Capitulo 11

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Katy me sigue insistiendo para que me depile las piernas y mis partes intimas así como acaba de hacer ella, pero yo no quiero porque eso debe de doler horrores, ella está acostumbrada, yo no.

—Pero es que no duele mucho... — dice con un puchero, rogándome.

Después de más de quince minutos discutiendo me doy por vencida y me dejo hacer...

Luego de salir del SPA y sufrir ese terrible dolor vamos al centro comercial.

Frente a una tienda Katy pega un gritito de satisfacción.

—Mira, entremos ahí, me gusta ese conjunto.

Yo recibo una llamada de un número desconocido.

—Pasa tu y cuando yo termine de hablar entro y te busco— ella asiente y yo respondo— ¿Hola? ¿Quién es?

—Hola Ari— al instante reconozco la voz, es Julián— solo llamaba para saber si ya no te duele la espalda, ya sabes...

—Em... No, no me duele y tampoco me quedo amoratado ni nada, dile a Ty que gracias y tu... También gracias.

—No tienes que agradecer nada, para eso estamos.

—Oye ¿Como conseguiste mi número?— pregunto cambiando de tema.

—Tyler lo tomó del teléfono de Katy.

—Los dos son unos idiotas— él suspira.

—No le vayas a decir a Katy, se molestaría con Ty y él solo me quería ayudar.

—No diré nada, tranquilo—pongo los ojos en blanco.

—Bueno.

—¿Se te ofrece algo más señor Julián ?

—Emm... La verdad es que si quiero saber algo.

—¿Qué cosa?

—¿Donde estas?— su voz suena tan sensual y linda que se me pone la piel de gallina.

—¿Por qué quieres saber?—suelto un risita boba.

—Para saber si vas a cumplir tu reto y no te irás trotando para china—se ríe de su propio chiste, muy malo por cierto.

—Ja-ja, me voy a morir de la risa, claro que cumpliré el reto idiota, porque soy una chica de palabra— empiezo a caminar hacia la entrada de la tienda donde está Katy.

—Entonces espero verte aquí, no te pongas más linda que de costumbre.

—¿Por qué no?—pregunto mordiendo mi labio inferior.

—Primero: porque los chicos de la fiesta te comerán con los ojos y segundo: porque no creo que pueda resistirme más.

—Oh...— estoy sin palabras, no sé que se dice en este tipo de situaciones, dios mio— Julián... Estoy de compras, me pondré linda quieras o no...

—Después no digas que no te advertí— su voz suena diferente, más ronca y mi respiración se agita.

—Nos... Nos vemos más tarde— no le doy tiempo a responder y corto la llamada.

Me puse tan nerviosa que lo dejé hablando solo, espero que no se moleste ni nada o seria muy raro después estudiar en las mismas clases con alguien a tu lado que te mira con odio.

Guardo su número como "El idiota" y para no ser tan mala le pongo un corazón rojo.

Entro a la tienda y la verdad es que tiene muy buen aspecto, consigo a Katy en la parte de los vestidos, me sonríe e instantáneamente quiere usarme como muñeca para probarme toda la tienda.

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