La maldición del deseo, Angelo Caduto. [ 1º Trilogía Caduto]

❧ V

Capitulo 5:    ~La máscara~

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Alanna

-¿Me tienes miedo Alanna?- susurra cerca de mis labios dirigiendo su mirada a ellos mientras la mía se clava en sus preciosos ojos.

-No- contesto sinceramente.

-Pues deberías tenerlo caperucita- dice mientras vuelve a dirigir su mirada a mis ojos, la cual está llena de una oscuridad que me produce un verdadero escalofrío de miedo- porque el lobo va a comerte.

Las palabras de Angelo siguen sin abandonar mi confusa mente, el sentimiento de vergüenza me invade al recordar mi reacción ante tales palabras, palabras que descolocaron mis hormonas.

En el momento en el que salieron esas palabras de su boca y el aliento caliente de Angelo rozó de forma suave mi cara, sentí mi cuerpo desfallecer contra el árbol y mis piernas flaquear.

No sé si fueron segundos o minutos los que tarde en recobrar el sentido, el cual se me fue al conectar mi mirada en los labios de Angelo. Mi mirada bailaba entre la penetrante mirada de Angelo y sus suaves y carnosos labios, en aquel momento miré a sus ojos y vi su mirada penetrante quebrantarse. Sus ojos verdes grisáceos miraban de forma un tanto tímida mis labios, en el momento en el que nuestros ojos conectaron logré ver más allá. En Angelo había una pelea interior, o eso decían sus ojos.

Pero, ¿por qué?

Entonces mis labios se entreabrieron causando que Angelo se separe de forma abrupta. Y sin esperarme o darme la oportunidad de hablar, comenzó a caminar de forma rápida en dirección a nuestras casas.

Mi mirada esta congelada en la oscuridad del bosque ,  sin entender que acaba de ocurrir. El sentimiento de vergüenza comienza a invadir mi cuerpo subiendo la temperatura de mi cara, en verdad pensé que me besaría pero una vez más este chico ha demostrado que no esta a mi alcance.
Tardo un par de minutos en ser consciente de lo sola que me he quedado en el bosque y de lo oscuro que es.

Genial además de vergüenza ahora también siento miedo, que será lo siguiente vendrá el hombre del  saco a por mi.

Comienzo a caminar con paso apresurado hacia mi  casa atenta a todo sonido raro que pueda indicarme peligro,  mi piel se eriza con el frio y mi mandíbula comienza a tiritar. Al  final me pillare un resfriado y no tengo ganas de estar en la cama en pleno verano. Es en ese momento lo oigo, un sonido que no proviene de mi, pequeñas ramas se rompen debajo  los  pies de alguien y eso paraliza mi cuerpo.

Cuando lo más normal seria salir corriendo mi cuero se para, lentamente  me giro intentando encontrar el origen de ese sonido pero no veo absolutamente nada. Decido no prestarle atención a lo ocurrido y camino más rápido. Maldigo a Angelo por haberme  dejado sola en un bosque con un nombre tan raro y para colmo es horripilante, de repente vuelvo a oír el  ruido pero esta vez esta más cerca de mi, giro de golpe mi cuerpo encontrándome con el origen del ruido.

Delante de mi hay un hombre vestido de negro y con una máscara blanca con rayas negras, dichas rayas parecen grietas, pero lo más espeluznante son sus ojos unos ojos negros con una raya roja atravesándolos verticalmente. Hay algo hipnótico en la mirada de esa máscara y son los ojos de la persona que está detrás de ellos, justo en medio de la raya negra hay unos ojos que me miran fijamente, unos ojos grises y hermosos. No logro ver su figura corporal pero si la mascara, no sabría decir si es flaco o no, pero si que es más alto  que yo.