Ser Un Saiyajin No Es Fácil

el estudiante que se volvió maestro 2

El sol estaba en su punto más alto, Ichiro estaba bajo la sombra de uno de los pocos árboles cercanos a la laguna, en su mano descansaba la esfera de siete estrellas, sin el rastreador y sin las demás esferas esta le era totalmente inútil, pero ya podría darle un uso adecuado.
Volvió a la casa de Paul donde el mismo ya se encontraba cocinando el almuerzo, se dirigió a donde recordaba era el baño y se dio una ducha, el haber entrenado por dos horas lo había hecho sudar mucho y más estando bajo el sol, si iba a entrenar a Lilly necesitaría estar fresco como lechuga.

Las horas pasaron sin demora y ya eran las tres de la tarde, Lilly estaba saliendo de su escuela mientras conversaba con dos de sus amigos, en vez de su uniforme habitual en ese momento Lilly vestía con el uniforme de educación física cosa que confundió a sus acompañantes.

      
- ¿sabes qué hoy no hay educación física verdad? - le cuestionó Gérard

- es cierto y has actuado muy rara todo el día - acompañó Madeleine

- bueno es que hoy iré a entrenar - dijo orgullosa

- ¿tu...?

- ¿entrenar...?

      
Ambos intentaron mantener su risa bajo control pero fallaron y pronto se estaban carcajeando en la cara de su amiga, pero luego de que ella los viera con malos ojos se calmaron casi al instante.

    
- como les decía, hoy entrenare con un gran maestro y lo mejor es que no me cobrara nada pues me debe un favor

- ¡¿podemos ir?! - dijeron los dos al mismo tiempo, emocionados por conocer a una maestro de las artes marciales

- ah... pasa que estaremos entrenando muchas horas y no quisiera que ustedes... - con el paso de sus palabras su voz comenzó a bajar hasta casi ser inaudible

- ¿qué? - dijo Gérard acercándose un poco

- ¡no quisiera que sus padres los regañen por andar hasta tarde por las calles!

- Lilly, ambos tenemos diecisiete somos mayores que tu - le dijo Madeleine

- solo por algunos meses - dijo desviando su roja cara

- bueno como sea, Gérard vamos a mi casa a divertirnos - le dijo guiñando un ojo, pero el chico debió mal interpretar dicha acción pues su cara se puso roja

- s-si tú guiame... adiós Lilly - dijo por lo bajo y comenzó a seguir a Madeleine

      
Ambos se alejaron dejando a la chica sola, sin darle demasiadas vueltas al asunto comenzó a dirigirse al lago, donde Ichiro le había dicho que la esperaría pero en la esquina y sin que ella lo supiera sus dos amigos habían vuelto para seguirla

      
- ¿en verdad pensaste que iríamos a mi casa?

- no en verdad... - dijo avergonzado Gérard

- entonces sigamosla ya quiero ver a ese gran maestro suyo

        
Ichiro estaba dando algunos golpes al aire combinados con patadas, se detuvo al sentir un ki detrás suyo y al voltear se encontró a Lilly con unos shorts azules y una camiseta blanca que resaltaba sus pechos, cosa que lo hizo ruborizarse un poco.

     
- al fin llegas, pensé que te habías arrepentido - dijo intentando concentrarse en otra cosa

- eso nunca, seguiré con esto hasta el final

- que bueno que lo digas pero ¿por qué llevas puesto eso?

- ¿esto? - dijo señalando su atuendo - dijiste que usara algo cómodo y que más cómodo que el uniforme de educación física