Capitulo 2

650 79 67
                                    

Agosto/26/2019

  Es una linda tarde así que salgo a caminar, la verdad me gusta mucho pasear por el parque que queda dentro de la residencia.

El lugar es enorme, tiene piscina y gimnasio.

La caminata es corta pero suficiente para plantearme metas a corto plazo, falta poco para que comiencen las clases y estoy nerviosa.

Camino hacia el edificio y cuando estoy llegando noto que en el  de adelante del mío hay una chica tratando de entrar, al parecer no tiene llave o algo así, me acerco a ella y noto que esta llorando, le pregunto con voz baja y cautelosa.

—¿Estas bien?

Ella voltea rápido limpiando con las manos las lágrimas que tiene en su lindo rostro, habla.

—Estoy bien, solo hoy ha sido un día terrible y perdí mis llaves— hace un puchero, es blanca como la nieve, cabello rubio, baja estatura, ojos oscuros como la noche y va vestida con un vestido precioso color violeta, medias hasta la mitad del muslo púrpura y unos tacones blancos.

Me atrevo a decir que se parece a Sabrina Carpenter, pero con los ojos oscuros.

—¿Y tus padres?

—Están de viaje, no soporto a ninguno de los vecinos y si no hubiera discutido con mi novio podría quedarme con él, pero...

—¿Y no tienes teléfono?

—Si tengo pero se quedó sin batería.

—Tranquila, entiendo lo que me dices, mucho gusto —me mira y yo alargo la mano— me llamo Ariadna, pero puedes decirme Ari.

—Un gusto conocerte, me llamo Katrina pero puedes decirme Katy— me sonríe y me da la mano.

—Lindo nombre— le sonrío y nos soltamos las manos— sé que no acabamos de conocer, pero si quieres puedes entrar a mi casa hasta que sepas qué hacer.

—¿En serio?—me dice con cara de perrito.

—En serio.

—Gracias, gracias, gracias — me abraza mientras da pequeños saltitos, cuando se da cuenta de lo que está haciendo, vuelve a su sitio roja como un tomate— Disculpa, es que me emocioné.

—Tranquila —me río y mientras caminamos hacia mi edificio le digo de broma— y antes de que te asustes o algo porque te estoy ofreciendo ayuda, dejame decirte que no secuestro gente ni vendo órganos.

Ella se ríe, llegamos a mi casa y pasamos un rato hablando de muchas cosas.

Katy, cuando su teléfono ya tiene suficiente batería llama a un familiar que tiene copias de las llaves de su casa y la persona le dice que puede traerlas, pero mañana, la pobre chica empieza a llorar porque no sabe donde quedarse.

—Ay por dios, deja de llorar, te puedes quedar aquí si quieres.

Ella me agradece mucho, pasamos lo que queda de la tarde maquillandonos y contando anécdotas de nosotras, le digo que tengo diecisiete recién cumplidos y ella me dice que acababa de cumplir también diecisiete en Julio.

Seguimos con la conversación y nos damos cuenta de que en la escuela donde voy a estudiar es donde ella estudia desde hace mucho, a ella le encanta la moda igual que a mí y la verdad tenemos muchas más cosas en común de lo que yo pensaba.

POR FIN CONSEGUÍ UNA AMIGA EN GRINGOLANDIAAAA.

Luego, de intercambiar números de teléfono y redes sociales nos dormimos.

Los días siguientes Katy y yo somos inseparables, nuestra amistad va viento en popa.

Septiembre/15/2019.                       

Imaginarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora