CAPÍTULO 28

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-SUGA-

Mi chico había sido violado, y había pasado una semana desde que enterramos a mi mejor amigo. En ese momento, no sabía dónde colocar mi ira hacia la persona que más odiaba en el mundo.

No, no BaekSoo. Maté a ese hijo de puta. Salpiqué su cabeza abierta con una bala a quemarropa.

La persona que más odiaba en el mundo era yo.

Después de todo lo que Doe había hecho por mí, después de todo lo que habíamos pasado, él se merecía algo mejor que vivir una vida con miedo a ser violado o disparado. Por mucho que quisiera quitarme la vida, no era algo a lo que simplemente podía saltar de repente en un instante. Necesitaba hacer algo por él, pero sin importar lo que venía a mi mente, no era lo suficientemente grande para solucionar este enorme mal.

Entonces, vino a mí.

Había una cosa que podía hacer por él.

Una maldita búsqueda invertida de imágenes en GOOGLE. Eso fue todo lo que tomó descubrir quién era Doe en realidad. Había subido una fotografía de él que tomé con mi teléfono la primera noche que había dormido en mi cama y presioné la búsqueda y allí estaba, mirando a la cámara como si estuviera mirándome directamente a los ojos. Me habría gustado que nunca hubiera hecho la búsqueda. Me habría gustado que nunca hubiera sabido quién era él realmente.

Había utilizado el hecho de que sabía quién era él y lo que podría hacer por mí como una excusa para traerlo de regreso conmigo. A pesar de que lo deseé desde el primer momento en que lo vi. Había planeado mantenerlo por siempre, y su secreto por incluso más tiempo si era necesario.

Hasta ahora.

Park JiMin, de diecisiete años.

O bien la policía era verdaderamente una mierda en su trabajo, o en realidad nunca trataron de averiguar quién era él para empezar, porque por segunda vez después de buscar su imagen, menos de un segundo después de presionar en buscar, estaba mirando varias imágenes del chico del que me había enamorado en mi portátil.

No había artículos sobre él desaparecido, sólo fotografías en varios eventos. Bailes, galas, eventos para recaudar fondos. Era él en las fotografías, pero no lo era. Los trajes, los autos, la sonrisa falsa, si había alguna sonrisa en absoluto.

La última fotografía que encontré fue tomada hace casi un año.

Tenía una mirada en blanco en su rostro. Sus ojos estaban vacíos.

Conocía esa mirada. Yo lamentablemente la puse en su rostro. Era una mirada que rompía mi maldito corazón. Indiferencia.

Le estaba sosteniendo la mano a un chico que parecía un poco mayor que él, quien estaba sonriendo de oreja a oreja.

Quería acceder a través de la computadora y romper su maldita mano y después romper todos y cada uno de sus dientes blancos nacarados.

El Gobernador Park Kyung Soo, con su hijo Park JiMin y su novio de hace mucho tiempo Jeon JungKook en la Gala del Heart Ball para recaudar dinero para el cáncer pediátrico.

A pesar de que era mi segunda vez analizando las imágenes, mi sangre hirvió. No sé lo que me ponía más loco. El chico que estaba tocando a mi chico. O el hombre que mencionaban como su padre.

Un Gobernador candidato a la presidencia. Un hombre que querría evitar el escándalo a toda costa. Ese es probablemente por qué ni siquiera trataron de encontrar a su hijo desaparecido.

Maldito imbécil.

Me paré de la mesa de la cocina y lancé la portátil a través de la habitación. Se estrelló contra un gabinete y cayó al suelo en un millón de pedazos.

R.M irrumpió en la cocina.

-¿Qué demonios? -preguntó, mirando hacia la portátil rota-. ¿Me estás tomando el pelo, hombre?

-Tenemos que hacer un viaje -dije, bajando la mirada hacia la ahora rota computadora portátil mientras la imagen de Doe o JiMin, o cualquiera que fuera su maldito nombre y su novio estaban todavía en la pantalla rota que estaba parpadeando de azul a negro una y otra vez.

-¿A dónde vamos?

-Dime algo, R.M, y sé honesto. ¿Cuáles son las posibilidades de conseguir la cantidad de dinero que necesitamos para el soborno del Gobernador para YooBin?

Mis ojos se encontraron con los suyos por primera vez desde que entró a la cocina.

-Ninguna maldita posibilidad, hombre -respondió con sinceridad.

-Entonces, consigue la maldita camioneta. Yo conduciré.

-Pero todavía no me has dicho por qué voy a traer la camioneta.

-Porque, amigo mío, hay un pacto con el diablo que necesita ser hecho. -Miré por el pasillo hacia la puerta cerrada de mi dormitorio, donde el chico de que me había enamorado dormía pacíficamente en mi cama. Era mío, y siempre pensaría en él de esa manera. Pero merecía una vida mejor de la que yo podía darle, la cual parecía sólo hacerle daño a cada paso.

Después del funeral de JHope estuve pensando en decirle la verdad.

Ahora, simplemente iba a traicionarlo.

-¿Y quién es el diablo en este escenario? -preguntó R.M, encogiéndose de hombros ante su comentario mordaz.

Iba a ver al Gobernador y a ofrecerle a Doe a cambio de que él se asegurara de que yo hubiera firmado los papeles de custodia para YooBin. La única familia que me quedaba. Miré por la ventana de la cocina, pero no podía ver nada. Era como si estuviera viendo un abismo blanco, un lugar al que estaba a punto de ir, del que nunca iba a ser capaz de regresar.

-Yo.

01. JONH DOE ||YOONMIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora