reunión en el torneo

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Un pequeño bote era mecido por las olas del mar mientras dos personas, exactamente un niño y una adolescente, remaban a contracorriente o más bien solo la chica lo hacía pues el niño no tenía remos que utilizar.

      
- rema rema tu bote, rema sin cesar...

- ¡puedes simplemente callarte!

- ¡bueno lo siento si estoy aburrido!

- ¡no estarías aburrido si me ayudaras a remar! - le recriminó Lilly

- !lo haría pero ohhh sorpresa, lanzaste mis remos al mar!

- ¡ya dije que lo sentía, es que tenía miedo de ese tiburón!

- !lo podría haber matado en menos de diez segundos!

- ¡cállate y mira! - le dijo apuntando detrás suyo - ¡¿esa es la maldita isla?!

        
Ichiro se dio la vuelta para vislumbrar la silueta de una casa en medio del mar y con total alegría grito que esa era kame-house, con esa afirmación la chica comenzó a remar con más fuerza para llegar cuanto antes y en pocos minutos el bote se encalló en la arena de la pequeña playa.

       
- no hay nadie... - se dijo a sí mismo Ichiro, pues no podía sentir ningún ki dentro de la casa - iré a revisar la casa, quédate un momento aquí

- bien, aprovecharé y me cambiaré de ropa estoy toda mojada

        
Sin prestar mucha atención a las palabras de su compañera Ichiro entro en la pequeña casa rosada, observando unos platos sucios en el fregadero y la televisión apagada, según sus deducciones este lugar llevaba vacío al menos unas cuatro horas pero eso no tendría sentido pues deberían haberse encontrado con los habitantes de la casa mientras viajaban, cosa que no pasó. Cuando volvió a salir se encontró con el nuevo atuendo de Lilly, unos pantalones deportivos de color rosa pastel y una musculosa blanca con el logo de la corporación capsula en el lado izquierdo del pecho, además de sus zapatillas negras.

     
- si que te cambias rápido - observó Ichiro y volvió a hablar antes de que Lilly pudiera - no hay nadie en la casa pero seguro no tardan en volver, esperemos por el momento

- todo ese recorrido para que me digas que no hay nadie...

- no te quejes, tu querías venir - le contesto y se sentó en una reposera cercana - dormiré un poco

- bien, voy a entrenar mientras espero

      
Con el sonido de las olas chocando entre sí y una pequeña brisa agradable Ichiro comenzó a quedarse dormido, a lo lejos también podía escuchar como Lilly entrenaba y con el pensamiento de volverse mas fuerte se durmió por completo.
Un grito agudo rápidamente sacó a Ichiro de su sueño, aún somnoliento escaneo la zona en busca del problema y rápidamente lo encontró, el maestro Roshi estaba delante de Lilly mientras esta se cubría los pechos, con rapidez se movió entre el maestro y su amiga mientras al mismo tiempo calculaba cuantas horas había estado dormido.

      
- no es de buena educación molestar a una dama - le recriminó Ichiro - "ya está anocheciendo, debo haber dormido unas tres horas"

- ah... - Roshi se sorprendió de la velocidad del niño y luego río - tampoco lo es irrumpir en casa ajena muchachito

- no me diga así, tengo un nombre

- ¡dale una paliza Ichiro! Es un maldito pervertido - le grito Lilly desde atrás mientras se alejaba del viejo

- nada de eso, aunque sea un pervertido debemos tener respeto por el gran "Dios" de las artes marciales, ¿verdad Roshi?

- parece que me conoces niño, ¿por qué no entramos y conversamos adentro?, ya está empezando a hacer frío aquí afuera

Ser Un Saiyajin No Es FácilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora