Redención

1.3K 122 8
                                    


 No pensaba renunciar, no ahora que estaba seguro de que Rin sentía algo por él. -Si tengo que eliminar a esa escoria para poder estar a tu lado, no dudare ni un instante.- Se recostó en la cama, el cansancio del día y el dolor de cabeza producto del alcohol comenzaron a vencerlo. Lo mejor por ahora era dormir.

 La alarma lo despertó a las 09:00 a.m. No se sentía muy bien, ni emocional ni físicamente. Estaba avergonzado por su comportamiento y la forma en la que se propaso con Rin, como si fuera un degenerado cualquiera que se rinde a sus instintos con un poco de alcohol. -Debo disculparme con ella.

 Por otro lado también estaba el problema del viaje de regreso. Seria incomodo para ambos y es lo que justamente quiso evitar desde el principio ¿Que hacer ahora? No podían viajar en lineas diferentes, eso iba a ser todavía peor.

- ¿Debería alejarme de mi amor un tiempo? No, no puedo hacerlo. Tengo que arreglar esta situación.

 Se levanto de la cama para dirigirse al baño, una buena ducha le ayudaría a refrescar su cuerpo y mente también.- Mas tarde iré al lobby, seguramente Rin esta ahí.- Con eso en mente Sesshomaru se apresuro a terminar su ducha y vestirse, entre mas pronto corrigiera su equivocación mejor. Solo esperaba que la jovencita no se encuentre molesta por esto o realmente no sabría que hacer.- Que tu me odies sera aun mas doloroso que estos celos.

 Ya en el lobby busco a la muchacha, quien efectivamente se encontraba ahí. Al parecer estaba esperándolo.

- Buenos días señor.- saludo penosamente.

- Buenos días ¿pudiste descansar?

- Si. Señor hay algo que quisiera decirle.- hablo un poco mas envalentonada.

 Él trago saliva, nervioso por las palabras de la chica.- Que no sea algo malo por favor... Si, adelante Rin.

- Esto... yo quiero disculparme con usted por lo de anoche.- hablo con firmeza.

- Rin tu...- Él se hallaba genuinamente sorprendido por la actitud de la joven.

- Estuvo mal y lo siento, no debí permitirme algo así. Es solo que bebí de mas, ya se que no es una excusa pero...

- No.- la interrumpió.- Tú no tienes porque disculparte, al contrario, soy yo quien debe pedir tu perdón.- La miro a los ojos, poniendo una mano en el hombro de ella.- Yo me deje llevar por el alcohol y me propase contigo ¿Podrías perdonarme?

- ¿Lo dice en verdad?- Suspiro aliviada.- No tiene de que preocuparse señor. Yo se que no estaba en sus cabales, lo entiendo y no estoy molesta por eso.- Sonrió

-¡Dios! ¡Ella es un ángel! Aun así, quiero enmendarlo ¿Que te parece si empiezo por invitarte el desayuno?

- Bueno si lo pone así... creo que unos waffles pueden arreglar muchas cosas.- Le guiño un ojo.

 Sesshomaru se sintió mucho mas relajado que al despertar, ahora que todo se calmo solo necesitaba disimular un poco para volver a ganarse su confianza, luego al regresar a Japón podría seguir con su ''plan'' y enamorar a Rin.
Como sea, primero disfrutaría de su desayuno, ya habría tiempo de pensar como proseguir en un futuro.

 Las reuniones con su posible nuevo socio salieron mas que bien, lo que significaba un gran beneficio para su empresa, aunque todavía quedaban algunos cabos que atar, nada muy importante. Hoy es el ultimo día que pasarían en New York e iba a aprovecharlo para pasear con ella.

 Durante su comida charlaron amena y agradablemente sobre distintos temas.
Quizá esta semana no salio todo perfecto, pero sin duda sirvió para entenderse mejor entre ellos, lo cual los acerco mucha más. Ahora que Sesshomaru sabia que Rin gustaba de él, o que por lo menos se sentía atraída, no iba a dar marcha atrás.

- No puedo esperar a degustar tus labios otra vez.- Sonrió al recordar los sucesos de la noche anterior.- La próxima vez no escaparas de mi.

ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora