#12: El beso

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-¿Lo harás? - pregunto Zain con una ceja alzada y una sonrisa traviesa en su rostro. No se porque cuando sonreía de esa manera algo dentro de mi estomago se movía, creo tengo gases. 

-Si, lo hare - respondí. No tenia otro opción. 

Su sonrisa se ensancho, de la misma manera cuando lo conocí, como un niño ante su nuevo juguete. 

-Bueno, abre la boca - dijo y mi mandíbula se apretó. Es un sucio, el de seguro quiere que yo se la...  - y cierra lo ojos - fruncí el ceño, confundida - anda. 

Puse los ojos en blanco antes de hacer lo que me ordeno. Cerré los ojos y entreabrí mis labios, esperando lo peor. Pero  no paso. Sentí una de sus manos acariciar mi mejilla y su otra mano la introdujo por mi suéter roto, trazando dibujos con sus dedos en mi estomago. Todo mi cuerpo se estremeció. 

Su aliento cálido se mezclo con el mío y luego sentí sus labios en la comisura de mi boca. Sin querer un suspiro salió de mi parte y lo sentí sonreír, sus labios estaba tan pegados a los mío.

Una alarma sonaba en mi cabeza. "ABORTAR MISION. ABORTAR MISION. DEJA TE..."

La mande callar cuando su nariz acaricio la mía y yo no lo podía creer. No entendía como alguien que podía ser tan salvaje también podría tocar con tanta dulzura, con tanto cuidado... 

Toda mi mente se nublo cuando su lengua paso entre mis labios y otro suspiro escapo mientras mi corazón latía fuertemente, rece para que el no pudiera sentirlo. Cosa que era imposible, su pecho estaba tan pegado al mío. 

Justo cuando pensé que no podría aguantar mas , sus manos subieron por mi espalda desnuda hasta que sus dedos se cerraron en mi cabello y entonces, sus labios chocaron suavemente con los míos. Se quedo quieto al notar que yo no reaccionaba, ya que no podía porque mi cabeza tenia una lucha interna. 

-Bésame - me pidió en una suplica - bésame, necesito que lo hagas. Necesito estar seguro...

Trague el maldito nudo de emociones que se había instalado en mi garganta y Zain volvió a besarme. Lentamente fui respondiendo a su beso, sus labios carnosos y suaves se movían con experiencia sobre los míos.

Lentamente introdujo su lengua sin permiso a mi boca, sacándome un pequeño gemido. Su sabor me deleito, era dulce, jamás había probado algo igual. Sus manos tomaron mis mejillas mientras su lengua se movía contra la mía. Mis manos fueron a dar por si solas a su cabello despeinándolo.

Partes de mi cuerpo que no sabia que se podían calentar lo hicieron, y muy rápido. Sus labios ahora se movían feroces sobre los míos, tomando por completo el control. 

Abrazo mi cintura con fuerza, apretando nuestros cuerpos y haciéndome consiente de la erección en sus pantalones. El sentirlo hizo que un pulsante calor se extendiera en mi entrepierna. 

Mi respiración era tan pesada y me estaba faltando el aliento pero no importaba. Quería seguir, lo necesitaba tanto como el.

Nos separamos cuando ya no pudimos mas. Abrí la boca en busca de oxigeno y mis labios palpitaban. Abrí los ojos lentamente y me encontré con su mirada miel oscurecida. Los labios los tenia rojos e hinchados y su cabello daba a todas direcciones. Dándole un aspecto sexy y salvaje a la vez.

Nos miramos por un largo rato, olvidándonos de todo por un momento. Solo el y yo, Y mis bragas húmedas ...

¡IGNOREN LO ULTIMO, IGNOREN LO ULTIMO!

-¿Que cosa era? - pregunte en un hilo de voz y su ceño se frunció ligeramente - dijiste que... necesitabas estar seguro. 

- Es que no entiendo que me pasa contigo... - peino mi cabello hacia atrás, apartando los mechones y volvió a cunar mis mejillas entre sus manos - Eres tan hermosa, Alexis. Tan inocente... 

-Yo no soy inocente...

-Si lo eres. No sabes toda la mierda que hay buscando gente como tu para hacerla pagar por los errores de otras personas.

Mi ceño se frunció profundamente sin poder entender a lo que se refería. ¿Qué tenia que ver eso ahora mismo?

-No entiendo.

- No importa - soltó un suspiro - mientras estés conmigo todo estará bien. Te mantendré segura, lo prometo.

Sonaba tan sincero que parecía otra persona. Sus ojos, oh sus ojos, me miraban como si yo fuera la cosa mas maravillosa del mundo.

Mi cabeza daba tantas vueltas que comenzaba a dolerme. Gire mi cabeza y lo empuje, rompiendo la burbuja en la que nos encontrábamos, volviendo a la maldita realidad.

-¿Como puedes decir eso? - sacudí la cabeza suavemente - ¿si te das cuenta de lo que has hecho? ¿Te das cuenta de que nadie en este mundo me ha lastimado mas que tu? 

El brillo de sus ojos murió. Mierda. 

-Créeme, pequeña, hay peores que yo y te aseguro que lo te he hecho n es nada comparado con lo que ellos te harán - dijo con la mandíbula apretada y cerrando los puños. ¿Ellos? - prepara tus cosas que nos vamos a Londres. 

-No tengo nada - dije obvia, alzando ambos brazos - además, yo no planeo compartir el mismo espacio que la perra de Nora. 

Zain me miro fastidiado.

-Nora y Ashley se quedan.

-¿En serio?

-¿Eres sorda?

Mierda, al parecer volvió a ser el mismo Zain junior. 

-No - espete mirándolo mal.




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