Capitulo 17

1.6K 348 54
                                    

La ida en avión fue más rápida de lo que pensé, el tiempo pasó y llegamos a la academia nuevamente, con un montón de tarea y ensayos por hacer del profesor Colleman.

Ignorando mis obligaciones me dispongo a caminar por las afueras del área académica, encontrando cerca de ella una cafetería. Desde que terminé con Cambell mis amigas no me han dirigido la palabra, no es que me estén odiando, es que ellas no han tenido tiempo ni de enterarse, empecé a esquivar a todos.

—¿Un expreso o un Late? —pregunta la chica de gorra y delantal con una sonrisa en el rostro.

A decir verdad no me gusta el café, es amargo y me parece fuerte, así que pregunto por la opción que más me gusta.

—¿Tienes chocolate caliente?

La expresión de la chica es extraña, estoy en una cafetería, me supongo que lo que más piden es pues café.

—Si claro, ¿Seria entonces para llevar o para tomar aquí? —Deja el bolígrafo levantado en su libreta esperando mi respuesta.

Atrás de mi se empieza a formar una pequeña fila de personas en espera para hacer su pedido, una cafetería pequeña pero con bastantes clientes.
Mi teléfono suena en mi bolsillo, me disculpo con la chica y me salgo de la fila para poder atender bien la llamada.

—¿Hola?

Una voz ronca se escucha del otro lado del teléfono.

—April, no me siento bien —Tose fuertemente.

—¿Cómo conseguiste mi número? —Ruedo los ojos por escuchar a Gabbe desde el otro lado.

—De verdad, no me siento bien, creo que en cualquier momento tendré alucinaciones. —Tose nuevamente—. ¿Puedes venir a mi apartamento?

—No puedo, tomaré un chocolate e iré a hacer la tarea atrasada.

¿Será real su enfermedad o será una broma?

—Bien, igual te mandaré un mensaje con la dirección. —Tose—. Dudo que la recuerdes.

Me posiciono nuevamente en la fila para pedir el chocolate, la chica atiende rápido a los clientes, llega nuevamente mi turno.

—¿Ya decidiste? —Pregunta.

—Si, un chocolate caliente para llevar, con un poco de crema arriba.

Describo lo que deseo del menú.

—Bien, identificación y tarjeta.

Pago mi pedido y espero a un lado que sea preparado. Al tenerlo en mano salgo del establecimiento y me dirijo a mi habitación. Pongo delante de mi, en el escritorio, los cuadernos y anotaciones que estuve haciendo durante el viaje, lo cual no son muchas por haberme escapado en dos ocasiones ¿Cómo se supone que haga un informe así? Dios mio siento que estoy desperdiciando mi beca en cosas tontas.

Tomo el chocolate mientras me coloco los audífonos con las canciones que Gabbe grabó en mi teléfono para poder concentrarme, pero algo me hace ruido.

En mi cabeza resuena la conversación que tuve con Gabbe. ¿Será cierto que no se siente bien? ¿Sería irresponsable de mi parte dejarlo solo y enfermo? Suspiro, cierro los cuadernos y tomo el resto de mi chocolate, me pongo las zapatillas deportivas y salgo del edificio pidiendo de camino a la calle un taxi.
El carro llega a los cinco minutos.

—Buenas tardes ¿Me podría llevar a esta dirección por favor? —Le muestro el mensaje que Gabbe me mandó con la dirección de su apartamento.

El hombre asiente y me lleva en silencio al lugar, más o menos quince minutos pasan en el transcurso del viaje, al bajarme el edificio es tal como lo recordaba, antiguo y acogedor.

PlaylistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora