Capitulo 5

227 26 2
                                    


Las luces de la mañana se filtraron por la cortina de la habitación. Randgriz fue abriendo los ojos despacio, mientras que a la vez se levantaba de la cama para revisar el móvil y ver que hora era. Apenas eran más allá de las 10:00 am, cosa que la sorprendió. Se sentía descansada, llena de energía aunque hubiera descansado tan poco.

La otra cosa que llamó su atención fueron la enorme cantidad de mensajes y llamadas perdidas de Anne. Marcó su número y esperó. La voz de su amiga no tardó en escucharse desde el otro lado, preocupada e impaciente por saber.

-¡Randgriz!¡Menos mal que estás bien!¡Ayer volví a pasarme y cuando me desperté tu no estabas y te estuve llamando pero no contestabas y luego no sabía que hacer y. . .!

-Tranquila, tranquila. Estoy bien. Lamento haberme ido sin despedirme apropiadamente pero me había empezado a sentir algo mal.-

-Menos maaal . . . ¿Entonces, que pasó cuando yo me quedé tonta? oí que alguien intentó llevarse a una chica a la fuerza.-

El recuerdo de aquella situación le causó a Randgriz una punzada en el pecho. No le gustaba esa sensación de sentirse indefensa, de que otros pudieran hacer con su cuerpo lo que desearan. Ya tenía suficiente con que controlaran su vida. Aunque allí también había tenido la ayuda de un héroe, o al menos algo así. de todos modos, no quería preocupar a su amiga más de lo que ya lo estaba

-Creo que fue simplemente un rumor que se sacó de contexto. Cuando yo me fui no había pasado nada.-

-Eso es bueno. Por cierto ¿Qué tal te fue con aquel chaval?- El aire de preocupación y tristeza desapareció para dar paso a su habitual tono jovial y chismoso.

-Bueno . . . No era mi tipo. Pero si que descubrí algo agradable después.- Randgriz dijo mientras sus mejillas se sonrojaban levemente mientras sonreía de forma tierna.

-¿EN SERIO? ¿Qué fue? dime, dime.- La típica chismosa salió a relucir.

-Eso es un secreto.- Dijo mientras sonreía de forma divertida.

-¡AAAHHH! Eso no vale, no me puedes dejar la duda, mucho menos a mí.-

-Lo siento. Tengo que dejarte, adiós.- Se despidió y colgó el teléfono.

Dejó el teléfono en la mesita de noche y se levantó. Se dirigió al baño para darse una ducha y refrescarse, puesto que aún olía un poco a alcohol y tabaco de la fiesta. Entonces recordó la fiesta de ese día. Sería una fiesta muy diferente a la que tuvo ayer. Sería una fiesta formal y educada, con todos las importantes personas de negocios que se encontraban en la ciudad. Allí no solo podría encontrarse con los socios de su padre, que seguramente querrían hablar condiciones ahora que el pacto estaba tan cerca, sino también con su hermana Brunhilde y su hermano Thor, donde podrían hablar del plan que tenían.

Pero también tendría que encontrarse con Él. La persona que menos quería ver después de su padre y la razón por la que el contrato había sido un amargo recordatorio de su relación con su este. La razón por la que solo ella y no otro tipo de emisario había sido elegida para esa tarea, y la razón por la que su padre estaba tan pendiente de su desempeño. Durante la fiesta, tendría que mostrar sus mejores actuaciones y su lado más educado y grácil para complacerle, y que así este aceptara las clausulas del contrato.

Tras un rato, Randgriz terminó y salió del baño. Se sentó frente al ordenador y se dedicó a terminar algunos documentos de otros proyectos.

Su momento llegaría. Muy pronto.


~0~


-¿Estás seguro de eso?- La voz de Thor sonó sería a través del móvil.

El avaricioso dragón y la delicada orquídeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora