Miro al halcón, verde llameante, sobrevolando a su alrededor. El mismo, brillaba aún más debido a las sombras que proporcionaban las ramas y hojas del árbol sobre él. De apoco, el ave ígnea, descendió. Se posiciono en el dedo de un peliverde, quien tenia su mano estirada desde su ubicación acostada en el suelo sobre una manta rosada. A su lado, se hallaba una hermosa mujer de cabellera blanca, sus ojos grises veían el halcón en llamas que se dispersó en las mismas, tras haber tenido contacto con el dedo del oji esmeralda. Su mano derecha, tomaba la izquierda del chico de ahora, catorce años. Ella misma tenia cuarenta años en estos momentos.
-Extrañare pasar el tiempo contigo en este lugar...
Murmuro Izuku, quien jiro su cabeza en dirección a Rei, quien le dedicaba una tierna sonrisa.
-Lo sé, pero, ahora podremos ir a distintos lugares. Pronto encontraremos un lugar para ambos, Izu, no te preocupes por eso.
Rei se acercó a Izuku, apoyando su cabeza en su pecho. Escucho los latidos de su corazón, relajándose ante aquel sonido, cerrando sus ojos.
-No puedo evitar entristecerme un poco, Darling, aquí pasamos muchas cosas... Pero no puedo evitar pensar, que lo que ocurrirá hoy, es un gran salto para ambos. Después de siete años, te vas de este lugar...
Abrazo a su chica peli blanca por la cintura, apegándola, acariciando con su mano libre su cabeza distraídamente.
-Toda mi vida mejoro, pude volver a ser realmente feliz nuevamente, y todo es gracias a ti... Es estúpido, pero, aun me sigo preguntado que hubiese pasado si no hubieses entrado por aquella puerta la primera vez que nos conocimos...
Susurro ella mientras enterraba aún más su rostro en su pecho, apegándose a él aun más. No importaba cuanto tiempo hubiese pasado, Rei seguía preguntándose que pasaría, si Izuku no hubiese entrado por aquella puerta a dia de hoy. Izuku había mejorado su vida enormemente, le había dado tanto, que simplemente no pudo evitar sentirse completa por primera vez. Muchas cosas habían cambiado.
-Tranquila, no importa ahora, ya que si pase por esa puerta hace siete años. Y, sin duda, es una, por no decir que la mejor decisión que tome en mi vida...
Siete años habían transcurrido desde que había conocido a una de las dos mujeres más importantes en su vida, su madre siendo la otra mujer que complementaba su mundo. Su mundo, vida, su realidad y sueños. Prácticamente todo lo que tenia planeado para su futuro giraba alrededor de ellas dos.
-A veces eres muy tierno...
La chica de ojos grises rio un poco, viendo como el chico le miraba con una sonrisa, un muy ligero tinte rosa en sus mejillas. Era asombroso como después de tres años de relación, él aun podía sonrojarse con aquellas interacciones de ambos.
-Si, pero así te gusto. Además, tú eres muy celosa de vez en cuando, ¿Te recuerdo lo que paso con Hado-chan la semana pasada?
Rei rio nerviosamente, desviando su mirada del rostro de Izuku, quien le veía divertido mientras recordaba aquel suceso. Rei casi congelaba a la mujer después de que estrellase el rostro del pecoso entre sus pechos, y le peor de aquello, fue que parte de la camiseta que la mujer traía puesta se había corrido levemente. De no ser por su madre quien había llegado con una caja de donas, definitivamente Rei hubiese congelado a la mujer de cabellos celestes. Izuku, en forma de disculpas, se coló en la habitación de la mujer durante la noche y durmió junto a ella. Para su suerte, logro llegar a casa temprano para disimular que había dormido ahí esa noche. Después de todo, nadie sabía de su relación con la mujer de cabello blanco.
-Ya te dije que no fue apropósito, además, tu no deberías tener tu rostro en el pecho de otras mujeres que no sea yo.
Le recrimino a su chico, viéndole mientras hacia un ligero puchero, ignorando lo que el doble sentido en sus palabras hacia ocasionado en el sonrojado Izuku.
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Mis llamas no te lastimaran.
RandomElla, lo conoció un día que le habló en el hospital. Debajo de un árbol, viendo las nubes, él se presentó ante ella. Vio sus ojos, esmeraldas llenos de alegría, llenos de vida. Unos hermosos ojos para ella. Quería, seguir viéndolos, la hizo sentir m...