Peach milk •Chanlix•

Capítulo 51

Los días pasaron demasiado rápido, convirtiéndose en meses y nostálgicamente, en años.

Chan estaba feliz con su vida y con lo que había construido en tan solo 3 años.

Ahora tenía 24 años y su bonito omega tenía ya 20, quería llorar cada que lo recordaba.

Oh sí, hablando de su pareja, no podía estar más orgulloso de él.

En ese tiempo, Felix terminó con sus clases en casa para así darle la bienvenida a una escuela real, la universidad.

Había sido tan duro para ambos al principio, por un lado estaba Felix, quien no tenía nada de experiencia en cosas que tenían que ver con una escuela verdadera (clases, salones, maestros, amigos).

Y por otro esta Chan, quien estaba tan acostumbrado a la presencia de su bebé en casa, que casi lloraba cada que regresaba temprano del trabajo y él no estaba ahí, lo sé, un poco tonto... pero es que lo ama tanto.

¡Por cierto! como pude olvidar contarles esto, ahora ellos ya no viven en Jeju, pues se mudaron a Seúl.

Otro cambio drástico para ambos, les cuento como pasó.

Resulta que en el trabajo del alfa, lo estaba haciendo todo de maravilla, por eso los líderes creyeron que ya era hora de hacerle cargo de la manada más grande de los tigres, la cual se encontraba en Seúl.

Cuando Chan tenía 18 años, su padre lo mandó a la isla de Jeju, con propósito de solo ser una prueba para ver si podía ser un buen líder de su manada (la de tigres, en Seúl), para Chan no fue un problema abandonar todo, pues no tenía nada que realmente le importara.

Tan solo iba con el objetivo de convertirse en un buen líder para gobernar, lo que para nada tenía en mente era enamorarse en el proceso.

Pero es que cuando llegó, aquellos bonitos ojos tan azules como los suyos, esa bonita piel tostada, esa estatura tan tierna y unas bonitas hebras grises, lo habían enamorado por completo.

No pudo y no quiso evitarlo.

Por esa personita estuvo dispuesto a rechazar el cambio, pues el tenía una vida en Jeju, una familia y unos amigos, pero todos sabían que era una gran oportunidad que no podía ser rechazada, por eso mismo, Felix, los padres de este y sus amigos, estuvieron de acuerdo con que cambiaran de hogar y así empezaran una nueva vida.

Fue muy difícil para el pequeño Felix, pues siempre estuvo con sus padres, su hermano, y había conseguido los amigos que tanto deseaba, pero estos prometieron visitarlos siempre y que jamás por nada del mundo lo olvidarían, le dieron la fuerza y la confianza para que diera ese gran paso junto a su pareja.

Para Chan no fue un gran problema nuevamente, ya sabía lo que se sentía dejar todo atrás, además de que Seúl no era un lugar nuevo para él.

Por eso, ambos se mudaron, Felix ingresó a una universidad ahí, él se convirtió en el nuevo líder, y todo iba absolutamente bien.

Ahora su omega tenía amigos de su edad, con los que salía de vez en cuando a pasear después de clases, y para el alfa estaba más que bien, pues era algo que su pequeño novio necesitaba.

Había veces en las que el mayor se acercaba a la universidad de su pequeño, ya sea para recogerlo al final de clases y llevarlo a dar una vuelta o tan solo pasar el almuerzo juntos.

Habían sido cambios drásticos, pero era bueno y saludable para ambos, estaban felices.

Tenía una vida buena, un hogar, tenían demasiado amor, y por eso mismo, Chan creía que era hora de dar otro gran paso en sus vidas.

Espero que tengan una idea de lo que hablo.

¡Así es!

Chan le pediría matrimonio a su bonito omega.

Y el es consciente de que Felix tan solo tiene 20 añitos, (aunque ya solo le quedan unos días con esa edad) pero vamos, su Felix ya tiene su marca, viven juntos, y tiene la bendición de sus padres para salir oficialmente con su omega.

Tan solo quería formalizar todo legalmente con su pequeño.

Y claro que lo haría.

La víspera navideña ya había comenzado, y prontamente la noche buena se daría, en unos días para ser específicos.

El padre de Chan, sus suegros, y sus amigos más cercanos irían a Seúl para pasar esas importantes fechas con ellos.

Chan le pediría la mano de su hijo a Chanyeol y a Baekhyun esa noche.

El sabía que ellos aceptarían, pues no había mejor opción que él para Felix.

Pero aún así, quería su aprobación.

Ahora ambos (Chan y Felix) se encontraban decorando su gran casa al estilo navideño.

Mientras que Felix decoraba el pino, Chan se hacía cargo de las luces en la casa junto a las coronas y esas cosas tradicionales.

Pues ese día todos sus invitados llegarían, y aunque Chan lo demostrara menos, estaba igual de emocionado que Felix al volver a verlos.

Quizás si habían pasado solamente unos meses desde que se mudaron, pero los sintieron eternos ya que estaban acostumbrados a su presencia.

Pero ahora nuevamente todos estarán juntos.

El timbre de su nuevo hogar resonó en el interior de la casa, logrando que Felix se levantara como rayo a abrir la puerta.

El percibió los olores desde el interior de la casa, así que también se levantó de donde estaba sentado, para caminara a la entrada, una sonrisa cubría su rostro al saber de quienes se trataba.

—¡Papi!—Escuchó gritar a Felix antes de llegar a su lado, sonriendo aún más cuando los vio a todos en la entrada de su casa.

Su padre, los padres de Felix, Hyunjin, Seungmin y su pequeña hija, Jisung, Minho, Jinyoung, Jackson... Todos.

Por fin estaban completos nuevamente.

Con alegría se dispuso a abrazar a todos los recién llegados, invitándolos a pasar a la casa para que no se congelaran del frío que había afuera.

En tan solo unos segundos, su hogar se llenó de risas, de mucho ruido y de una desbordante energía.

Obviamente la pareja más joven no se la vivían aburridos o tristes, pero tener todo ese bullicio y recordar todos los momentos, era aún más increíble que nada.

Se encargarían de que los últimos días del año, fuesen los más significativos de sus vidas.

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AHHHH VIERON EL FANMEETING?! AMEEE