Capitulo 40

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01:37 AM

Dormía plácidamente junto a Gabbe en la cama del motel, cuando algo sucede en mi cuerpo que me hace despertar. Abro los ojos de golpe y siento como tengo un bajón. Maldita sea, ¿Por qué no me acordé que me toca el periodo? No tengo toallas sanitarias, tampones, copa menstrual, ni nada que se le parezca, estoy aquí, en la deriva propensa hacer un desastre.

La respiración se me atraganta, no quiero moverme ni un centímetro o todo será peor. Al cabo de unos minutos resuelvo en mi mente que debo levantarme e ir al baño, puede simplemente ser una falsa alarma, puede ser esos momentos que sientes un bajón y luego al ir al baño y no era nada.

Me levanto de la cama y camino incómodamente hasta el baño, al sentarme en la poceta sin muchas ganas hecho la vista a mi ropa interior. Maldita sea mi suerte. El periodo ha llegado, si tan solo fuera una chica precavida y comprara cosas para estas situaciones...

Al otro lado de la puerta escucho movimiento y pasos, Gabbe me habla:

—Amor, ¿Qué sucede? —suena confundido.

Doy un largo suspiro que sé que estará escuchando.

—Me vino el periodo... —susurro.

—Bien, ¿dónde tienes eso que usan?

—Ese es el problema, no tengo.

—Mierda —resuelve decir—. Ire a ver si la tienda de recuerdos de casualidad está abierta y tiene de eso.

Escucho como la puerta se abre y  él sale, yo no sé que hacer. Salgo sigilosamente del baño y entre mis cosas tomo otra muda de ropa y entro está vez a la ducha. Dejo el agua tibia correr por mi cuerpo, el dolor de vientre empieza a instalarse en mi cuerpo y el agua tibia quizás lo calme.

Escucho como la puerta de la habitación se abre y entra lo que creía era mi salvador. Escucho un suspiro nada alentador del otro lado.

—Todo estaba cerrado... ¿Qué tan grave es que no uses nada?

Gruño un poco.

—Podría manchar todo, Gabbe.

—¿Y si usas una camisa allí hasta mañana? No falta mucho para que amanezca y abran los locales.

Suspiro conteniendo las lágrimas, no sé si es el periodo que me pone sensible, o la humillación de hablar de esto y tener este problema.

—Mejor paso toda la noche en el baño.

—Te convertirás en una pasa. Ven, ponte una camisa y duerme conmigo. Encontré unas tijeras en una gaveta, corta está camisa como se te haga más cómodo y ven a dormir.

Escucho que deja algo frente a la puerta, cierro el agua y me envuelvo en una toalla, saco la mano por la puerta y paso al baño los objetos que deje afuera. Presiento que está a la espera.

Hago lo que dice, corto pequeños trozos de tela de su camisa y los hago unos rollitos gruesos, lloro un poco, jamás había tenido que pasar por algo así, ¿Las mujeres de antes como hacían? Que horrible.

Cuando estoy lista, segura de no sentirme incómoda, salgo del baño y me meto bajo las sábanas con toda la cabeza cubierta, la vergüenza me mata. Sé que es algo normal, pero un chico no se espera pasar por esto y mucho menos una chica.

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