[] KATSUKI BAKUGŌ • ESCENARIOS []

PANDILLA

—¿Es ella?—preguntó el pelinegro.

—Hermano—silbó el rubio asombrado—sí que te has sacado la lotería.

—Alguien se acerca—divisó el pelirrojo a lo lejos.

—¿Hum?

—¿Quién mierdas es ese?

Antes de que el de cabellos cenizos pudiera intervenir entre la femenina y el chico, Eijiro puso un brazo frente a él para impedir su paso.

—Espera, Bakugo. No podemos intervenir sin más.

—¡Claro que podemos!—sonrió Denki—. Hasta nos hemos arreglado correctamente para este momento.

—Os olvidáis de un pequeño detalle—suspiró Hanta—. Es chica de ahí no conoce a Bakugo.

—Cierto—cayó en la cuenta—. Ni siquiera se ha presentado como es debido.

—¡Cállate!—bramó Katsuki—. Ningún otro hombre puede acercarse a ella en mi presencia.

Apartando el brazo de su mano derecha y segundo al mando, de una bofetada, comenzó a dirigirse hacia su objetivo a paso pesado.

—Vamos a tener que ir detrás de él, ¿verdad?

—Eso parece.

—¡Chicos!—gritó Eijiro alarmado—. Tenemos compañía.

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—¡Oi, tú!—tomó al chico del hombro haciendo que este se girase hacia él.

—¿Hm?

Simplemente su mirada le irritaba. Era como si ese tipo se creyera superior a él, y eso era lo que más podía llegar a odiar Katsuki.

—¿Ah? ¿Qué es esa mirada?—formó una amplia sonrisa sádica—. ¿Te crees mejor que yo o algo, pequeño trozo de mierda?

—¿Y tú de dónde has salido?—no apartaba la mirada de la del cenizo—. ¿No ves que estoy ocupado?

Levantó su vista hacia donde se encontraba la femenina, pero ya no estaba. Sin embargo, todavía se podía ver a lo lejos cómo un grupo de hombres la traía a rastras, sin muy buenos tratos.

—¡¡He dicho que me soltéis, imbéciles!!

—Bakugo—el pelirrojo hizo a Bakugo retroceder un paso.

—¿Qué mierdas creéis que estáis haciendo?

—Son ellos—deslizó un bate de metal por las manos del ojicarmín.

—Tsk. ¿Estás seguro?

—Completamente.

—Así que vosotros sois esa banda a la que tanto se le ha subido la fama a la cabeza—rió con diversión—. Entonces tú debes de se su líder—señaló al Katsuki.