Al terminar la cena en la casa de Felix, los tres hombres decidieron regresar a su hogar.
Felix estaba muy cansadito, así que solo quería volver, ducharse nuevamente con su hyung, y darse mimos hasta quedarse dormidos.
O bueno, ese era el plan...
Al llegar a casa, el papá de Chan se despidió de ellos para irse a su cuarto y dormir, así que ellos dos se dirigieron al suyo para hacer lo mismo.
—Hyung, ¿Nos bañamos?—preguntó dulcemente el menor.
—Claro que sí bebé—le respondió de igual forma el mayor.
Al ya estar en el baño, ambos prepararon la tina para de una vez ya bañarse, pero cuando estaban a punto de entrar al agua, el celular del azabache sonó, indicando una llamada.
Este respondió al instante.
—¿Están seguros?—preguntó a la otra persona detrás de la pantalla, con el ceño totalmente fruncido—Está bien, voy para allá— terminó con un tono ¿molesto? el omega no sabía como interpretarlo.
—¿Pasó algo hyung?—preguntó muy preocupado, cubriéndose con su toallita de oso, al ya haber estado totalmente desnudo.
—Nada importante amor—mintió—tengo que salir, pasó algo con la manada—siguió mientras se vestía—tu quédate aquí pequeño, síguete bañando, no te preocupes ¿ok? vendré lo mas pronto posible después de arreglar todo—prometió.
El omega asintió no muy convencido, pero no pudo decir nada más ya que el azabache había salido del baño con urgencia, un gran puchero se formó en sus bonitos labios, el quería una sesión de mimos por parte de su alfa, pero ahora no se daría.
Suspiró despacio, se quitó nuevamente la toalla para luego por fin meterse a la bañera, se tomó su tiempo al tallar su cuerpo y enjuagarse.
Saliendo después de unos 30 minutos, sintiéndose totalmente limpio y fresco.
Aún con su bata de oso, se dirigió a su habitación para luego acercarse al gran armario que compartía con su alfa, sacando unos bonitos y aniñados bóxer azul cielo con estampados de patitos que le había regalado su papá Yeol al cumplir los 17 años, diciéndole "Te compré estos porque no importa cuantos años cumplas, tu siempre serás mi bebé" con muchas lágrimas en los ojos.
Sonrió ante el recuerdo, colocándose aquél regalo, para luego sacar una gran sudadera color negro que le pertenecía a su mayor, acercándola a su naricita para aspirar el potente olor a su mayor al ya extrañarlo, se lo puso viendo como éste le llegaba literalmente a las rodillas, pues incluso a su mayor le quedaba grande, así que ya se imaginaran.
Terminó su atuendo colocándose unas medias largas del mismo color, haciéndole ver aún más pequeñito de lo que ya era.
Se dirigió a la cama matrimonial que compartía con su novio para tirarse en ella, totalmente cansado, se acostó en el lugar que le pertenecía a su mayor, cayendo totalmente dormido unos instantes después.
Pero luego de unos minutos, sin saber cuantos habían pasado realmente, sintió la puerta ser abierta, aún adormilado abrió un poco sus ojitos, viendo una sombra parada en la puerta, sonrió un poquito pensando que era su alfa, pero al no captar el olor de este, se alarmó al instante.
Cuando aquella persona desconocida se acercó más a él, se puso alerta, ahora si totalmente despierto.
Se animó así mismo a ser valiente, pero cuando la luz del cuarto se encendió, y entonces lo vio... era él.
¿Qué estaba haciendo aquí? Se supone que estaba en la cárcel, ¿Qué hacía su peor pesadilla aquí? Otra vez.
Sus ojos se conectaron con los de aquel beta, sintiendo el miedo correr por todo su ser cuando aquel hombre sonrió.
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Peach milk •Chanlix•
Fiksi PenggemarTan solo era un gatito bebé, con olor a leche de duraznos. ~Adaptación: créditos a @anonymous_publishers ~Diferencia de edades, si no les gusta, no lean y absténganse de comentar.