Solo una vez

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  La semana paso muy rápido. Sesshomaru se encontraba en el aeropuerto junto a Rin, esperando por su vuelo a Nueva York. Una vez ahí, tendría una junta con un posible nuevo socio que representaría un buen beneficio para su empresa. Y luego podría centrarse en lo realmente importante y gran objetivo de este viaje, conquistar a Rin.

  El altavoz sonó anunciando que el avión estaba pronto a despegar. El viaje tardaría aproximadamente 13 horas.

  En su interior había una mezcla de emociones casi desconocidas para él. Dudas, confusión, inseguridad. A pesar de haberlo pensado toda la semana, todavía no estaba muy convencido de como proceder, por un lado quería tomar a Rin, besarle con pasión y expresar todo lo que se escondía en su corazón.Pero por el otro temía un posible rechazo, no sabia que pensaba Rin de él, y tampoco quería agobiarla, tener que volver juntos luego de una negativa seria una verdadera incomodidad (y vergüenza).

  Sacudió ligeramente su cabeza, alejando esas emociones. Si quería conseguir su objetivo, debía concentrarse y sobre todo estar seguro de si mismo.

  La miro un momento, ella le devolvió una sonrisa y eso fue suficiente para calmar todo en su interior. -¿Estas nerviosa por el vuelo?

 - A decir verdad no, de hecho es algo que me gusta mucho.- La muchacha respondió emocionada.- Ademas el hotel en donde reposaremos es hermoso.

 -¿Ya conocías Manhattan?- pregunto curioso.

 - Si, viaje con mis padres hace unos años. Fue antes de entrar a la empresa.

 - Entiendo, dime... ¿Te gusta el teatro?

 - Claro, me fascina. La música, el baile, los maquillajes, es realmente hermoso.- Hablo con sus ojos brillando de ilusión.


 - Que gusto, entonces ya que estaremos una semana en New York, podríamos ir a Broadway y ver una obra juntos.- hablo a su 'futuro amor'.

  Esa seria una excusa perfecta para acercársele sin que el trabajo este de por medio, sin mencionar que podría considerarse como una cita. Bueno una cita sin que ella lo note. Era perfecto.

 -¿Que? ¿Lo dice en serio? ¡Eso me encantaría!- Exclamo fascinada ante la idea.

 - Bien entonces esta decidido, luego de la reunión con los próximos socios tendremos una cita.- Ella lo miro con un poco de confusión.- Digo una salida, disculpa. ¡Contrólate Sesshomaru! ¡No la asustes!.


  Las horas pasaban con rapidez y ellos casi no lo notaban, durante gran parte del vuelo charlaron de distintos temas, tanto del trabajo como de su vida social. Hablar con Rin era algo realmente fácil, ella era encantadora y muy amable, ademas de lista e interesante. El peliplateado sentía que se enamoraba una y otra vez, si es que eso era posible.

  La joven se quedo dormida un par de horas y Sesshomaru no perdió el momento de observarla minuciosamente, cada una de sus facciones era una belleza. Desde su hermoso cabello de ébano, hasta sus rosados y dulces labios. Una vez... si me dejaras probarlos solo una vez. Cerro su ojos, quedando finalmente dormido.

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  El avión arribo a New York casi a las 3 a.m, aun no salia el sol. Tomaron un taxi y se dirigieron al hotel. La reunión era a las 4 p.m, había tiempo de descansar.

  Por la mañana, alrededor de las 9 a.m Sesshomaru bajo al Lobby del hotel, donde para su sorpresa de encontraba Rin, se acerco a ella.

 -Buenos días señor.- le sonrió.

 - Buenos días. Creí que dormirías un poco mas, la reunión es por la tarde.-

 - Si lose, es que estoy un poco emocionada y no tengo sueño.- respondió con entusiasmo.- ¿Usted no esta cansado?


 - Descanse lo suficiente.

 - Sabe, yo voy a ir al restaurante del hotel para desayunar algo ¿Le gustaría acompañarme?

- Desayunamos en mi cama si quieres... Por supuesto, me vendría bien tu compañía ahora mismo.

  Rin se sonrojo por el comentario. Últimamente su jefe estaba bastante amable con ella, al principio le sorprendió, pero luego pensó que tal vez así era con todos sus empleados y que esos feos comentarios negativos que sus colegas divulgaban sobre él eran una farsa producto de la envidia.

  El desayuno fue ameno, agradable. Sesshomaru aprovecho ese tiempo para conocer mas a fondo a su novia (bueno, casi) y saber cual seria la forma mas apropiada para seducirla. No pensaba realizar alguna ''locura'' sin antes estar al tanto de todo.

  Fue entonces cuando recordó ese pequeño detalle que paso por alto, el novio de su amada. Oh si, esa escoria inútil que la rondaba.

Es verdad, aun debo que encargarme de el.


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