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No sé en que momento decidí que esto era buena idea, pero definitivamente, en este momento no lo es.

La lluvia golpea el coche, la radio emite canciones que ninguno de los ocupantes escucha del todo y la tensión es tal que siento que si muevo un músculo alguno de los tres se lance sobre mí.

-Y bien Noe, ¿cómo va tercero de derecho?- intenta animar el ambiente Clau.

-Ya sabes, trabajando duro, en una carrera de verdad.- no hace falta que diga mi nombre para saber que se refiere a mí.

-Me alegro. ¿Y a tí Gorka? He oído que este año acabas ya.-

-No, creo que este año empezaré otra carrera.- Gorka está ensimismado mirando la carretera.

-¿Con que así es como se siente al ser tan inteligente? ¿Y ahora que vas a hacer?- puedo ver en mi amiga que está feliz de haber aligerado un poco el ambiente.

Antes de contestar, Gorka mira a Noemí.

-Diseño gráfico.- contesta seco, como si le diera vergüenza decirlo.

El silencio cortante vuelve a llegar.

-Vaya, eso sí que es inesperado.- Clau intenta volver a tranquilizar las cosas. -Ahora estarás en el mismo edificio que los de Bellas Artes, ¿no?- y puedo ver como sus ojos dicen "la he cagado".

No digo nada, porque sé que el derecho a abrir la boca me fue denegado nada más al entrar. Gorka se acomoda en el asiento inquieto, y Noemí aprieta tanto el volante que puedo sentir el cuero crujir.

-Bueno, Javi está esperándome. Aparca por aquí, Noemí. Si eres tan amable.- Claudia, en cuanto para el coche se baja como un rayo y va con su novio, que se acerca al coche.

-¿Cómo estáis? Está cayendo la de Dios, ¿no creéis?- dice a los ocupantes de delante.

-Pues si, la verdad. Esperemos que la lluvia no dé demasiados problemas durante el viaje.- Gorka sonríe y evito mirarlo.

-Deberíais iros ya. ¿Por qué no contáis batallitas de los tiempos en el insti durante el viaje?- sugiere él.

-Nos tenemos que ir, Javi.- Noemí aprieta el acelerador y salimos de ahí.

Esta es la situación.

Sentada al volante, estudiando derecho en el extranjero y titular del equipo de la universidad se encuentra Noemí, quien fue mi amiga en el instituto hasta el accidente.

A su lado, de copiloto se encuentra Gorka, estudiante de marketing, jugador de baloncesto profesional. También conocido como el accidente.

El resto es historia.

Y sentada atrás, estudiando Bellas Artes, y procurando salir de esta me encuentro yo. La soltera profesional, la sujetavelas de oficio, el eterno segundo plato.

Me siento como una niña a la que sus padres están arrastrando al dentista después de una fuerte regañina. Solo que esto es un poco más incómodo. Bastante más incómodo.

Mi teléfono tiembla en mi muslo, y doy gracias a tenerlo siempre en silencio.

Claudia

No es tan mal
A que no?

Con tan malo te refieres a un viaje en coche de tres horas con el que me gustaba y su novia?

Claudia

Venga ya, Helena
Han pasado más de cinco años
Deberías haberlo superado ya

Y tú deberías dejar de escribirme mientras estás con tu novio en la cama

Claudia

Está bien,
Ya me dirás como ha ido el viaje cuando llegues al pueblo.

Guardo el teléfono de nuevo, y solo miro a mis zapatillas durante la siguiente media hora.

-¿Vamos a pasar el resto del viaje en silencio?- pregunta Noemí. -Dile algo Gorka, es culpa tuya que esté aquí.- habla como si no estuviera justo detrás de ella.

-Noe no te enfades. No es culpa suya. Si Claudia me hubiera dicho que erais vosotros... - no sé cómo terminar esa frase sin cagarla aún más.

-Entonces, ¿qué?- puedo verle los nudillos blancos de reojo. -¿No hubieras venido? No te lo crees ni tú. Te gusta demasiado estar enmedio, parece que vives por destrozar las cosas de otros.-

No soy capaz de decir palabra, el ambiente se ha caldeado en apenas segundos.

-¿Cómo va tu carrera?- es Gorka el que refrena la situación.

-Bien, supongo.- digo después de meditar la respuesta.

-¿Supones? -Noe vuelve a atacar. -Bellas Artes no se puede considerar una carrera. Y dices que "supones" que vas bien. No sé cómo tu madre te permitió entrar ahí. Ella si tiene carácter, no como tú.-

-Noemí, déjala.- Gorka también actúa como si yo no estuviera aquí.

-¿Ahora te pones de su parte? Primero decides entrar en una carrera de frikis y ahora prefieres a esta antes que a mí.-

-Nadie ha preferido a nadie antes que ha a nadie, Noemí. Relájate.- Gorka parece nervioso.

Fuera del coche, la lluvia no ha hecho más que empeorar.

-Entonces hablemos como adultos, han pasado tres años desde que acabamos el instituto.- se gira hacia mí. -Soluciona lo que tengas que hablar él, y no vuelvas a dirigirnos la palabra.-

-Noemí, has dicho que hablemos como adultos, pero dar ultimátums no es muy maduro de tu parte.-

-Y tu eres muy maduro, ¿verdad Gorka?-

-Soy lo suficiente maduro como para no hacer una escena cada vez que te veo con otro.-

-Yo nunca te he puesto los cuernos.- se serena enseguida

-Lo mismo dijiste en el instituto, y fui yo el que lloró para que me perdonaras.-

-Gorka, no hablemos de esto frente a ella. Zanja lo que tengas pendiente y hablaremos de esto juntos.-

-Tienes razón, voy a zanjar lo que tengo pendiente con ella. Pero no creo que hablemos de esto.-

Noemí no hace nada, simplemente mira a la carretera, y aprieta con fuerza el manillar.

Gorka se gira por primera vez en todo el viaje. Y mi corazón no puede evitar sufrir un pequeño ataque. Habían pasado tres años desde que miraba a Gorka a los ojos, esos ojos oscuros de los que siendo joven me había enamorado.

-Helena, ¿tienes algún problema conmigo?- pregunta él.

-No.- no me siento merecedora de decir cualquier otra cosa.

-Estás mintiendo.- interviene Noemí. -Dile la verdad, Helena.-

-Yo...- no soy capaz de decir nada. Pero me obligo a recoger mi autodesprecio y la falta de sueño para convertirlos en algo parecido a valor. -Yo todavía...-

Entonces noto el impacto, el sonido de los cristales rompiéndose y mi cuerpo chocando contra el cinturón de seguridad.

Adult(o)erioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora