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Yoongi se movía de manera rápida dentro del menor abriendo en grande su entrada hasta sentir la sangre de Jimin correr por su pene hasta ser derramada y le quitó la mano de la boca dándole una fuerte nalgada ya en su marcado trasero.
—¡Aahg~!
Tensó su cuerpo haciendo puños sus manos al sentir dolor en su entrada y trasero. O pero mierda, más dolía su pene que no era tocado desde que dijo "lo quiero dentro, daddy".
Estúpido...
Sus gemidos se volvieron agudos y el mayor lo tomó del cabello jalando su cabeza hacia atrás. Y al fin, Yoongi acarició el pene del menor comenzando lo a masturbar a gran velocidad, al igual que sus embestidas, moviendo sus caderas más rápido, rompiendo el ano del príncipe.
—¡¡AHG~!!¡¡DADDY!!
Pero a Yoongi le encantaba ser llamado de esa manera, lo excitaba más y aún estaba lejos de correrse pero Jimin... Él se estaba muriendo con dichas penetraciones.
—¿Te quieres correr bebé?
Preguntó provocativo pasando subiendo pulgas por la punta de su pene.
—Si daddy, por favor...
Pidió haciendo una mueca de dolor, sintiendo el cosquilleo en su parte baja avisando que llegaría a su orgasmo.
—No pienses en correrte porque lo que te haré te dejará sin trasero.
El menor abrió sus ojos en grande mordiendo sus labios y pujando para no correrse. Por su bien...
Yoongi lo siguió embistiendo con fuerza mientras la sangre no dejaba de salir hasta sentir también el cosquilleo en su zona baja. Salió de Jimin y lo giró de golpe sentando lo en la silla, lo tomó de la mandíbula abriendo su boca y rápido masturbó su pene terminando por correrse en la boca y cara del príncipe soltando un gemido ronco.
—Tragalo— ordenó.
Jimin hizo lo que le dijo tragando poco a poco el líquido viscoso de su mayor, sacó su lengua y conesta recogió lo restante en su cara hasta que Yoingi se acercó a él y lo besó probando un poco de su propio semen.
—Me encanta su leche.
Dijo sobre sus labios y con una sonrisa.
—Creí que me odiabas.
—Y así hago, lo odio... Pero su leche me encanta.
Ambos rieron y el mayor agarró su pequeño pene para masturbarlo un poco hasta dejarlo correrse en su mano.
Desató las manos de Jimin y fue por una toallita para limpiarlo de la sangre y semen haciendo lo mismo con él.
—Vístete.
Dijo y este asintió buscando su ropa para así poner esta en su cuerpo, acomodó su cabello y una vez ambos estuvieron listo, salieron de la cabaña.
