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Una vez Jimin estuvo tranquilo se levantó denla cama sobresaltando a sus amigos quienes estaban en la cama a su lado.
Tomó algo de ropa, se cambió y salió sin decir alguna palabra a los dos chicos que lo miraban extrañados.
—Hay que seguirlo — habló Seokjin.
—Por supuesto...
Se levantaron y salieron del cuarto para seguir a su amigo quien ahora estaba molesto llegando al despacho de su padre.
Entró a este si que alguien lo viera y lo primero que hizo fue buscar la llave que abría una pequeña oficina secreta.
Una vez la encontró, se acercó a un librero moviendo lo que había hasta encontrar la cerradura. Introdujo la llave y la giró, el librero se movió y este entró en él para cerrarlo después.
Los dos chicos habían visto todo desde la puerta para que Jimin no se diera cuenta.
—¿El Rey tenía una oficina secreta?
—Al parecer sí.
—¿Y ahora que hacemos hyung?
Lo miró con un puchero y este lo pensó un poco.
—Esperar a que salga y luego lo seguimos.
El menor asintió y se escondieron en un lugar cerca del despacho.
Jimin revisó cada mapa y plano que tenía su padre y una sonrisa se formó en sus labios. Se alejó y su pulsera se enganchó en algo y al jalarla está se cayó.
Salió de ahí y fue hasta jardín donde entrenaban los guardias del reino y él. Cambió su ropa y tomó las armas que llevaría para después salir con dirección al reino enemigo.
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—¿A dónde crees que vaya?
Preguntó el menor viendo como Jimin tomaba un caballo.
—No lo sé pero hay que seguirlo.
Salió de entre los arbustos y cuando Jimin comenzó a cabalgar, Jin tomó otro caballo y lo siguió.
Taehyung suspiró y también tomó un caballo y los siguió.
