#6: Las Tres Mujeres

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Alexis

Una luz daba directo a mis ojos, obligándome a abrirlos. La luz me cegó y gire el rostro, me moví y de inmediato un pulsante dolor me atravesó la espalda. Gemí de dolor y note que estaba cubierta por una sabana. No recuerdo haberlo echo.

Me incorpore lentamente, pero la tela de la blusa que tenia me rosaba haciendo, obviamente, que me ardiera. Gimotee y al fin logre sentarme. Estaba sola, a mi lado estaban las sabanas revueltas. Toque el espacio vacío, aun seguía tibio. 

Me quede ahí por un rato pensando en lo lindo que ha de ser tirarme por la gran ventana que mostraba un lindo cielo azul con nubes blancos y esponjosas. 

Unos débiles toquidos en la puerta me sacaron de mi trance. Mire hacia la puerta y de nuevo sonó levemente la madera. Si fuera Zain jamás abría tocado. 

- ¿Qui-quien? - pregunte con voz temblorosa. 

- Soy yo, ¿puedo entrar? - no me había dado cuenta que no estaba respirando hasta que solté un suspiro. 

- A-adelante.

La puerta se abrió lentamente, dejando ver a Ashley. Esta me sonrió de forma tímida y se acerco a mi. Hizo una mueca, incomoda. 

- No te miras muy bien - sonrió en forma de disculpa e intente regresarla pero creo solo pude hacer otra mueca como ella.

- Gracias... creo - sonrió mostrando sus dientes blancos y bonitos. 

- No me lo tomes a mal. Lo que pasa es que te veo demacrada y... - aparto la mirada y mordió nerviosamente su labio - anoche... anoche escuche como gritabas - murmuro con la vista clavada al suelo.

Sentí el rubor cubrir mis mejillas. La vergüenza me dio de golpe. Que ella lo supiera, o los demás, me hacia en serio querer saltar por la ventana. 

- Oh... por favor, no llores - pidió suavemente Ashley y se sentó al borde de la cama. 

Ni siquiera me di cuenta que lloraba. Seque con el dorso de la mano mi mejilla húmeda. La mire, ella me miraba compasiva. Con lastima, mejor dicho. Lo odiaba, siempre he odiado que me miren así. 

Desvié la mirada y nos quedamos en un incomodo silencio por unos minutos hasta que decidí hablar. 

- ¿Desde cuando estas aquí?

- Como... dos años - respondió en voz baja. 

- ¿Dos años? - susurre aterrada. No creo soportar tanto. - y, escuche que hay otra, ¿no? - fruncí la frente y Ashley asintió. - ¿Cómo se llama?

Hizo una mueca de desagrado.

- Nora, la "favorita" - hizo comillas con sus dedos en el aire - según ella, claro. El amo Zain no tiene favoritas. 

- ¿Por que el tiene tres mujeres? - sacudí la cabeza - es decir, ¿en el dia lo hace con una y otra en tarde y la otra en la noche?

Ashley rio suave y sacudió la cabeza, divertida. 

- Algo asi se podría decir - lo sabia - pero al amo Zain le gusta hacer a veces... cosas.

- ¿ Que cosas? - me arrepentí de inmediato haber preguntado.

- Pues... tu sabes... tríos - murmuro la ultima palabra mientras fruncía la nariz. 

Vaya, ya era suficiente que me violara y golpeara en privado. Pero que lo hiciera enfrente de ellas... 

- Bueno, eran de cuatro pero como la otra chica... - hizo una pausa con la vista perdida en el piso - ... como ella murió por eso son trios ahora. 

Un escalofrió paso por mi espalda. Senti la necesidad de preguntar como murio y no me reprimí. 

- ¿Como paso? Es decir...

- Su nombre era Tiffa - sonrió triste ante el recuerdo - ella era muy bonita. Al amo Zain le gustaba mucho y eso hizo enojar a Nora. - se relamió los labios- digamos que tiffa "desobedeció" una orden del amo Zain y... - trago duro, ya con los ojos cristalinos- ... y tuvo que pagar por eso. 

No debía presionar, se notaba que eran unidas ya que aun le duele. Pero mi maldita curiosidad nunca se queda quieta. Además si quiero salir de esta debo informarme de todo. 

- ¿Como la castigaron? - la mire con cautela. 

- La azotaron, ella no lo resistió y... - su voz se apago cuando un sollozo salió de sus labios.

La culpa se acumulo en mi pecho. Me arrastre hasta ponerme a su lado, no sin gemir o hacer muecas de dolor. Pase mi brazo por sus pequeños hombros, dándole un pequeño abrazo. 

Decidí cambiar de tema.

- Entonces todas estamos obligadas a llamarlo "amo" - mi pregunta sonó a afirmación. 

- Así se demuestra respeto hacia el. 

- Respeto - repetí incrédula - por dios, el es un salvaje. Ayer me golpeo...

Se alejo de mi y me miro preocupada.

- Lo siento, vine para ver si necesitabas algo...

Ashley no pudo terminar al escuchar que alguien toco la puerta. Samira entro y puso mala cara al verla. 

- Ashley, si el amo Zain te mira aqui te castigara dejándote a solo pan y agua - dijo Samira suave pero firme. 

- Lo se, solo quería asegurarme de que Alexis estuviera bien - respondió la rubia y sorbio de su nariz. 

- Bueno, no importa. No dire nada pero que no se vuelva a repetir - advirtió apuntándonos y dándonos una cálida sonrisa. Poso su vista en mi - el amo Zain quiere que bajes a desayunar con el. 

- Dile que no, gracias - dije la ultima palabra con todo el sarcasmo que había en mi. 

- Al amo Zain no le gustan las mujeres desobedientes - se escucho una voz femenina en la puerta que yacía abierta. 

Todas giramos en esa dirección y pude visualizar una chica con cabello marrón, hermosa tengo que decirlo, mostraba orgullosa un escotado vestido entallado color fuego. Sus ojos azules me inspeccionaban con detalle. 

- Tu debes de ser la nueva, ¿no? - volvió a hablar, alzando una ceja perfectamente depilada.

- Nora, al amo... - empezó Samira pero Nora la corto de tajo.

- Al amo Zain no le gusta que estén aquí, bla, bla, bla - movio la cabeza en gesto aburrido y sonrió - ya se las reglas, no te preocupes. Pero en este caso Ashley tampoco debería estar aqui. Seria una pena que el amo se enterara ...

- Pues si el se entera tu también saldrías mal parada, Nora. Piénsalo - contra ataco Ashley con una mirada retadora. 

Nora apretó la mandíbula y dio media vuelta, no sin antes mirarnos por encima de su hombro y decir:

- Cuídate, Ashley. La casa es muy grande y las escaleras muy largas - sonrio con maldad - un accidente seria una pena. 

Me miro por ultima vez y desapareció de nuestra vista. No cruce palabra alguna con ella pero ya esta en mi lista negra. 











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