La maldición del deseo, Angelo Caduto. [ 1º Trilogía Caduto]

❧ VI

Capitulo 6:     ~La Biblioteca~

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~Alanna

Cierro mis ojos disfrutando del cálido aliento de Angelo en mi cuello, su respiración es pausada y calmada a diferencia de la mía, porque el a diferencia de mí, no está nervioso. Apoyo la frente contra la puerta sintiendo como todo mi cuerpo queda atrapado por el de Angelo contra esta, una de las manos de Angelo baja a mi cintura agarrándome fuerte de ella y en solo segundos me da la vuelta dejándome enfrente de él, lo que me roba el aliento durante un segundo.

No soy capaz de levantar la mirada de la vergüenza y lo nerviosa que estoy en este momento por lo que intento separarlo de mí, pero Angelo agarra mis dos manos poniéndolas por encima de mi cabeza dejándome completamente indefensa.

-Mírame- reclama con voz dominante, pero no le hago caso- mírame Alanna- me susurra con ese tono macabro que tanto caracteriza su voz.

Levanto la mirada cautelosa, porque sé que en el momento en el que mis ojos y los suyos hagan contacto, mis defensas caerán del todo. Y efectivamente, en el momento en el que fijo la mirada en su mirada grisácea una corriente de electricidad recorre mi cuerpo instalándose en mi vientre, tal que ahora parece que soy incluso más consciente de la cercanía de nuestras figuras. Mi respiración es irregular en el momento en el que siento como él pega su pecho contra el mío ligeramente, este comienza a subir y bajar rápidamente y los nervios hacen que mis piernas tiemblen y se debiliten, por lo que agradezco que su mano derecha me tenga sujeta fuerte.

Su mano izquierda se separa de mi cintura y por un instante pensé que me soltaría, sin embargo con su dedo índice Angelo recorrió mi silueta desde mi cintura, bajando al comienzo de mi cadera, volvió a subir su dedo pasando por el contorno de mi cuerpo recorriéndome toda, hasta llegar al borde de mi sujetador por encima de la ropa, su dedo dibujo el aro de mi sujetador cortándome la respiración hasta llegar entre mis senos deteniéndolo ahí durante un largo rato, Angelo sigue con la mirada los pasos que da su dedo y cuando su dedo índice vuelve a dibujar el aro del lado izquierdo sube su mirada conectándola nuevamente a la mía.

Angelo sus ojos hacen que aumente aún más el calor de mi cuerpo, me mira de forma dominante, llena de deseo como si me estuviera diciendo con su mirada una sola cosa, "eres mía".

Siento miedo y no sé por qué, no sé si es por la anticipación de lo que vaya a pasar, si es porque nunca me ha pasado esto o si es porque me está pasando con Angelo, definitivamente no puedo con tantas emociones.

Mi atención se pierde un momento de la situación centrándose en mis miedos y los nervios del momento, pero vuelve rápidamente a la situación cuando Angelo, de forma ligera y con cuidado, agarra uno de mis senos con su mano y comienza a masajearlo de forma suave. Cierro mis ojos de golpe por la vergüenza que me provoca su mirada, aleja su mano lento agarrando mi pezón entre sus dedos incide y pulgar y apretando estos mientras tira de él robándome un jadeo alto. Muerdo mis labios evitando que se escape otro y aprieto aún más los ojos.

-Alanna- me susurra en mi oreja y se lo que quiere, sus labios rozan suavemente mi mejilla recorriéndola sin tocar hasta el borde de mis labios y por acto reflejo, mis labios se abren- mírame Alanna- me ordena.

Sin si quiera entender por qué, mi cuerpo le obedece abriendo mis ojos, encontrándome con sus ojos a tan solo unos centímetros de mí, esta tan cerca que casi roza su nariz con la mía y yo solo deseo que se acerque más aún y pegue su boca a la mía.