Ser Un Saiyajin No Es Fácil

Raditz aparece, Ichiro entra en acción

Tras dos años más de un duro entrenamiento Ichiro habia recibido una invitación por parte de Goku para encontrarse en la casa del maestro Roshi, por lo que ahora se encontraba tranquilamente viajando a la casa de su primer maestro en su nube voladora, mientras viajaba pensaba en si sería capaz de cambiar el pensamiento de Raditz sobre la tierra y volverlo uno de los buenos, pero consideró que tal vez sea imposible, más teniendo en cuenta que posiblemente la patrulla del tiempo considere eso un cambio grave en la linea temporal, pero de todas formas lo intentaría, cuando finalmente llegó a la pequeña isla ahí solo se encontraba Krilin, ni siquiera Bulma había llegado, apenas tocó la arena con sus botas de combate Krilin le tiró una mirada de envidia pues el chico había superado ampliamente su estatura.

     
- ¿cómo está maestro? Hace mucho no lo veo - les dijo con una sonrisa

- estoy tan saludable como una tortuga chico - dijo el viejo Roshi riendo

- ¿y qué tal tu pelado? Veo que no has crecido - le comento burlándose

- golpe bajo - comentó el maestro también burlándose

- jaja muy chistosos - dijo cruzándose de brazos y mirando hacia otro lado

- solo era una broma Krilin, no te lo tomes personal - dijo acercándose y golpeando amistosamente el hombro del más bajo, aunque para hacerlo tuvo que agacharse un poco

     
Antes de que pudiera contestarle, una nave amarilla aterrizó a pocos metros de ellos, conociendo muy bien de quién se trataba sonrieron y esperaron que su amiga bajara del vehículo. A los pocos segundos de la nave bajo una muchacha que rozaba los treinta años pero que aparentaba ser mucho más joven, se dirigió a ellos con una sonrisa y comenzó abrazando a Ichiro que torpemente la recibió, luego pasó a Krilin y aunque el maestro Roshi esperaba con los brazos abiertos lo único que recibió fue un golpe en la cabeza, ella ya no se fiaba del viejo y menos con la expresión que traía en esos momentos, por eso decidió no arriesgarse.

     
- no has cambiado nada Bulma - dijo el maestro algo adolorido

- callese mejor no diga nada - le dijo  cortante y luego se dirigió a los chicos - ha pasado un tiempo, ¿cómo han estado?

- todo tranquilo por suerte - dijo Krilin con una sonrisa en su rostro

- pues bastante bien, me he vuelto tan fuerte como Goku - dijo Ichiro dando algunas patadas y golpes al aire

- ahora que lo dices, ¿cuál fue tu entrenamiento con Kamisama?

- si hubieras ido lo sabrías enano - antes de que Krilin se quejara continuó - me dijo que no podía revelar el entrenamiento, si quieres puedes ir e intentarlo

- hm bien lo haré - dijo resignado y enojado consigo mismo por no haber ido a entrenar con ellos hace 5 años

       
Los cuatro siguieron hablando de cosas amenas por unos minutos, más que nada reviviendo viejos momentos de cuando buscaban las esferas del dragón, Ichiro se mantuvo al margen en esos momentos pues aunque si los había visto en la serie él nunca participó de dichos eventos, mientras los escuchaba en silencio sintió el ki de Goku acercándose a la isla, junto con otro mucho más pequeño.

      
- Goku ya llegó - dijo seguro de sus palabras

      
Tal y como dijo apenas seis segundos después una nube dorada frenó frente a la casa, sobre ella estaba Goku y se encontraba cargando en brazos a un niño de unos cuatro años.

      
- hola muchachos

- ¡Goku! - gritaron Bulma y Krilin

- ¿cómo han estado?