CAPÍTULO 15

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-SUGA-

Te veías tan jodidamente lindo sentado ahí, concentrado. ¿De dónde diablos vino eso? Ni siquiera me había dado cuenta de que lo dije en voz alta hasta que vi el rubor elevarse en sus mejillas. Por otro lado, coquetear con él e incomodarlo estaba convirtiéndose por mucho en mi nueva y preferida fuente de entretenimiento.

Ya que comenzó a comer lo que JHope cocinaba, llevó sólo un par de días para que Cachorrito ganara algo de peso. Las libras adicionales habían hecho cosas increíbles por su figura. Sus mejillas hundidas estaban un poco más llenas y de alguna manera lo hacían lucir incluso más inocente y como un querubín. Su trasero estaba más redondo y rogaba ser tocado aún más que antes. Él tenía el cuerpo de un hombre y el rostro de un ángel, y yo estaba caminando a menudo por ahí como un chico de trece años que tenía que seguir ajustándose a sí mismo para ocultar su furiosa erección.

La verdad era que yo no lo molestaba mientras él estaba dibujando porque no quería moverlo, y estaba perfectamente conforme con sentarme y mirarlo toda la noche. Pero entonces, él cruzaría y descruzaría sus piernas mientras mordía su labio, y todo en lo que podía pensar era cuánto quería ser quién mordiera ese labio. Qué tan duro podía ponerlo entre aquellas piernas.

No me levanté de mí taburete después de que Neil se fue porque tenía miedo de que él alzara la mirada de su dibujo y viera mi polla firme a través de mis pantalones. Si fuese cualquier otra persona, habría atraído su atención a esta, pero no quería hacer que huyera a la otra habitación. Ya lo sentía luchando contra cualquier atracción que tenía por mí. La horrible verdad del asunto es que yo no quería espantarlo.

Porque en realidad me gustaba tenerlo alrededor.

En algún lugar, de alguna manera, mi enojo hacia él se había convertido en algún tipo de jodido afecto. Al cual yo tenía que ponerle un alto jodidamente de inmediato, porque cualquier tipo de sentimientos hacia él que no fuesen disputa y deseo solo se interpondrían en el camino de los planes que tenía para él.

Él me temía. Eso era muy obvio, pero había un fuego allí, también, y entre más él luchaba, más me encendía. La forma en que su cuerpo reaccionaba ante mí me decía que ahí era sólo cuestión de tiempo que podría resistirse a lo inevitable. Lo inevitable era yo follándolo hasta que no pudiese recordar su propio nombre.

No es como si él lo supiera, de todas formas.

Pero yo lo hacía.

Un extraño e irritante sentimiento tiró de mi estómago.

¿Culpa, quizás?

Lo alejé. No había tiempo para albergar ningún sentimiento de culpa. Una mejor oportunidad de tener a YooBin de vuelta no iba solamente a caer en mi regazo así de nuevo. Y mientras tanto, iba a pasar mi tiempo con él como me apeteciera. En su caso, eso significa hacer todo lo que tenía que hacer para ponerlo caliente, duro y dispuesto.

-¡Jefe! -gritó JHope, saltando en mi estudio con sus pupilas dilatadas, olvidando parpadear como si hubiese inhalado cocaína completamente.

-¿Qué pasa, Hope? -pregunté, poniendo los toques finales al tatuaje que Cachorrito había dibujado para mí. Después de que lo vi, lo necesitaba en mi piel, inmediata y permanentemente, y por mi vida que no sabía por qué. Pero después de que estuvo terminado, sentí como si un peso hubiese sido quitado.

-¿Qué diablos es eso? -preguntó JHope, señalando a la parte posterior de mi mano. Limpié el exceso de tinta y sangre y la levanté para que él pudiera ver.

-Es un tatuaje, idiota. ¿U olvidaste que es lo que hago en esta habitación?

-Sé que es un tatuaje, puñeton. Solo quería saber por qué estabas tatuándote justo ahora.

01. JONH DOE ||YOONMIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora