Capitulo 17

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Este hombre parece salido de revista, esculpido por los ángeles, de otro mundo o quizás creado en un laboratorio...

—Ay dios ¿Por qué debes hacer esto?—me estiro para agarrar la camisa que acabo de quitarme, con ella me tapo.

Estoy a punto de voltear cuando siento sus grandes manos en mis hombros y luego van bajando lentamente por mis costados.

Creo que mi respiración debe escucharse de aquí a Rusia.

Siento su respiración en mi cuello, hace que me den escalofríos.

Con una de sus manos me quita la camisa y la tira hacia otro lado.

¿Por qué no le digo que se detenga?

Empieza a besar desde mi hombro hasta mi cuello, jadeo ansiosa, no sé qué hacer ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Me volteo? ¿Me quedo así?

Maldición, que arrechera no saber qué hacer en este momento.

Me molesto porque realmente esta vez quiero más, con él y ahora.

Como si estuviera escuchando mis pensamientos Julián me empuja delicadamente hacia la cama, quedo boca abajo, no puedo verlo, pero sé que está ahí, viendo mi trasero expuesto.

—Tienes un culo espectacular, perfecto— lo escucho hablar, siento como mi cuerpo reacciona a sus palabras.

Empieza a repartir húmedos besos desde la parte trasera de mis muslos hasta mis nalgas, la piel se me pone de gallina al escuchar mi propio gemido.

—Julián...— me voltea tan rápido que me siento como una tortilla y ahí está.

Con la respiración agitada, parado entre mis piernas está el ExplotaOvarios3000, ya que fue creado en un laboratorio... Es un robot.

Posiciona sus manos cada una en mis rodillas y me separa más las piernas, hago un sonido raro por la impresión.

Se recuesta y siento todo su gran peso sobre mi, con su mano derecha agarra mi cara y mis mejillas quedan haciendo que involuntariamente mis labios estén como si le estoy pidiendo un beso.

—Quiero hacerte mia— mueve sus caderas en círculos de manera que su erección roza de manera deliciosa mi intimidad.

El movimiento hace que yo gima, me tapo la boca porque realmente no quiero que los chicos hagan chistes sobre esto.

¿Quiero hacer esto aquí? ¿Que me haga suya? ¿Ahora?

—No hagas eso, quiero escucharte— Julián me quita la mano y al instante me besa.

Este beso acelerado y húmedo aumenta mi excitación, es un poco desesperante diría yo.

Muevo mis caderas, realmente quiero más, nuestros movimientos se sincronizan y la verdad nunca me había sentido tan liberal como ahora.

¿Besarme con un chico de esta manera? Jamás.

Julián se separa unos centímetros y me mira a los ojos, yo le sostengo la mirada.

Siento como sus hermosos dedos van bajando por mi abdomen... Dios, tengo que decirle.

Es ahora o nunca.

—Ju... Julián, yo... Estem...— ¿Cómo le digo?— A parte de lo que pasó en casa de Katy y la fiesta... Yo nunca he hecho este tipo de cosas.

¿Han salido a comprar ropa interior con sus padres? Pues la expresión que veo en Julián es la misma que tenía mi papá cuando vió las bragas de encaje que me compré.

—Ya va ¿Qué?— quita su mano de mi bajo abdomen y la pone pone al otro lado de mí cabeza— pero el otro día Katy habló sobre el aparato...

—Si, pero eso es algo que puedo explicarte luego— respondo un poco nerviosa.

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