Quirk, y la primera vez que la vi.

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Miro a su madre, alegre, con una gran sonrisa en su rostro, dando saltos a su alrededor. Hoy, irían al hospital para descubrir cual era se peculiaridad, él estaba realmente emocionado. Deseaba tener una peculiaridad con la combinación del quirk de sus progenitores, esa sería una peculiaridad bastante poderosa. Su mejor amigo, Shinsou Hitoshi ya había despertado su peculiaridad. Lavado de cerebro, una peculiaridad que le permitiría controlar la mente de las personas si contestaban a sus preguntas, o, si simplemente hablaban con él. Y sabia como se sentía, era como si manipulasen tu cuerpo sin tu consentimiento, como si estuvieras tratando de no quedar dormido en un profundo sueño. La sensación, fue bastante extraña, al menos para él.

-Izuku, hijo, tranquilízate.

Comento la mujer de cabellera verde, una amable sonrisa en su rostro, viendo a su hijo saltando alegre y hablando sobre lo genial que seria su peculiaridad.

-Lo lamento mama, pero estoy emocionado, ¡Espero tener una increíble peculiaridad de fuego!

La alegría desbordaba. Inko sabia que su hijo si tenía quirk, Shouta había sentido una peculiaridad dormida dentro de él. Su difunto esposo, poseía una increíble peculiaridad ígnea, "aliento de dragón". Le permitía lanzar unas llamas azules desde su boca, controlarla y manipularla como quería. Unas llamas, más ardientes que las del héroe número dos. Lastimosamente, falleció en una de las luchas más feroces que se había llevado a cabo en todo Japón. Su esposo y Endeavor, se enfrentaron contra un villano increíblemente poderoso. Un villano, que, de no haber sido derrotado, hubiese acabado con una ciudad entera. Fue su esposo quien se sacrificó, para derrotar al villano. Murió en batalla, y a la vez, salvando al menos dos ciudades pobladas de una muerte inminente. La mujer sonrió al recordar al gran héroe, que alguna vez, fue su marido.

- ¡Vamos Oka-chan, vamos, vamos!

Exclamo, impaciente.

-Bien, bien, vamos mi pequeño brócoli.

-

-

-

Miraron a la doctora delante de ellos, una mujer de cabellera celeste y ojos verdes. La susodicha, tenia una sonrisa amable en su rostro, viendo al par de cabellos verdes.

-Buenas tardes, familia Midoriya. Preguntaría del por que estan aquí, pero, creo ya saber el por qué.

Comento un tanto divertida, viendo la emoción e impaciencia del chico de cabello verde.

-Jeje, así es, venimos a averiguar cuál es la peculiaridad de mi hijo.

-Bien, entonces, ven pequeño. Te realizare algunos estudios y te diré cuál es tu singularidad.

Haciendo caso a la mujer de alrededor de veintinueve años, el niño de cabello verde se encamino a realizar sus estudios. Lo cual tardo media hora. La mujer se sento la silla de su escritorio, terminando de leer unos papeles en la computadora que se hallaba en el mismo. Al terminar, vio con una sonrisa a ambos.

-Felicidades, tienes una peculiaridad la cual jamás se ah registrado, es una especie de piroquinesis, la capacidad de manipular el fuego, y tienes una especie de habilidad con el humo.

Declaro alegremente, pero no más que el pequeño peliverde, quien había comenzado a saltar de la emoción. Quien saltaba alrededor de su madre, quien lo veía con una sonrisa nerviosa y alegre a la vez.

-Bien pequeño, trata de usar tu quirk, ¿De acuerdo?

Acatando rápidamente la orden, trato de emanar flama desde sus manos, y tras unos veinte segundos lo consiguió. Pequeñas flamas verdes salieron desde las puntas de los dedos del adolescente. Quien miro feliz aquellas flamas, saltando de emoción, fue con su madre. Sin embargo, tropezó con la figura de All Might que anteriormente estaba en su mano, y ahora descansaba en el suelo. Ambas mujeres vieron como el inminente golpe del chico, sin embargo, aquello no ocurrió. Al momento de hacer contacto con el suelo, se transformo en humo y cenizas verdes, para luego volver a reconstruirse a los cinco segundos.

Mis llamas no te lastimaran.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora