por Kakashi, que a pesar de que aquel sentimiento surgió por nostalgia, después de todo era real y si Kakashi sentía lo mismo en ese momento, no dejaría ir la oportunidad, no cometería el mismo error que con Kinoe. Estaba de acuerdo con Asuma, esos sentimientos en algún momento desaparecen y no quería que Kakashi dejase de sentir eso por él, al contrario quería resguardar esos sentimientos y hacerlos crecer. Estaba completamente decidido a lograrlo, pero no era el único que tenía que aceptarlo, eso también dependía del peliplata. 

-¿Qué es tan gracioso? -dijo Kakashi mientras sobaba su muñeca, la cual estaba algo roja por la presión que había hecho Yamato.

-Lo siento -pidió disculpas el castaño al ver lo que había hecho con el peliplata. Hubo unos cuantos segundos de silencio, Yamato no sabía bien por donde empezar y estaba seguro de que Kakashi no diría nada si el no preguntaba- Kakashi... -comenzó a hablar con tono serio- ¿tú también sientes lo mismo que yo cierto?

El peliplata mantenía la mirada gacha, siguiendo con el masaje en su muñeca, con el único fin de no responder a la pregunta. Estaba bastante apenado por responder a aquello, no podía creer lo que estaba pasando, un hombre estaba expresándole sus sentimientos sin ningún problema. En las palabras de Yamato no existía ninguna duda- ¿con cuántas personas ha hecho esto? -llegó a pensar el peliplata.

Two boysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora