Confrontación

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 Caminaba alrededor de su despacho como tigre enjaulado, toda la mañana tuvo esa maldita sensación de inquietud, de que algo andaba muy mal. Llamo a al celular de Rin varias veces sin contestación alguna, de hecho sus llamadas ya se dirigían de inmediato al buzón de voz y eso no era normal. Él sabia muy bien que desde el ''incidente'' que tuvo con su ex, la muchacha estaba muy al pendiente de su teléfono, pues si había noticias acerca de la búsqueda y paradero de Kouji la policía le informaría por medio de este. 

Maldición.- exclamo al aire ante un nuevo intento fallido. Tal vez esta manejando. Esa conclusión no lo dejo satisfecho.-Jaken.- llamo a su asistente temporal, un señor ya entrado en años y algo gruñón pero muy eficiente, quien entro a los pocos segundos. 

-¿Necesita algo señor?

-Voy a salir. Quiero que muevas todas mis reuniones para mañana y que supervises a los empleados, quedas a cargo hasta que regrese.

-Si señor.- hizo una reverencia y se marcho.

 Sesshomaru tomo las llaves de su automóvil para salir de la empresa. Primero pasaría por su casa, para ver si Rin ya había regresado, de no ser así iría hasta la casa de ella y se aseguraría de que todo fuera bien.

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 Despertó con un horrible dolor de cabeza, sus ojos seguían cerrados, tuvo miedo de abrirlos al recordar la ultima escena que vio. Estaba sentada, con las manos atadas por detrás del respaldo de la silla con tanta fuerza que la soga le lastimaba la piel. Sus piernas, también atadas cada una a las patas de la silla, se hallaban entumecidas al estar tanto tiempo en esa posición, no supo bien si habían pasa minutos u horas. 

 Al no escuchar ningún ruido a su alrededor se animo finalmente a abrir los ojos. Descubriendo que se encontraba en su casa, mas precisamente en su habitación completamente sola, o eso pensó ella.- Despertaste.- esa voz en un tono la frió le heló la sangre. Volteo un poco la cabeza, topándose con la enfermiza mirada de Kouji, acompañada de una sonrisa demencial. Tenia una venda improvisada en la parte derecha de su rostro, cubriendo la herida que la chica le provoco días atrás. 

-t-tu...- intento hablar, pero parecía que las palabras no querían abandonar su boca, su cerebro aun no se adapta a la situación en la que se hallaba.

 Él se levanto de la cama y dio unos pasos hasta ella, procediendo a amordazarla.- Es mejor que no hables.- Giro la silla de modo que quedara de frente a la cama y volvió a sentarse.- Voy a hacerte unas preguntas, como no puedes hablar vas a responder pestañeando una vez para si y dos veces para no ¿Entendiste?

 Sintió un escalofrió recorrerla de pieza a cabeza al notar que el joven tenia un cuchillo en la mano,  pestañeo una vez.

-Muy bien, entonces ¿Has estado fuera de la ciudad?

Pestañeo dos veces.

-¿En estos días te quedaste con tus padres?

Pestañeo una vez.

-¡Mientes!.- hablo con furia.- ¡Vigile la casa de ellos y no estuviste ahí!- El miedo de la chica ya se había convertido en un verdadero terror.- Ahora... se que no estabas en ningún hotel de la zona, pregunte por ti en cada uno de ellos, eso quiere decir que alguien te hizo el favor de esconderte ¿no? seguramente un hombre, uno de tu trabajo ¿tal vez?

No hizo ni un solo movimiento. 

-¿No quieres responder? Esta bien, voy a darte algo de motivación.- Diciendo esto Kouji dejo el cuchillo a un lado, metió su mano al bolsillo y saco de el un taser (arma eléctrica).- Por lo general esto lo usan para derribar a los delincuentes, pero creo que en este caso también funcionara, dime ¿te escondiste en casa de Sesshomaru?

 Los ojos de Rin se humedecieron al notar lo que le esperaba, sabia que al responder un si, él probablemente la mataría, y al decir que no, la acusaría de mentir y la torturaría con aquella arma, eligió la segunda opción pestañeando dos veces. 

-Eso me da gusto.- suspiro tranquilamente.- O mas bien me lo daría si fuera verdad.- sonriendo, se inclino hacia ella y coloco la punta del arma eléctrica en su estomago.- Espero que no te enfades, yo hago esto por nosotros.- Apretó el botón dándole una fuerte descarga.

 Su rostro se deformo en una mueca de dolor al sentir esa insoportable punzada en su estomago, dejo escapar un espantoso quejido de su boca, era un grito ahogado a causa de la mordaza que le impedía alzar la voz. El choque duro apenas unos segundos, pero el dolor que lo acompañaba se había quedado en el torso de la chica. Lucho para controlarse mientras gruesas lagrimas empezaron a resbalar por su cara.

-Lo siento, eso fue feo, lo se. Pero es para que entiendas que esta mal mentir.- acaricio su cabeza y volvió a su posición anterior.- Voy a preguntar otra vez ¿te quedaste en casa de Sesshomaru?- Nuevamente pestañeo dos veces, el suspiro.- Tu no aprendes ¿eh?

 Veinte minutos después Rin apenas podía reaccionar, su estomago, brazos, piernas, hombros, todo le dolía horrores debido a la tortura física y psicológica también a la que estaba siendo sometida. Alguien, por favor, no quiero morir aquí. Sintió una nuevo choque eléctrico y con ello finalmente se desvaneció. 

