CAPÍTULO 30

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-SUGA-

Estaba en la cama con Doe. Era casi medianoche, y estaba contando las horas hasta el mediodía. A esa hora sería cuando vería a YooBin por primera vez desde que la tuve entre mis brazos la noche que dejé que mi mamá se quemara en el fuego.

Al mediodía también sería la última vez que vería a mi chico.

Doe iba a convertirse en la persona que se supone que es, como la persona que nació, Park JiMin. Probablemente no se molestaría en mirar hacia mí por el espejo retrovisor después de darse cuenta de la vida de lujo a la que se dirigía. Nunca fui lo suficientemente bueno para él, para empezar, y esta iba a ser a la vez la cosa más egoísta y altruista que jamás había hecho cuando se trataba de él.

Le estaba dando la espalda.

Estaba trayendo a mi hija de vuelta.

Nunca había estado tan miserable, y excitado al mismo tiempo.

Hace unos meses, no pensé que si tuviera de vuelta a YooBin estaría haciendo todo solo. Pensé que al menos tendría a JHope. Entonces, pensé que Doe estaría en el cuadro.

Ahora, se había reducido solo a mí.

Levanté la pierna por encima de la de él. No podía acercarme lo suficiente. Lo había convencido para que dejara ir a la persona que era conmigo, pero a diferencia de JHope, su vida pasada se había levantado de la tumba y me había estado persiguiendo desde que apreté el botón buscar.

La estaba lanzando de vuelta como un pez que no valía la pena conservar.

Pero él sí valía la pena.

Era jodidamente digno.

Todo lo que yo no podía darle.

No había ninguna duda en mi mente de que si algo como almas gemelas existía, Doe era la mía. El problema era que JiMin no lo era. JiMin tenía novio. JiMin tenía dinero. JiMin tenía un futuro que no incluía a un delincuente con tatuajes y una inclinación por la violencia. JiMin no iba a tener que ponerse en peligro, arriesgándose a recibir un disparo, ni nunca tendría que preocuparse de que alguno de los dos fuera a salir lastimado o terminara muerto.

Quería más para él. Quería romper su corazón y el mío, y acabar de una vez para que pudiéramos sanar.

Él con su familia.

Yo con la mía.

Lo giré sobre su espalda y rodé encima de él. Abriendo sus piernas, me senté hasta que pude saborear su dulzura por última vez. Poco a poco lamí su ser mientras se despertaba con un gemido en su lengua. Agua brotó de mis ojos. Lo había lamido y succionado hasta su primer orgasmo en el momento que la primera lágrima cayó. Me alegré de que sus ojos estuvieran cerrados cuando entré en él y comencé a empujar fuertemente en no solo el mejor culo que he tenido, y no solo el de el mejor chico que había conocido, sino del amor más grande que sabía que jamás tendría.

Mi único amor.

Si las cosas fueran diferentes, me gustaría poner un anillo en su dedo. Un bebé en su vientre. Tendríamos a YooBin. Tendríamos a JHope. Seríamos la familia que siempre quise pero que sabía que nunca podría existir.

Debido a que no existía.

JHope estaba jodidamente muerto, y mi chico estaba a punto de volver a la vida de privilegios en la que nació.

Le dije que lo amaba con cada embestida de mis caderas. Le dije que lo sentía. Le dije que quería que se quedara para siempre. Le dije que deseaba que tuviera a mi hijo. Le dije con sexo todo lo que no me atrevía a decir en voz alta. Le dije que si las cosas fueran diferentes íbamos a estar juntos para siempre.

01. JONH DOE ||YOONMIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora