La enorme mansión a las afueras era difícil de confundir.
Todo en ella gritaba "Lujo y despilfarro idiota" como gritaría un cochino en el matadero. La enorme entrada con forma del Partenón, el jardín colosal de hierba verde clara y bien cortada con pedestales esparcidos, las columnas de estilo griego antiguo que adornaban los lados del camino de losas de mármol blanco que daban primero a la fuente con estatuas de peces y luego a la residencia principal. Parecía una pequeña ciudad antigua comprimida en unas escasas hectáreas de terreno.
Randgriz la había visto solo en fotos y rumores. Incluso conociendo la mansión de su padre, esta vista la dejaba boquiabierta. Verla desde lejos iluminada mientras iba en el coche era casi de película. Se giró para mirar hacia delante, viendo que llegaban ya al enorme aparcamiento de la residencia. Junto a su coche iban otros dos, uno enfrente y otro detrás, con dos y tres guardias respectivamente.
Esta era una situación muy diferente a la última fiesta.
No solo la presencia de más guardias y gente adinerada, sino también el aura que emanaba. Era como si entraran a la morada de dioses superiores y todopoderosos, los cuales con el dinero que tenían bien podían comportarse así. Todas las palabras debían decirse con cuidado y tratar de no ganar enemigos. Era prácticamente como entrar a un pozo de víboras.
Randgriz repasó en su cabeza el plan para esa noche. Su padre había ordenado que se viera con aquel hombre a las 11:30. Eran apenas las 8:45, por lo que tenía tiempo de encontrarse con Brunhilde y Thor. Había cosas que debían discutir pronto. Respiró despacio para calmar sus nervios y aclarar sus ideas. El corazón le latía rápidamente. Era el momento de poner en practica todas las habilidades de actuación y embaucamiento que había perfeccionado durante años.
Lu Bu paró en el gran aparcamiento de la vivienda, salió del asiento del conductor y caminó para abrir la puerta del pasajero. A diferencia de su atuendo normal, esta vez iba con un traje negro elegante, y su moño característico estaba ausente, sustituido por una melena suelta. A pesar de esa apariencia corriente, su aura no había cambiado nada. Todos los ricachones que bajaban de sus coches, los empleados de la casa, hasta los guardias de otras personas y los suyos propios se sentían intimidados por la presencia de aquel terrible hombre.
Lu Bu ignoró sus miradas indiscretas y su cuchicheo y abrió la puerta. Randgriz salió ataviada con un hermoso vestido negro con detalles magenta. Una pieza de tela conectaba el collar de diamantes con la cintura, cubriendo el pecho y dejando la espalda expuesta, la cual llevaba cubierta con un manto entre los brazos. Una falda larga llegaba desde la cintura hasta la mitad de los gemelos, abierta por delante y mostrando otra interior más corta hasta los muslos, cerrando el conjunto con unos tacones altos que la hacían llegar hasta el pecho de Lu Bu. su pelo cobrizo, anteriormente largo y recogido con un pasador en forma de flor, ahora se recogía en dos trenzas al rededor de la cabeza, con unos mechones sobre las sienes. Cualquiera que la viera la confundiría con un ángel bajado del cielo.
Escoltada por sus guardias, Randgriz avanzó por el largo camino hacia la entrada de la casa, captando las miradas de todos cuando cruzó el umbral abierto. El interior era incluso más pomposo que el exterior, con relieves, alfombras increíbles, cuadros de todo tipo, lamparas con miles de brazos dorados que parecían ramas de árbol. La decoración parecía típica de un palacio antiguo. Por todos lados se veían corrillos de personas parloteando y bebiendo champan mientras camareros de mangas blancas se paseaban con bandejas de comida y bebida.
Definitivamente Lu Bu iba a vomitar. Ese ambiente se le atoraba en la garganta con un sabor asqueroso. Trató de ignorarlo y mantener la calma. Debido a las normas de la fiesta, cada persona solo podía ser acompañada por un guardaespaldas, de forma que no estorbaran al pasar. Obviamente, él fue el elegido para esa tarea. Acompañó a Randgriz durante algunos pasillos largos y solitarios, sin saber muy bien hacia donde se dirigían.
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El avaricioso dragón y la delicada orquídea
Fanfiction"Los dragones son seres avariciosos. Cuando marcan algo como suyo, nunca lo dejan ir". Lu Bu es un guarda-espaldas a sueldo con un pasado oscuro. Un día, Thor, un viejo amigo, le pide que cuide de su hermana Randgriz mientras esta realiza un import...