Había pasado otro día mas desde que la hermosa perrita se había convertido en otro integrante más de la pequeña familia Bang-Lee, y Felix no podía estar más feliz.
Desde el momento en el que le dijo a su alfa que la pequeña Berry sería su bebé, el alfa lo tomó en sus brazos para llenarlo de besos, diciendo que cuidarían al pequeño canino con su vida, para que fueran los mejores padres primerizos del mundo.
Felix asintió feliz ante sus palabras, para luego gritar efusivo que tenía que bañarla y comprarle muchas cositas, para que fuese la perrita más linda y envidiada de todos.
El alfa solo dijo que si a todo, como negarle las cosas a su bebé cuando este estaba tan feliz.
Solo que ese día solo pudieron bañarla, ya que era un poco tarde para ir de compras.
¡Pero por fin había llegado el siguiente día!
Felix y Chan ya se encontraban listos para salir, solo que Felix pasearía un rato a Berry en el parque mientras Chan se dirigía a una reunión con otros alfas de la manda, pues había ciertos problemas que solucionar, nada grave.
Por eso mismo, el omega se encontraba solo con Berry en el parque, jugueteando de aquí para allá.
—Vamos Berry ¡Corre conmigo!—gritó entre risas, carcajeando llamativamente cuando la pequeña perrita empezó a seguirlo obedientemente.
Muchos de los presentes, miraban con ternura al pequeño omega, pues era raro ver a chicos de su edad riendo de aquella forma por cosas tan simpes como jugar con su mascota, aunque no faltaban las omegas o betas envidiosas que veían al niño con fastidio, pues sabían que se trataba de la pareja de vida del alfa que en algún momento trataron de conquistar, mas este solo las rechazaba de una manera fría, no entendían que tenía ese niño y ellas no, así que solo lo miraban con desprecio.
Obviamente Felix no notaba aquello por estar enfrascado en su mundo, jugando con su perrita, creía que todo era felicidad hasta que llegó un alfa a parar sus acciones.
—Uh...¿Pasó algo?—preguntó cuidadosamente, el alfa frente a el se veía solamente ¿un año? mayor que el, aun así, su cara de fastidio lograba intimidarlo.
—Tienes a mi perro—aquellas palabras lograron apretujar el corazoncito de Felix, acaso había dicho...¿su perro?
—¿A-a que te refieres?—bien, el sabía que en algún momento el dueño de Berry aparecería en cualquier momento, ¡Pero ya habían pasado cuatro días!¿Por qué ahora que ya se había encariñado con ella, el se dignaba a aparecer?
—Si ¿Acaso no escuchas?-el alfa bufó fastidiado—Esa perrita es de mi abuela, se le escapó y por más que la busqué, no la encontré ¿Y cómo iba a hacerlo si tu la tenías?—soltó un poco brusco para el gusto del pequeño Lixie.
Este abrió un poco su boquita en una perfecta "O", sintiendo sus ojitos cristalizarse porque sabía que tendría que devolverla.
—Hmm... ¿No hay manera de que pueda quedármela?—preguntó despacio, el enserio que se había encariñado con la pequeña, la quería para el.
El alfa enarcó una ceja, ¿Acaso ese niño no entendía?
—¿Qué no entiendes que es de mi abuela?—por mas que el alfa no quisiera hablarle así a Felix, no quería que este notara algún trato extraño con el.
—¡Pu-puedo comprarla!—sugirió rápidamente, buscaría la manera de quedársela.
El alfa parecía pensarlo.
—¿Cuánto tienes?—Cuando vio que al pequeño se le tiñeron las mejillas de un hermoso carmín mientras bajaba su rostro, supo que no tenía nada de dinero.
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Peach milk •Chanlix•
FanficTan solo era un gatito bebé, con olor a leche de duraznos. ~Adaptación: créditos a @anonymous_publishers ~Diferencia de edades, si no les gusta, no lean y absténganse de comentar.