Una vida contigo

Capítulo 24: Recuerdos amargos

Era de noche, esta miraba por la ventana la casas de la aldea preguntándose como estarán sus amigos del futuro.

Vamos Sakura no pienses tanto en eso, o voy a enloquecer. Piensa en esta aldea y que al menos tengo a Kakashi aunque no sea el mismo.

Caminó hacia la cocina y agarró un vaso de vidrio.

Un suspiró salió de sus labios y abrió el grifo.

Este vaso es como yo se llena pero tiene un límite porque si rebasa el límite comienza a llenarse hasta desbordarse.

Así me encuentro yo, estoy a punto de llegar a mi límite.

Tomó un trago y se dirigió a la cama.

Era una noche fría Sakura estaba sentada en la banca que alguna vez Sasuke le había dejado inconciente.

_¿Sigues aquí?

_Hola Kakashi-sensei. Le saludó calidamente.

Este se sentó juntó a ella y le miró de perfil. Se sentía el ambiente realmente una tristeza de un amor no correspondido.

_¿El regresará? Le preguntó con un tono de voz melancólico.- A veces pienso que soy tonta por enamorarme de el, me trata mal, me ignora y siempre es indiferente conmigo ¿realmente vale la pena sufrir lo que estoy sufriendo? Nunca demostró afectó hacía mí.

_¿Vas a renunciar a el? Preguntó sereno el hombre de cabellos plateados.

Los ojos de kunoichi se pusieron vidrios como si las lágrimas quisieran salir pero ella las retenia.

Kakashi volteó a verla y se sorprendió por verla tan vulnerable.

_Si, Kakashi-sensei lo voy a dejar ir. Las lágrimas caían por sus mejillas, aunque ella quería parar de llorar, las lágrimas seguían.- Duele, duele mucho.

Los copos comenzaban a caer, la primera nevada del año había dado comienzo.

Este se sacó el chaleco y la colocó a ella como una manta para cubrir la no sólo del frío si no también del dolor.

La kunoichi lloraba, sufría en silencio, este le acarició el cabello.

_Se que podrás salir de esta Sakura, eres fuerte lose. Habló con tristeza y compasión.

Y así el siempre me brindo su apoyo y yo a el, nos hicimos tan cercanos a través del tiempo los sentimientos aparecieron.

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Era la medianoche alguien con una silla de ruedas cruzaba la puertas de Konoha. Dos guardias que estaban a cargó de ver quién entra y sale se percataron de eso y corrieron hacía el.

_¡OYE TU! Gritó el primer ninja mientras que el segundo estaba detrás de este.- ¿Quién eres? ¿Que haces a estás horas?

El segundo ninja prestaba atención a la apariencia y se sorprendió al descubrir quién era.

_Eres...un Uchiha. Murmuró sorprendido.

_¿Un Uchiha este? El único Uchiha que usa una silla de ruedas es...

Volteó aterrado a verlo.

_Dejenme pasar, debo descansar. Habló tranquilamente el Uchiha.

_¿Pero que haces afuera de la aldea? Con tu...situación no puedes y no tienes permitido divagar afuera. Le recriminó el primer ninja.

_Debo irme. Dijo mientras se alejaba de ellos.

_¡OYE!...NO PUEDES IRTE, LE DIREMOS AL CUARTO. Gritó desesperado.