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 Estaciono el auto frente a la casa de la chica, notando que el de ella también se encontraba allí, si pesarlo dos veces ingreso al ''hogar'' el cual para su sorpresa parecía estar vació. Una sensacional le erizo la piel, había algo ahí, algo que definitivamente no estaba bien. Un ligero ruido llamo su atención. Son pasos y viene de la planta alta ¿Rin esta...? Subió con mucho cuidado las escaleras, sin hacer ni un sonido mas que el de su respiración. Parado frente a la puerta de la habitación, con su mano ya en el picaporte pudo oír la voz de un hombre.

-Creo que fue demasiado para ti ¿Te desmayaste o sera que ya estas muerta?- se escucho desde dentro de la misma.

¡Esa voz! 
su sangre hirvió ¿Muerta? ¡No! Entro como un loco a al cuarto, descubriendo a Rin atada a una silla, acompañada de este maldito bastardo, quien se exalto por su repentina aparición.- Basura ¿que le hiciste?- su tono de voz intimidaría hasta a el mas valiente.

 Kouji se apresuro a tomar el cuchillo de sobre la cama y adopto una posición de defensa.- Te dije que no iba a permitir que me la quites ¡¿Como llego aquí?!

 Sesshomaru avanzo un paso. El chico se acerco rápidamente a Rin, levantando su cabeza apoyando el afilado instrumento en el cuello de ella.- Si intentas algo la degollare y ella morirá desangrada ¿Lo entiendes?

-¿Que es lo que quieres?- cuestiono el peliplata.

-Vete de aquí.

-No.

-Si no lo haces la matare ahora mismo.- Sesshomaru volvió a avanzar.- ¡Detente! ¡¿Quieres que muera!?- amenazo otra vez, ahora mucho mas nervioso.

-No lo harás, asqueroso cobarde.- dio un paso hacia el.- No tienes el valor de asesinar a nadie.- En ese momento la chica comenzó a reaccionar, distrayendo a Kouji lo suficiente como para que el peliplata se abalance sobre el propinándole un fuerte puñetazo en el rostro, haciendo que este suelte el taser. Retrocedió unos pasos producto del impacto pero de inmediato de recompuso.

-Te arrepentirás.- levanto el cuchillo apuntando hacia el mayor, su mano estaba temblorosa.-¡No permitiré que te la lleves!- Corrió hasta el hombre con intenciones de apuñalarlo.

 Sesshomaru se hizo a un lado, esquivando el ataque, acertó otro golpe al rostro del muchacho. Quien esta vez no se echo atrás, contrario a eso volvió a atacarlo, logrando hacerle un corte en el brazo. La sangre broto con prisa de la herida ¡Infeliz! Lo vio venir a él nuevamente, logro anticiparse y sujetar el brazo en el cual Kouji tenia el cuchillo mientras que con su otra mano le dio un puñetazo en el mentón que lo derribo, El peliplata lo observo unos segundos, el chico no se movía, al parecer se había desmayado.

-Se-Seshomaru...- hablo casi sin fuerza.

- Rin.- tomo el cuchillo y se aproximo a ella comenzando a cortar las sogas.- Tranquila, voy a sacarte que aquí.- La chica suspiro aliviada, unos minutos después ya estaba libre, aunque en una condición muy débil, a duras penas podía moverse. Él la ayudo a levantarse.- Debemos llamar a la policía y también una ambulancia.

-Su brazo.- noto que había una mancha roja en la manga de la camisa.- Esta herido.- ella lo abrazo llorando.- Lo lamento, es mi culpa.

 Correspondió el abrazo, acariciándole la cabeza.- No vuelvas a repetir eso, tú no tienes la culpa de nada.- Rin, yo...- Unos rápidos pasos tras él lo hicieron voltear de inmediato, tuvo un segundo para reaccionar empujando a la muchacha a un lado cuando vio como Kouji corrió para taclearlo, cosa que logro. Ambos cayeron al suelo, reanudando su enfrentamiento, pero esta vez era el muchacho quien parecía estar ganando, dando golpe tras golpe sin permitirle reaccionar mas que para cubrirse.

 Rin agarro el taser del suelo y sin pensarlo le dio una descarga a su ex novio, el chico soltó un alarido de dolor. Sesshomaru tomo el cuchillo se levanto con prisa.- ¡Rápido! Sal de aquí!

-Pero señor...

-¡Solo hazlo!

 La chica se volteo para correr a la puerta, sin embargo no pudo siquiera dar un paso cuando un tirón en su pierna la hizo caer, era Kouji, se posiciono sobre ella y empezó a ahorcarla.- ¡Morirás antes de dejarme! ¡Me oyes! ¡Mori...- Sus palabras fueron cortadas al ser jalado hacia atrás por el peliplata. Quedaron una vez mas frente a frente, pero esta vez no hubo enfrentamiento, ya que Sesshomaru no desperdicio ni un segundo y enterró la hoja de metal en su pecho. 

 La sangre emano de su pecho y boca, el joven se desplomo en el suelo, aun con el puñal hundido en su torso. El liquido vital comenzó a formar un charco debajo del inerte cuerpo.-Se acabo.- menciono el hombre. 

 -Rin.- Llamo. La joven seguía en el piso, todavía en shock por lo que acababa de suceder. Sesshomaru se arrodillo frente a ella y la abrazo.-Todo estará bien.

 

 



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