Peach milk •Chanlix•

Capítulo 35

Chan's POV

El hombre frente a mi me sonrió, y yo me pregunto ¿Cómo es que sonríe así?¿Cómo puede lucir tan tranquilo, acaso no recuerda todo lo que pase por su culpa?

Desde que mi madre murió cuando yo apenas tenía diez años, lo que quedaba de mi familia murió por completo.

Mi padre se volvió un hombre frío y sin corazón, dejándome de lado, apenas era un cachorro que acababa de perder a su madre, con el dolor latente en mi, y que mi padre también se alejara fue la gota que derramó el vaso.

Tuve que aprender a valerme por mi mismo y a salir adelante, mi padre a pesar de que se encontraba conmigo, era pura ausencia, como si no estuviera, como si ninguno de los dos existiera.

En ese entonces aún vivíamos en Seúl, pero como al parecer las tragedias nos perseguían, mi abuelo murió, y alguien tenía que hacerse cargo de su manada en la Isla Jeju, mi padre no esperó más días después de que yo cumpliera 18 años de edad para hacerme líder de la manada en aquella isla que ni siquiera conocía a la perfección, pero aún así decidí aceptar el cargo, demostraría que podía, a pesar de que todos decían que era muy joven para ese trabajo.

Y cuando estaba por tirar la toalla, conocí a ese hermoso niño, y fue como si mis energías se hubiesen renovado. Todo cambió desde ese momento y ahora tenía verdaderas razones para permanecer ahí, y en parte le agradecía a mi padre por tomar esas decisiones, porque al fin y al cabo, si no fuese por él, no conocería al amor de mi vida.

Pero volviendo al tema, eso no quitaba que sufrí mucho en el pasado por su indiferencia, por su ausencia y falta de atención, pero sobre todo de amor. Quería, no, más bien, necesitaba a un padre que me amara más que nunca después de tan gran pérdida, pero que este me ignorara como si yo no estuviese sufriendo, era horrible, todo era horrible.

Le guardo un gran rencor por eso, y que él sonría así, me hace querer partirle la cara.

Incluso hizo un ademán de abrazarme, pero mi mano lo detuvo.

Mis ojos se tornaron rojos de la rabia e impotencia que de pronto me abarcó.

—¿Qué es lo que buscas padre?— mi voz salió ronca y dura, no podía contenerme.

POV Omnisciente

Pero lo que Chan no sabía, es que en el fondo, su padre había cambiado, y que quería una nueva oportunidad para remendar sus errores, pero al parecer ya era muy tarde.

—Quiero recuperar a mi hijo— Con aquello Chan sintió la chispa explotar, estaba a punto de abalanzarse a su cuello y tomarlo de este, pero unas apresuradas pisadas bajando las escaleras lo detuvieron.

Su hermoso omega bajaba las escaleras, ya totalmente bañado y limpio, oliendo divino como siempre.

—¡Channie!— Felix se abalanzó a el para abrazarlo, Chan rápidamente ocultó su rostro en el cuello de su pareja al tenerlo en sus brazos, aspirando su dulce olor para tranquilizarse, lográndolo de a poco.

Obviamente Felix había capturado su olor lleno de enojo y había recurrido a su ayuda con su propio olor, pues muy bien sabía que el gatote interior de su alfa y el mismo amaban su olor y que este igual los tranquilizaba, por lo tanto se apuro a llegar a el y tranquilizarlo de lo que sea que estuviese pasando.

Y bueno, el padre de Chan se quedó sin habla, no sabía que decir. ¿Desde cuando su hijo tenía un omega? Y hasta ese momento se preguntó ¿Tanto tiempo perdí?

Sin duda se había perdido de tantas cosas con su hijo, estaba tan arrepentido...

Chan logró tranquilizarse un poco luego de la ayuda de su pequeño, inhaló fuerte y se separó de su cuello, no sin antes dejar un beso en su hermosa marca, para luego tomar su anterior postura y enfrentar a su padre, otra vez.

—No se que es lo que pretendes padre. Pero conmigo, ya tienes la batalla perdida—No tenía ganas de decir más, así que trató de ir al grano con sus palabras, le dijo a Felix que iría a la habitación para pensar un poco, dejándolo ahí con su padre, quien solo tenía la cabeza gacha por las palabras de su hijo, pero después de todo, se lo merecía.

—¿Cuál es su nombre, papá de Channie?—Preguntó el omega, haciéndole al mencionado recordar su presencia. Felix por otra parte, estaba dispuesto a ayudar a su alfa a arreglar las cosas.

Claro que sí.

—Uh... mi nombre es Bang Gong Yoo ¿Y el tuyo pequeño?—Bang mayor parecía reconocer a ese pequeño, y también a su dulce olor que es muy difícil de olvidar.

—Soy Lee Felix, hijo de Lee Chanyeol, líder de los leopardos— habló animado, le encantaba presumir lo que su padre era.

Gong Yoo sonrió un poco, claro, había visto al pequeño niño de Chanyeol en la fiesta de presentación de Chan.

Quien lo diría.

—¿Por qué mi Channie está enojado con usted?— muy bien, Felix sabía que estaba siendo muy parlanchín y un poco entrometido, pero quería saber y poder ayudar a su hyung.

—Bueno, mmm... yo... yo creo que lo decepcioné mucho en el pasado y ahora también, fui un mal padre—Bang se tomó la molestia de contarle todo al dulce niño que ahora se encontraba sentado a su lado luego de trasladarse a la sala para hablar, tenía que hablarlo con alguien, tenía que sacarlo. Y también necesitaba ayuda, y el lindo omega parecía ser la persona indicada para eso.

—Oh, así que fue eso. En realidad todo lo que hizo fue malo, seguramente mi Channie lo pasó de lo peor— puchereó imaginándose a su alfa solo y triste, y el también poniéndose triste por ello— Pero si todo lo que me contó es verdad y usted está dispuesto a arreglar las cosas, entonces yo estoy dispuesto a ayudarle.

—¿Enserio?—Bueno, Bang se sentía feliz por tener la ayuda de la pareja de su hijo, y tenía que aprovechar la oportunidad para recuperarlo.

—Claro que sí, tiene que recuperar todos los años perdidos. Y ser el mejor de todos los padres.... Uh, no no, esos son los míos, pero puede ser el tercero— eso lo hizo reír a ambos— verá que no se va a arrepentir— porque después de todo, amar a Bang Chan y ser correspondido, era la sensación más hermosa del mundo, y él podía confirmarlo.

 

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El suegrito de Felix