Peach milk •Chanlix•

Capítulo 29

Cuando terminaron su desayuno, la hermosa pareja se arregló para salir a pasear un rato por el lugar.

Caminaron por las calles del centro, tomados de las manos, disfrutando de la compañía del otro.

Se ganaron muchas miradas de los habitantes, unas malas, otras buenas y otras más que buenas.

Pero decidieron seguir en su mundo, sin poner atención a su alrededor.

Después de un tiempo, llegó la hora del almuerzo, ambos se adentraron a un restaurante con colores cálidos, de apariencia hogareña.

Disfrutaron de los platillos típicos de por ahí, entre risitas y pláticas extensas.

Al terminar, Felix quería un poco de helado, y el alfa no era quien para negarse.

Así que fueron a una conocida heladería, Chan le indicó a Felix que se quedara ahí, ya que comerían su helado mientras visitaban unas tiendas que se encontraban por el mismo lugar donde estaba la heladería.

El omega asintió contento, poniendo sus manitas entrelazadas detrás de su espalda, balanceándose en sus pies, de atrás hacia adelante. Dando una vista muy tierna de su persona, sacando muchos cuchicheos y chillidos de algunas chicas que lo conocían, provocando sonrojos en su carita, haciendo que bajara su cabeza para que no lo viesen, y justo en ese momento, un lindo perrito color blanco muy peludo pasó por sus pies.

Su cara se iluminó en emoción, el amaba los animales, así que cuando lo vio correr asustado de ver muchas personas a su alrededor decidió agarrarlo.

Pero cuando lo intentó, el lindo perrito corrió más, y él también, no quería hacerle daño, solo protegerlo, así que corrió y corrió hasta tenerlo en sus brazos, sonrió contento, acariciando su pequeña cabecita, haciendo que el pequeño canino se tranquilizara un poco.

Lo alzó a la altura de su cara, notando un pequeño collar con un dije en forma de huellas de patitas de perrito, sonrió con ternura por eso, buscando en sus lados el nombre del perrito, descubriendo que se llamaba "Terry" Uh, un nombre extravagante, pensó. 

—Así que eres Terry ¡eh? tienes un nombre extraño perrito— el perrito ladró en respuesta, lamiendo su mejilla después, provocándole cosquillas.

Entonces cayó en cuenta de que no estaba con su hyung, nervioso volteó a los lados tratando de ubicarse, notando que estaba perdido ya que no conocía las tiendas y no notaba la heladería, tratando de mantener la calma, pegó al pequeño perrito a su pecho, caminando entre la gente buscando a su hyung, aspiró en el aire, tratando de encontrar el delicioso olor de su alfa, pero había demasiados ahí como para localizarlo, sus ojos se humedecieron, pero respiró profundo tratando de resistir, el era un omega fuerte, si, el no lloraría.

Caminó y caminó, tratando de llamar a su alfa a través de la marca, pero gracias a los nervios no logró concentrarse, no pudiendo hacerlo, tampoco daba con su novio en el camino, cuando estaba a punto de soltar las lágrimas retenidas, chocó con un cuerpo con muchos centímetros más altos que el suyo.

Alzó su mirada, captando rápidamente la del rubio quien desvió su mirada a sus brazos, donde Terry se encontraba.

—¡Terry!— gritó el otro, espantando al pequeño Lix, quien le entregó al perrito cuando el otro estiró sus brazos hacia él— te estuve buscando por todos lados, perro malo— regañó el rubio al perrito, luego besando su cabeza, para luego fijar su vista en el pequeño peli-gris que lo veía con ojos cristalizados.

—Oye...¿Qué tienes?— preguntó preocupado.

—No encuentro a mi alfa— le respondió ya con sus esponjosos labios temblando y su voz quebrándose de a poco.