Capitulo 1

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Felix era el omega que Chan siempre soñó.

Tierno, delicado, inteligente, educado y con olor tan delicioso que atraía a cualquiera.

Su olor era tan peculiar, al principio no todos se daban una idea exacta de a que olía, pero cuando de un día para otro, un nuevo sabor se popularizo en las bebidas lácteas, todos afirmaron que Felix olía a leche de durazno.

Cuando todos allí aseguraron que el pequeño Felix olía a aquella leche, a este le encantó la idea, pues decía que iba perfecto con el.

Todos sonreían tiernamente, por la respuesta tan alegre que recibían del omega al hablar de su olor.

Por lo tanto, en ese momento no le importó que aquél tierno olor haya quedado impregnado en sus ropas.

Por eso luego de lo sucedido en el baño, ambos salieron oliendo al otro, con mejillas sonrojadas y pequeñas sonrisas que no podían ocultar por mas que querían.

Ambos padres de Felix notaron eso, al igual de como se lanzaban miradas para nada disimuladas durante la cena.

Al contrario de estar enojados con su hijo, o con Chan; se encontraban felices por ambos.

Chan era el alfa que cualquier padre querría con su hija/hijo omega o beta.

Y Felix es el omega que cualquier alfa y beta desearía.

Por lo tanto no podían estar enojados, además de que la pareja que eligiera su hijo no les correspondía en lo mas mínimo. Si elegía a un mal alfa que lo llegase a lastimar, ellos estarían ahí para ayudarle a levantarse de una dolorosa caída amorosa.

Y si encontraba un alfa bueno, que lo ame y respete. Ellos están dispuestos a aceptarlos con todo el cariño del mundo.

Además, Chan era un gran amigo de Chanyeol, por lo tanto estaba dispuesto a confiar a su hijo a él, lo conocía desde que tenía el primer mencionado los 18 años, sabía que no era una mala persona.

Al terminar la cena, Chan tenía que irse ya que estaba oscureciendo.

Felix y Chan se veían a los ojos queriendo despedirse como se debe. Mas no lo harían estando los padres del omega ahí.

Los mencionados no pasaron desapercibido aquello, por lo cual decidieron darles el gusto de una manera "sutil".

Ya en la puerta de su casa a punto de despedir a Chan, Chanyeol y Baekhyun decidieron actuar.

—Oh Chan, casi lo olvidaba— Habló el alfa mayor, deteniendo el paso de todos— Tengo algo que darte, Baek amor, acompáñame por favor— Dijo tomando la mano de su esposo para dirigirse adentro de la residencia en busca de ese "algo".

Dejando a ambos chicos ahora sí solos.

Chan retiró la mirada de los esposos al ver como estos desaparecían escaleras arriba, fijando su vista en el hermoso omega que tenía enfrente.

Este se encontraba nervioso y con la mirada gacha.

Chan sin poder resistir, acortó la distancia entre ellos para tomar las mejillas de Felix con ambas manos y así alzar su rostro.

Viendo el sonrojo en él, y a esos hermosos ojos brillar con intensidad al verlo.

Sintió las jodidas mariposas revoloteando en su estómago al saber que esos ojitos azul cielo brillaban de esa forma por él.

Se agachó a la altura de Felix para dejar un besito en su frente, párpados y mejillas para luego hacer un  besito esquimal, obteniendo una pequeña risa del pequeño.

Pegó ambas frentes para luego besar esos tiernos labios rosaditos que tanto lo incitaban.

Al separarse, lo abrazó como siempre quiso y soñó, el rostro de Felix quedando en su fuerte pecho, con sus bracitos rodeando su cintura, él haciendo lo mismo, solo que su rostro se encontraba enterrado en los cabellos grisáceos de su bonito chico.

Sin duda una hermosa vista, que era apreciada por los padres del omega, quienes se encontraban escondidos detrás de los barrotes sonriendo enternecidamente al verlos así, nunca imaginaron que ellos en algún momento estarían juntos.

Hicieron ruido con sus pies para simular que ya regresaban donde se encontraban aquellos melosos, estos separándose rápidamente y muy sonrojados al casi ser atrapados.

La pareja mayor llegaron ahí muy sonrientes.

—Toma Chan, es el reporte de todas las otras manadas felinas, para que te pongas al tanto luego de tu pequeña ausencia en estos días— Habló profesionalmente Chanyeol, como si por dentro no se estuviera muriendo de risa al ver la mano temblorosa de Chan al tomar el sobre—Fue un gusto tenerte aquí, espero y vengas pronto.

—Gracias Yeol, también lo espero— Respondió educadamente pero un poco nervioso, aunque era bueno ocultándolo.

Y luego de otras palabras más, al fin se despidió de la familia para dirigirse al centro del pueblo, donde yacía su auto.

Peach milk •Chanlix•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora